Pociones: Amortentia

1K 129 5
                                    

Remus había aceptado ser su pareja para esta clase de Pociones para la que había logrado reunir los ingredientes necesarios para la pócima que les tocaría hacer, esto con ayuda de James y Peter y un pequeño descuido de la profesora Sprout, pero siempre podría culpar a Slurghon quién siempre se podía encontrar husmeando en las plantas de la profesora.

No tenía por qué estar nervioso, ya sabía que iban a hacer Amortentia pero eso no quería decir nada, es decir, hacía poco que había conocido a Remus y si, es cierto, cayó por el desde que sus ojos se posaron en el chico, pero no había pasado el tiempo suficiente como para enamorarse... Cierto? Además, en un hipotético caso de que si lo estuviera no habría forma de que Remus se enterara... Verdad? Porque él podría decir los olores pero no habría manera alguna de que el chico se identificara con ellos o si? Es que el chico era un hijo de puta muy listo.

Entonces haría un plan que consistía en inventar olores, de la manera más natural posible para que nadie sospechara, no podía humillarse así frente al chico, no otra vez por lo menos y no frente a toda la clase.

Había llegado el momento de la clase y Sirius estaba terriblemente nervioso, no le importaba ser un asco en pociones, ya sus amigos sabían lo malo que era, pero Remus no y quería, realmente lo quería impresionar, por qué? No estaba seguro, era una ridiculez pero lo quería impresionar. Entró al aula de clases donde ya estaban la mayoría de sus compañeros. Lily y James se habían sentado justo detrás de Remus quién le guardó el asiento con su mochila. El chico estaba hablando con la pelirroja por lo que fué el primero en verlo y le sonrió, Sirius le devolvió el gesto y se acercó a él.

- Hola, cómo estás? - preguntó sonriendo -.

- Muy bien y tú? - le contestó Remus -.

En ese momento tres chicos cerca de las repisas se estaban jalando de las túnicas para llegar primero a los ingredientes.

- Excelente, tenías razón no? - Remus asintió con una sonrisa astuta y miró de reojo, solo con un poco de malicia, a James-.

- Si, a James lo golpearon - anunció-.

Sirius volteó a ver a su amigo y este tenía una marca roja en la frente y se veía enfurruñado. Tuvo que morderse el labio para no reír.

- Prongs, qué te pasó?

- Olvidé un ingrediente y fuí por el, pero un imbécil llevaba un caldero y me golpeó.

- Fué un accidente James - le dijo Lily -.

- Un accidente, dices? Quién lleva un caldero para tomar un ingrediente? - susurró molesto-.

- Alguien que sabe lo que hace - asintió Sirius -. Alguien inteligente.

- Pues tiene que ser, era Ravenclaw - acusó James y miró a Remus-.

Remus ocultó una risa con su mano.

- No lo voy a negar, pero quizás era un jugador de Quidditch, un bateador para ser más específico.

Pareció haberlo dicho sin dobles intenciones y era cierto que el chico con el caldero en la mano era un bateador pero Sirius no pudo evitar sentirse aludido.

- Nos dices salvajes? - exclamó Sirius entre asombrado y enamorado -.

Remus abrió sus ojos, recién caía en cuenta que Sirius era bateador en Gryffindor y no pudo evitar reír.

- Solo digo, que otro Ravenclaw podría llevar un caldero en mano mientras lucha entre una marea de personas? Cuánto mucho llevan libros de tapa dura.

- Ese es un buen punto - afirmó James -.

- No todos los bateadores son salvajes - mencionó Sirius tomando asiento-.

- Ja! - escuchó detrás de él, ambos chicos se voltearon a mirar a Lily -. Aún no he visto el primero que no lo sea.

- Evans - gruñó Sirius entre dientes, haciéndola reír-.

El profesor Slurghon llegó y dió inicio a la clase luego de emparejar a algunas personas porque no había ingredientes para todos. Habló sobre la Amortentia, dió las instrucciones y comenzó la acción. Para Sirius sin duda alguna fué una gran ayuda que James estuviera detrás de ellos, quién lo estaba haciendo mucho peor que él, solo porque se distraía con mucha facilidad por Lily, por lo que él no estaba quedando tan mal ante Remus quién a su vez se reía, disimuladamente, de James y Lily.

Una hora y media más tarde de desastres, un caldero volteado, algunos gritos y alaridos del profesor Slurghon tenían listas las pociones, bueno pociones de cualquier cosa menos de Amortentia con una sola excepción que era Severus Snape cuyo único caldero era el que desprendía un agradable aroma y su vapor era rosado en forma de corazón.

- Bien - habló el profesor un poco sudoroso y nervioso-. Hablaré con el profesor Dumbledore para que en definitiva elimina esta poción, quizás solo la teoría sea buena - muchos rieron, otros estaban bastante frustrados-.

- Crees que tuvimos éxito? - preguntó Sirius en un susurro, Remus suspiró y miró su caldero, el líquido era de un azul cielo muy bonito-.

- No lo creo, pero una vez en tercero haciendo una poción, me cayó encima y me salió un feo sarpullido, estuve una semana así - Sirius hizo una expresión de dolor y Remus rió -. Después de eso cualquier poción que no me caiga encima es un éxito para mí.

Sirius rió y Remus con él.

- Cómo de costumbre el único que hizo de manera correcta la poción fué Severus, un aplauso para él.

Muy pocos aplaudieron con el profesor y no de muy buena gana.

- Y señor Potter - James lo miró -. No permitiré que sea compañero de Lily en otra ocasión, estoy seguro que de hacerlo ella misma hubiera sido algo maravilloso.

James hizo cara de ofendido y todos rieron. El profesor Slurghon llamó a la calma de nuevo.

El profesor los hizo pasar uno por uno para que fueran testigos de los efectos en la Amortentia en cada uno. Ya todos sabían lo que James percibió, todo lo que Peter pudo oler fué dulces,  Lily el shampoo de James y Remus... Remus sintió el aroma de algo como colonia y libros que dejó pensando a Sirius durante la clase hasta que escuchó su nombre.

- Vamos hijo, no seas tímido.

Se levantó y caminó hasta el escritorio, fué muy consiente de la cantidad de chicas que se adelantaron en sus asientos, todas muy atentas a sus movimientos.

Sirius con el corazón desbocado se acercó al caldero y olió, sus pulmones se llenaron de la escencia y suspiró aliviado, una sonrisa en la comisura de sus labios.

- Libros, chocolate y... Bosque? - respiró un poco más y en definitiva, era el aroma del bosque luego de una lluvia-.

- Interesante, tome asiento por favor.

Sirius se sentó junto a Remus de nuevo a quién le pareció evitaba mirarlo, Sirius sonrió y suspiró. Estaba muy nervioso por confirmar su enamoramiento pero la verdad no se esperaba aquella sensación de alivio y confort.

RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora