Amor por Contrato || Arthur Havisham

Hogar dulce hogar

La atmósfera lucia demasiado tranquila, la música clásica de fondo acompañaba la velada de los jóvenes

- mis padres han llamado esta mañana, y preguntaron cuando volvería a casa- expreso la joven

- ¿Que les respondiste?- pregunto con mucha curiosidad Arthur

- Les dije que había encontrado un trabajo- sonrió - uno en donde mi jefe me agradaba

- ¿A si?, ¿Y tu jefe es guapo?-

- Honestamente no- expreso entre risas- y sabes tengo muchas quejas de él -

- Quiero saber todo sobre tu jefe, ¿Como puede portarse así con mi esposa? -

- Lo se, veras es una persona un poco odiosa, y necia, suele ser orgulloso en ocasiones, y cuando se enoja su cara se vuelve roja, luce como un tomate en temporada de madurez - dijo entre risas - ahora que lo pienso, es un buen hombre, es lo que una mujer desearía

Arthur solo miro como la sonrisa de la joven se desvanecía de su rostro, comenzo a entender que no era el único en el que los sentimientos comenzaban a surgir

- ____ - expreso con un tono serio, la sonrisa que se reflejaba en su rostro, también desapareció - Se que en estos días las cosas no han marchado bien con mi familia, pero prometo que esto se acabará pronto - mientras la tomaba de la mano

- Lo se- menciono con un tono desanimado- y en verdad espero que haya sido de ayuda-

Alejo su mano de la de Arthur y se puso de pie

- Te espero en el auto - mientras dirigía su vista hacia al frente

Arthur quedo confundido por la acción de la mujer, y solo pudo observar como se alejaba y desaparecía entre las flores que decoraban el espacio

Ciertamente había transcurrido ya casi 1 mes desde que todo esto comenzó, los sentimientos de Arthur estaban hecho un caos, el sabía que era demasiado pronto para admitir un amor hacía la joven, pero también sabía que ella ya no le era indiferente, y él tampoco lo era para ella, la cama de la habitación fue testigo de ello

- ¿Que hace es aquí?-

- Acompañando a mi esposo ¿Que no es obvio?- menciono la joven sin detener el paso

- ¿No te cansas de estorbar?-

Las palabras hicieron que la jóven frenara su caminar - ¿Tu no te cansas de rogarle a alguien que NO te quiere?- pregunto, mientras se daba la vuelta, para encontrarse frente al rostro de Joanne que expresaba enojo y decepción, por verla parada frente a ella- Sabes, no es tarde para visitar a un psicólogo querida, eso de la obsesión es una enfermedad - menciono

La jóven se encontraba demasiado aturdida con sus pensamientos como para discutir con alguien con un pensamiento tan egoísta como el de Joanne, sin decir una palabra se dio la vuelta para continuar su camino

- Eres una maldita zorra- grito de repente la mujer, causando que todo el lugar quedara en completo silencio ante el hecho

- ¿Es la única ofensa que sabes?- menciono la joven, sin detener su camino

- ¿Que diablos te sucede?- expreso una voz ronca, que se alojaba detrás de ella- ¿Te has vuelto loca?, Estas armando todo un alboroto -

El señor Havisham había escuchado la pequeña discusión entre su nuera y Joanne, más bien todos en el lugar la habían escuchado

- Lo siento señor, es solo que..

- En este momento te exijo que te regreses a Londres mañana mismo, no tolerare tus comportamientos ridículos - mencionó con un claro tono de enojo