vol 2 cap 31 - testimonios

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09/10/22: existen tantas órdenes de caballería templista cómo granos de arena en el mundo o estrellas en el universo

20/10/22:desde ahora cursiva es para susurrar
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Pov: infantería de exploración

Bitácora del capitán Markus, observaciones del terreno, la corrupción presenta niveles inexactos, el medidor señala una porción media pero el ambiente parece tener signos mínimos de la misma

—Hey Mark, creo que tienes que ver esto— dijo uno de mis hermanos, ahora mismo somos 15 en total si omitimos a los jinetes negros

Mi equipo cuenta con 3 sacerdotes, Luca, Leo y Daniel un nuevo hermano de batalla, el resto somos simplemente hermanos y hermanas miembros de la orden del vigilante, entre ellos el más destacable es Harkon un hijo de Senia

—¿Que ocurre? — pregunté mientras me acercaba a el

—huele esto

Mi hermano tomó una rama de un árbol de aspecto saludable, sin embargo, el aroma de la madera era simplemente repugnante, apestaba a carmesí, pero no tenía el más mínimo rastro de la misma

—dale eso a un sacerdote, dile que intenté purificarlo— dijo el entregando la rama

El análisis del sacerdote fue confuso, efectivamente la rama estaba corrupta, sin embargo, no había rastros aparentes además del aroma y la respuesta agresiva del material al ser purificado levantaba las alarmas, simplemente la madera se había hecho polvo

Decidimos no confiar en nuestros ojos y guiarnos por el resto de nuestros sentidos, el resultado fue bastante sorprendente, la corrupción no era visible al ojo humano, pero si al ojo templado, el problema fue la cantidad absurda de carmesí en el lugar

Nos retiramos de esa zona confiados en la resistencia de nuestra armadura y continuamos explorando el extraño bosque corrupto, el ambiente no parecía hostil, así que nos decantamos por tomar muestras de hojas, madera, suelo y uno que otro animal muerto en estado de descomposición avanzada

El carmesí simplemente estaba allí, su característica agresividad brillo por su ausencia, pero aun así no bajamos la guardia, aunque sentimos una ligera perturbación en la protección del abrigo que llevábamos encima

Y entonces, encontramos el origen de la perturbación, o más bien dicho él nos encontró

—¡Templarios! — grito un simple guardia teocrático

—este bosque está corrupto, no deberían estar aquí sin la protección adecuada— dije mientras me aseguraba de poner a los sacerdotes a cubierto en la seguridad de mi grupo y la misión

La tensión en el aire era clara, normalmente los notaríamos antes, pero ahora mismo estábamos intentando averiguar el extraño fenómeno y nuestros sentidos estaban limitados y aturdidos por el ambiente

—shhh.... bajen sus armas, no sean idiotas, es la orden del vigilante, no van a entrar en combate solo porque nos vieron— diría el que supongo es el inquisidor de turno, admirable que sea alguien racional y culto teniendo en cuenta su ambiente laboral

Es una lástima que desprenda un aroma pútrido, pero no es nada excesivo, se puede corregir aun, aunque supongo que tendría que recibir una penitencia primero, no estoy en posición de dar un juicio

—sí, somos la orden del vigilante, cómo ya dije anteriormente, estamos investigando una extraña corrupción— exprese mientras disuadía a algunos de mis hermanos más jóvenes de desenvainar sus armas

—y ¿Dónde está? Esa.... corrupción — pregunto confundido el inquisidor mirando el ambiente

—aquí mismo, aparentemente, aun no logramos comprenderla, no parece dar los signos comunes, simplemente... esta aquí, logramos sentiría con detección mágica y nuestro artefacto— dije ocultando algunos detalles mientras mostraba parte del pequeño artefacto de mano

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