Clark permaneció férreo vigilando al ascensor de la Torre de los Vengadores. Inquieto, repiqueteó el suelo con el pie derecho y se llevó un buen sorbo de alcohol a la garganta. Hizo una mueca por el placer ardiente y respiró con vitalidad. El calor que sentía animaba su espíritu y también lo estaba torturando. La gente disfrazada que pasaba frente a él lo saludaba amistosa y pese a que estaba distraído, en ocasiones levantaba la mirada para contestar con un ademán. Ni siquiera los trajes más originales lo impresionaban. Arlequines, deidades, monstruos, nada de esas cosas parecía llamar su atención.
Hasta que el elevador se abrió y Steve Rogers bajó con un rostro tímido. Superman quedó atónito y sintió un puñetazo en el corazón. Una descarga de lascivia salvaje lo electrificó, y entonces bebió un poco más. ¡Dios mío! El soldado que miraba a lo lejos que además era su esposo, se veía increíblemente sexy. Se había vestido con un disfraz romano, mucho más atractivo que cualquiera que habría visto. No sabía con certeza qué personaje era, pero oyó a alguien decir que se trataba de Mercurio del videojuego Smite, sin su casco.
Esos brazos musculosos, el cuerpo robusto y trabajado, sus labios rosas, las piernas de Steve. Todo lo que Clark percibió lo había enardecido. Situó su vaso de alcohol vacío sobre la mesa de snacks y decidió caminar hacia su esposo.
Ni siquiera sabía qué disfraz llevaría Steve a la fiesta de Halloween que Tony Stark había organizado. Le había dicho que sería una sorpresa y menudo impacto que se llevó al ver a su esposo de esa manera.
- ¡Oye Clark! – Diana se interpuso. Llevaba un disfraz de súcubo de colores violeta, alas demoniacas y una cola triangular. – Te necesito un minuto, no podemos mover las máquinas de espuma. Y también Tony nos pidió instalar más láseres para la fiesta. ¿Puedes? –
- ¡Vete al infierno Diana! – Clark quería rechazar la petición y bromear con algo a juego con su disfraz. Pero sea cual fuese su respuesta, ella terminaría llevándoselo de la oreja. Así que se tragó el coraje y asintió con manía. - ¡Claro, por qué no! –
Diana le puso una cara sospechosa. Sabía que su compañero era un animal, pero no entendía por qué se había ganado todo ese griterío. Clark la siguió mirando a su esposo, Steve parecía buscar a alguien con la mirada.
- Bien. Todavía no entiendo. – Thor apareció con unos tragos y sacó al Capitán América de su ensimismamiento. – ¿Por qué no decirse los disfraces que usarían hoy? ¿Y por qué llegaron a la fiesta separados? –
Steve ya lo había explicado ochenta veces. Recibió su vaso y se quemó la garganta con la viveza del alcohol. – Clark y yo estamos hartos de discutir quién va arriba y quién va abajo, ya sabes. Por eso decidimos hacer una apuesta. Hace 3 semanas no hemos tenido sexo, el primero que ceda será el pasivo. – Él se ofendió al ver que Scott lo miraba con incredulidad. –
- Amigo mío, vas a perder. Te conozco y eres muy celoso. Estás en un terreno donde muchos hombres y mujeres querrán seducir a tu esposo. ¿No pensaste en eso antes? –
- ¡Claro que no, Scott! Piénsalo bien. – Thor rebatió. – Clark es una máquina insaciable de lujuria. Probablemente esté a dos pasos del manicomio. Y cuando vea a Steve, no podrá soportarlo más. –
El Capitán América se sintió orgulloso y volvió a beber de su trago. Tampoco debía confiarse demasiado, los dos chicos tenían razón. Él era muy celoso y Superman tenía una lívido traicionera. Aun así, confió en que su disfraz de mensajero romano lo condujese a la victoria. Clark de seguro querría besar sus labios, manosear sus brazos y su trasero, golpearlo contra su cuerpo. Todas las cartas estaban echadas, el hombre de acero no resistiría mucho ante el poder seductor de su novio. Steve también sabía cómo jugar y seguramente tendría la ventaja en esa situación.
ESTÁS LEYENDO
Eros [SuperCap] [En Edición]
RomanceUna colección de relatos sobre "Supercap" y/o Chris Evans x Henry Cavill, en múltiples momentos espaciotemporales. Este escrito contempla historias sin línea cronológica y con enfoques variados que no necesariamente se ajustarán a las películas orig...