Pequeños relatos de amor (One-shots)

Las flores del adiós a lo que nunca fue (Woojin x Yaguchi)

Crossover de Blue Period y Love Jinx

Esto salió porque Yaguchi se parece al hyung del Manhwa love Jinx, así que pensé en una historia interesante pa poner a estos dos juntos, inclusive ya he hecho dibujos, que más bien son edits de paneles del manhwa, esos los publicaré en mi instagram.

Espero les guste, y si desean más, no se olviden de votar, comentar y seguirme 🥰.

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Admiro la mejor cuadro que he hecho hasta ahora... Quizás mi obra maestra: "Hanahaki"... Ese es su nombre.

Todos, mis amigos, profesores, críticos y público en general, han dicho cosas muy buenas de el, inclusive lo han querido comprar pero, aunque resulte asfixiante para mí corazón, es lo único que me queda de aquellos días en lo que fui tan felíz.

Aquellos momentos en los que entregué por uno u otro motivo todo de mí, solo pensaba darle una parte, pero cuando me dí cuenta, se había llevado todo, quedándome sólo con mis lágrimas, y una flor marchita en la garganta.

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Tiempo atrás...

Las calles estaban serenas en ese momento, la noche se apoderaba de la ciudad y daba una penumbra de calma, sin embargo, esto no era así para la única persona despierta a tales horas de la madrugada.

—Quien dijo que el dinero no da la felicidad debió ser alguien que cagaba oro, ¡agh!— Habló frustrado el joven artista mientras arrugaba con violencia los recibos de sus materiales y el aviso de pago de la colegiatura de la universidad. Ya estaba a punto de iniciar su siguiente semestre, y pese a que la cantidad de dinero no es tan grande como en una escuela privada, seguía siendo un gasto importante.  Desde que su madre enfermó, todo había empeorado con respecto a su situación financiera.

El joven arrojó los papeles que tenía en su mano al escritorio, a la par que tomaba un cuaderno y lo ponía encima, no deseaba verlos ni de reojo.
Se fue a tirar en la cama, pero estaba inquieto, temía no poder pagar todo y tener que dejar la escuela. Sabía que su padre haría hasta lo imposible para que eso no pasara, eso implicaba muchos sacrificios para su progenitor que tanto lo ha apoyado en su decisión, Yaguchi de tan solo imaginarlo... No ni siquiera quería imaginarlo, su corazón no soportaría todo aquel esfuerzo de parte del hombre.

Después de tanto movimiento ansioso en la cama, se quedó quieto, tumbado boca abajo, sumido en la oscuridad.

—Tengo que buscar un trabajo de medio tiempo— susurro para sí mismo, primero cómo algo que se le ocurrió al aire, luego, se volvió una decisión determinada —Si... Eso haré... Mañana, después de ver a Mori-senpai...

El cansancio le venció al fin, quedándose dormido, esto no porque ya estuviese más tranquilo, sino porque todo el trabajo que tuvo esos días y las anteriores dos noches de insomnio le pasaron factura.

A la mañana siguiente se levantó relativamente temprano. Miro el reloj de su pequeña mesita de noche.

—Apenas las siete— vio a la ventana que mostraba los primeros rayos del curioso sol que descubrían la habitación. No tardaron en llegar a su rostro, molestándote la vista.

El chico ya no tenía sueño, y quedarse allí solo significaría más martirio para él, así que se levantó.  Tomó una ducha tibia, fue a desayunar; preparó algo sencillo, dejando un poco en un toper para cuando su padre regresara del hospital, pues estaba con su madre todo el tiempo posible, el resto de su tiempo lo ocupaba en su trabajo, solo iba de cuando en cuando a su hogar para darse una ducha y traer más ropa. Yaguchi suspiro pesadamente mientras se mordía el labio.