10° El Amanecer Y La Tranquilidad

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Pequeños rayos de luz golpiaron suavemente su rostro. Últimamente le era muy molesto el despertar.

Abrió sus ojos lentamente, suspiro al ver su alrededor. Estaba en el tejado de la finca, agradeció que fuera de mañana.

Si tenía suerte, podría llegar a la habitación antes que señorita Aoi o las niñas o peor aún la señorita Shinobu.

Bajo del tejado, maldijo al sentir su ropa mojada, de seguro se enfermería, pero eso no importaba. Suspiro al sentir el frío en sus pies.

Gracias a la lluvia, la tierra esta mojada, ahora de seguro se enfermería. Camino por los pasillos, intentando no hacer demasiado ruido.

Agradeció el hacerse despertado temprano, deseo que Zenitsu no se allá despertado.

Aunque, si no estaba en la habitación, Aoi pensara que el dio un paseo al inicio del día o que simplemente se fue.

Miro la puerta al frente suyo, abrió la puerta, por suerte no están Aoi ni alguna de las niñas y tampoco Zenitsu se había despertado.

Con molestia camino hacia su cama y se acostó, luego tendría que sacar las sabanas antes de que alguien llegará o lo viera.

Intento dormir, después de un rato abrió los ojos con molestia al no poder dormir. Se sento en la cama y miro las sábanas.

Estaban algo mojadas pero no importaba tanto, suspiro miro la ventana, solo se podían ver ramas y flores que hacían de las ramas. Junto con un hermoso pasto verde claro.

Lo que más le gustaba de la finca mariposa era el hermosa jardín que había junto con las mariposas.

La finca tenía ese nombre no sólo por el pilar que se encarga de ella, si no también por las diversas mariposas de hermosos colores.

Al haber mariposa, también hay hermosas flores. Las flores son la parte favorita de la finca para Hiroshi.

El sonido de pasos en el pasillo se podían escuchar detrás de la puerta, aunque eran ruidos pequeños eran fáciles de escuchar.

Hiroshi suspira y vuelve acostarse. Debería saludar a la persona que entrara o fingir que dormía, medito por unos segundos.

La puerta se abrió, mostrando a una joven de pelo negro y ropa blanca, Aoi.

-Mm, ¿aun siguien dormidos?- pregunto algo suave.

-Zenitsu parece que si- respondió sentándose el pelirojo - Buenos días señorita Aoi- saludo.

-¿Eh? Buenos días Hiroshi, creo que estabas dormido- la joven se acercó a el joven, dejó en la mesa de noche, una bandeja.

El joven ni respondió nada, solo miro la bandeja, era un vaso junto a algunas medicinas, supuso que talvez el líquido en el vaso también podía ser medicina.

Hiroshi tomó el vaso junto a la medicina y tomó del líquido, era un sabor algo vacío solo era amargo pero dulce.

Suspiro y miro a la chica ella se había alejado para poder despertar al rubio.

Los gritos del joven junto a sus quejas y reclamos. También gritaba de que la medicina sabía mal y que en vez de curarlo lo envenenaria.

Hiroshi miro la escena en silencio, término de tomar, dejó el vaso en la bandeja, se levantó de la cama y camino hacia la puerta.

No tenía ganas de hablar mucho, aunque no le molestaría hablar con el rubio.

Camino algo lento hacia el patio de la finca, solo habian paso dos días desde que despertó y más desde que llegó a la finca.

Si era sincero tenía ganas de volver a tener misiones, pero sabía que tanto el pilar como Aoi o alguna de las niñas no lo dejarian.

Miro la puerta que daba al patio, y suspiro, cambio de dirección fue a buscar sus cosas, aunque no sabían dónde podrían estar.

Tal vez podría ir a casa con la ropa que llevaba, era blanca y larga algo que le gustaba, aunque no mucho el color prefería algo más oscuro. Rojo tal vez.

Pero aún que quisiera irse no podría, sabía que tenía que mejorarse y recuperar sus cosas y ropa.

Camino por los pasillos tal vez podría encontrar las cosas, tal vez podría ser que sus cosas estén serca de su cama.

Suspiro, tal vez debería volver a la habitación, y ver si hay estaban sus cosa aún que lo dudaba.

Camino en silencio hasta llegar a alguna habitación. Mientras caminaba escucho ruidos desde una de las habitaciones.

La tercera a la izquierda, la puerta estaba media abierta y voz se. Escuchaban dentro.

Una voz suave y tranquila, no podía escuchar del todo lo que desia pero esa voz se le hacia conocida.

Al inseguro camino hacia la puerta, se asomo, dentro estaba un cama simple con sabanas completamente blancas. Una caja estaba serca de la cama.

La Caja era algo grande de madera con partes de lo que parecía metal, era un diseño simple pero lindo, parecía haber sido echo a mano, la puerta de la Caja esta abirta.

En el lado que era tapado por la puerta es donde suponía que estaban las personas que hablaban o solo una persona.

Hiroshi aunque no le gusta meterse en la vida de otros, intento abrir más la puerta intentado no hacer mucho ruido pero fallando.

-Eh, ¿Hay alguien ahí?- pregunto la voz.

-¿Mmm?- suena otra voz aunque algo más ahogada.

-Yo... Lo siento- se disculpó, Hiroshi término de abrir la puerta dentro estaba el cazador verde.

-¿Oh? No te preocupes, Buenos días Hiroshi-san-

-Si.. Buenos días... Esto lo siento... he olvidado tu nombre- respondió el saludo el cazador rojo.

-Ah... Lo olvidaste, bueno. Soy Tanjiro Kamado- se presentó sonriendo el de verde.

-Mmm-

Hiroshi dejo de mirar a Tanjiro. Y miro de donde venia ese ruido.

-¿Eh? Oh... Hiroshi ella es Nezuko es mi hermana- volvió a sonreír el joven.

-Es el demonio que curro a Tengen- recordó.

-Si ella misma-

Hiroshi miro al demonio, el pequeño demonio se acercó a Hiroshi, el solo se quedó mirando.

Tanjiro miro sonriendo esperando que el otro cazador dijiera algo, el cazador levanto una de sus manos y deja caer suavemente su mano sobre al cabeza del demonio.

-¿Tu hermana es un demonio?... Eso debe ser difícil- dijo mientras seguía acariciando al demonio.

Tanjiro solo asintió y miro a su hermana, Hiroshi solo suspiro.

El silencio lleno la habitación, solo era detenido por los ruidos de respiración de los cazadores y los murmullos del demonios.

Hiroshi sintió calidez, el cazador menor daba ese sentimiento, traquilidad y calidez, y el demonio solo era una mezcla de calidez y inocencia.

Se sintia como en casa.

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El demonio después de un rato se había quedado dormida el cazador movió al demonio a la cama y se sento junto a ella.

El Kamado se sento al otro lado de el Cazador, los dos hermanos abrazados a Hiroshi, aunque los dos lo hicieron sin darse cuenta.

Hiroshi solo cerro sus ojos y intento dormir también.

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Nishimura Hiroshi : Sweet Lightning Donde viven las historias. Descúbrelo ahora