Koko x Uraraka (Parte 2)

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Le extendió dos sobres, uno era de tamaño carta y el otro más pequeño era grueso, la castaña supo de inmediato que era dinero.

—Lee lo que hay allí, y luego decides, no te obligaré a aceptar, pero te beneficiaria más decir que sí— tragué grueso, sabía que un tipo como él haría lo que sea por conseguir lo que desea... Aún no logro entender de forma racional lo que quiere conseguir de esto pero... Quizás puedo aprovecharlo, debo pensar bien en esto.

Pov Koko

Su expresión demostraba su evidente desconfianza y miedo, la mayoría de chicas se muestran alegres ante tal propuesta, aunque claro, esas chicas si dedicaban a brindar esta clase de servicios.

No puedo creer que halla llegado a este punto, por ella, sin algún otra intención... Monetaria de por medio.

Supe que algo no estaba bien desde la primera vez que la ví, no sé bien de que va está sensación. Aquella vez al salir del local, corrí a Himiko de inmediato, uno de mis guardaespaldas la escoltó de regreso al Host Club que manejaba Bonten. Mientras que yo me quedé en el auto mirando la entrada del local, mi mente estaba medio en blanco porque aún me quedaba la duda, ¿Que rayos sigo haciendo aquí?

Apoyé el codo en la ventana del coche mientras apoyaba el pulgar en mis labios, la respuesta al porque no me voy no llegó en ese momento, decidí dejarlo porque la ví salir, su blusa aún estaba manchada de café.

"Ni siquiera se cambió"

Ese pensamiento más que sonar como reproché, me generó duda; usualmente las tiendas tienen vestidores para los empleados, y más si se trata de una tienda de lujo, es decir, debió cambiarse, ¿Porque no lo hiciste?

Ochako Uraraka, realmente desde aquella primera vez, me llamó mucho la atención y tu cara es recurrente en mi mente, como una segunda ventana en el navegador, inclusive fui a hablar aquella vez que estuvo con ese chico, un niño insignificante me hizo irritar, que denigrante...

Es claro que ella no es mi tipo usual, pero al menos tengo la certeza de que su carácter es mucho mejor que el de las rubias oxigenadas que siempre llevo... Ese tono amarillo tan chillón me hastia...

Mi mente se perdió al recordar, al recordarlo...

Claro... Es evidente...

"Nadie tendrá tu color, un brillo tan cálido como el sol..."

Suspiré ligeramente.

—¿Señor Hajime?— la vocecita de mi acompañante me despertó de mi agradable ensoñación.

—¿Que sucede? ¿Ya has decidido?— pregunté sin levantar la vista de la bebida que tenía frente a mi.

—Solo... Sólo quiero estar segura de algo— le hice un ademán para que continuase— ¿Me promete que no correré ningún riesgo? He escuchado a lo que se dedica... y no quiero quedar en medio de algo, no quiero preocupar a mis padres por salir herida— suspiré de nuevo, ay está chica... al fin la miré de frente, ya que tal parece que no había despegado mi mirada de la mesa desde hace rato.

—No puedo garantizarte eso por completo, pero si te puedo decir que lo más grave que le ha sucedido a alguna de mis acompañantes es una rotura de tobillo y un disparo en la mano— le dije con sinceridad, hablé con los demás sobre esto, diciéndoles que sería costoso callarlas o pagar los gastos médicos, así que es mejor mantener a esas mujeres seguras, además esos gastos supondrían más trabajo para mí.

La cara de la castaña estaba prácticamente blanca, se denotaba su terror, ¿Quizás fue muy directo? Bueno, no había otra forma más agradable de decirlo. Quiero conseguir un si a como de lugar, pero debe saber la verdad, así luego no podrá reclamar, sobre aviso no hay engaño.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2023 ⏰

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