Capitulo 12

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El pelinegro abrió los ojos algo adormilado,
mirando hacia su alrededor, viendo las ropas tiradas por la habitación, recordando lo que había pasado la noche anterior, causando una pequeña sonrisa y un sonrojo en sus mejillas.

Levantando un poco la mirada, encontrándose al pelimenta plácidamente dormido, volvió a bajar la cabeza, acomodándola en el pecho del pálido, al igual que su mano izquierda, escuchando y sintiendo los latidos del corazón de este.

Después de unos minutos el pelimenta comenzó a despertar tomando la cintura del pelinegro pegándolo más a él.

Teniéndolo ya muy cerca por fin abrió los ojos, encontrándose con los ojos del pelinegro que parecían dos hermosas estrellas, con un brillo indescriptible.

- No me veas así Yoongi.
Dijo avergonzado el pelinegro escondiéndose en el pecho del pálido.

- Feliz cumpleaños mi bella estrella.
Yoongi tomo del mentón a Hoseok para qué levantará la mirada de su escondite y ya cuando lo estaban cara a cara el pálido hablo.

- Jamás me voy a cansar de decirte lo mucho que te amo, amo el brillo de tu mirada y tu sonrisa es lo que más me encanta...

- Eres mi alegría desde que hemos estado juntos y no sé qué haría sin ti... Ni siquiera pude estar sin ti dos días por qué tuve una recaída... Mi corazón dolía al no sentirte cerca.

Hoseok pego su frente a la del pálido unos segundos hasta que hablo.

- Yo Jung Hoseok prometo amarte en esta y en todas las vidas que sean necesarias.

- Yo siempre te estaré esperando a ti... No importa si tardas en encontrarme años o siglos, quiero que sepas que alguien te estará esperando para amarte... Solo debes de tener paciencia y no rendirte.

No pudo hablar más, ya que Yoongi lo beso.

Cada beso se sentía como el primero, las mariposas en el estómago estaban ahí, incluso la sensación cosquillosa en sus labios.

Hoseok corto el beso para hablar primero.

- No hice yo una promesa en el lago, así que ya te la dije aquí.

Volvieron a un beso más apasionado, pero esta vez fueron interrumpidos por la madre de Hoseok al tocar la puerta.

Se separaron rápidamente, abriendo los ojos como platos y de un brinco salieron de la cama para buscar sus ropas.

- Hoseok, cielo, abre la puerta.

¿- Aún estás molesto con Yoongi?

- Creo que deberían arreglar las cosas amor, no me gusta que peleen entre ustedes, jamás había durado tres días peleados, normalmente de pequeños duraban treinta minutos.

- Además, hoy es tu cumpleaños... ¿No pienses invitarlo a cenar para celebrar que cumples veinte años?

¿- Vendrás a cenar?
Pregunto en voz baja Hoseok al pálido mientras se ponía sus bóxeres.

- Sabes que sí.

- Mamá, ya hablé con él por teléfono y arreglamos las cosas... Vendrá más tarde para cenar.
Dijo apurado buscando sus pantalones.

- Pero él había dicho que había roto su teléfono

Yoongi comenzó a reír bajo mientras abrochaba sus pantalones.

- Compro otro teléfono mamá.

¿- Estás con alguien Hoseok?

Yoongi paro terminando ponerse la camisa para escuchar con atención lo que decía la madre del pelinegro.

"Cuántas vidas tengo que esperar para que me ames"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora