no solo hay rosas rojas

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Madisson

¿No te pasa que en ciertas ocasiones, a pesar de que tu vida es una mierda y quieres despedirte de absolutamente todo, hay una persona que te hace sentir que todo en tu vida está completamente bien, y que no hay nada malo en ti?

Lo siento mucho por ti si no te ocurre.

Por el contrario, Jayden me hacía sentir de esa forma, ¿estaba cometiendo un error al abrirme a él?. Tal vez. Solo lo sabría hasta que ese chico de ojos azules rompiera en miles de pedazos mi corazón, mientras tanto, dejaré que dibuje estrellas en mis cicatrices.

Con él no sentía miedo, me sentía a salvo, como si la luna cantara la melodía de "more tan words-extreme", como voltear a ver el cielo despejado, o mirar un campo de flores.

En paz.

Esa era la forma en la que me sentía junto a él.

No me permitiría a mi misma perder a alguien más por miedo, juro que no.

Así que ésta vez yo manejaré el miedo, él no me manejará a mí, lo tendré guardado, hasta el momento en que mis pulmones dejen de recibir aire y mis pupilas dejen de dilatarse al momento de ver esas hermosas pecas que parecían una constelación entera.

"Constelación Smith"

Así llamaría a sus pecas.

No estoy segura de que siento por Jayden, pero estoy segura de que lo averiguaré, y en cuanto lo sepa, sabré que no solo hay rosas rojas. En mi mundo, también hay rosas azules.

Me separé del abrazo y lo miré a esos intrigantes ojos azules, el me devolvió la mirada y no dijo nada, así que decidí hablar.

-Gracias- dije sin más.

-¿por qué?- preguntó el castaño, curioso.

-porque... me dejas ser yo misma, nunca me has juzgado por ello, y quiero pedirte unas sinceras disculpas, ya que no he tenido la mejor actitud contigo, y no es para nada tu culpa, son cosas mías, pero prometo que de ahora en adelante te dejaré conocer a la Madisson que intenté enterrar, pero simplemente no puedo.
No puedo limitarme a dejar de ser yo misma, eso no es lo que hubiera querido mi padre, el hubiera querido que siguiera siendo esa pequeña, amorosa y empatica, y puede que no lo vaya a ser con todo el mundo, pero haré mi mayor esfuerzo, ¿de acuerdo?.

-Wow, linda, ¿quien eres?.

-sigo siendo yo.

-Estaré aquí para ti en cada paso que des. Promesa.

"Promesa"

Corta palabra, pero de alto peso.
Muy alto peso.

¿Cómo puede llegar a ser una persona que conoces en tan poco tiempo tan importante para ti?

Simple, no había explicación.

Las personas llegan a tu vida con cierto propósito, y no sabias cual era, hasta que lo cumplieran.

Algunas llegaban a enseñarte a no confiar en cualquiera, otros, a enseñarte el significado de la palabra "amistad" y otras, a enseñarte que es el amor.

Así que, no tenía certeza del papel que Jayden cumpliría en mi vida, pero estaba segura que quería averiguarlo.

No sentía miedo, me sentía segura de lo que estaba haciendo, y si algo salía mal, tendré a quien hecharle la culpa.

A mí.

Ten en claro que si algo se mete en mi mente, nada lo saca.

Nos quedamos mirando un par de segundos y Jayden habló.

-¿quieres ir a comer algo?- preguntó

Mmm. Todo menos eso.

-Comí antes en mi casa, pero si quieres te acompaño.

-No, podemos ir a mi casa a ver películas, ¿que dices?.

-Suena bien.

Nos dirigimos a la casa de Jayden en silencio, pero no un silencio incómodo, sino, uno donde no se necesitaban palabras para decir lo que el corazón sentía.

Llegamos y su casa estaba sola. A pesar de que eran cinco en su casa, ni sus hermanas, ni su padre estaban.

-Ven, te mostraré algo

Subimos a su habitación.

Una habitación bastante normal, lo que llamaba la atención en ese lugar, eran los postes de bandas musicales, al parecer teníamos los mismos gustos.

-¿Te gusta Nirvana?- pregunté sorprendida al ver la imagen de Kurt Cobain en una de sus paredes.

-Sí, pero soy más team "Dumb" que "Smell like a teen spirit".

-Dumb es aburrida, es igual que "something in the rain", voy por el espíritu adolescente, gracias.

-De acuerdo. Mira, te mostraré ésta canción, que, realmente cuando la escucho, pienso en ti.

"¿Qué?"

-¿Qué?.

Opps, pensé en voz alta.

-Sí, me gusta mucho Coldplay, y una de mis canciones favoritas, me recuerda mucho a ti.

-Mi padre amaba Coldplay.

-Bueno, tengo algo en común con él entonces.

-Supongo que sí, muéstrame la canción.

Entonces, el ojiazul puso "paradise-coldplay" y mientras leía la letra, a pesar de que me la sabia de memoria, al derecho y al revés.

Esa canción me hizo llorar como nunca en mi vida.

O tal vez no había sido la canción, sino la idea en la que me tenía Jayden, y lo acertada que ésta estaba.

-¿Qué te parece?- Jayden me volteó a ver y se dió cuenta que estaba llorando.

-Es... perfecta.

-Como tú

Volteé a mirar rápidamente a Jayden y nuestras miradas chocaron.

Azul contra verde. Cielo y Tierra, Flores y pasto, Jayden y yo.

No sabia lo que me pasaba con éste chico. Lo que si estaba segura, es que no dejaría nunca que ese azul de cielo dejara de mirarme como lo hacía.

No me rendiría con él.

Promesa.

Mi pequeño gran desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora