00

13.9K 781 25
                                    

Tenía conciencia sobre lo que sé hablaba de nosotros en los pasillos del castillo, sentía los murmullos atravesándome la nuca.

Bastarda.

Estaba consciente de que era una bastarda, lo había deducido mucho antes de que entendiera que significaba esa palabra.

Siempre supe que su forma de mirarme no era sencillamente la de alguien que simplemente te tuviera cariño, él me miraba de la forma en que un padre debería mirar a su hija, en sus ojos veía que moriría por mí y nunca vi esa mirada en la del hombre que se hacía llamar mi padre ante todos.

Amaba a Laenor, me había dado un apellido que me protegía y hacía lo que podía para proteger a mi madre, estaba segura de que nos amaba también y también estaba segura de que se sentía miserable por no haber podido darnos mucho más. ¿Pero como culpar a alguien que no se siente cómodo en su propia piel?

Pero Harwin Strong era todo... su sonrisa era tan reconfortante, sus palabras me llenaban de fuerza y siempre tenerlo a mi espalda me había hecho sentir invencible.

Ahora él estaba muerto y mi todo se había vuelto cenizas.

Apreté las manos contra mi boca intentando ahogar los sollozos, dolía... dolía tanto que me costaba respirar.

— Aemma. — la voz de Jace inundó la oscuridad de mi habitación, me encogí más sobre la cama y sentí como se movía hasta tenerlo tras de mi, sus brazos me rodearon y me apretaron contra él provocando que mis sollozos fueran mucho más fuertes y lastimeros. — Shhh.

— Du-Duele.

— Lo se.

Sentí sus lagrimas en mi cuello y quise gritar,
gritar porque era lo único que me permitiría expresar como realmente me sentía pero esa no era mi realidad, mi dolor tenía que ser en silencio.

Bastarda.

No podía llevar mi dolor como se debía.

Bastarda.

No podía quererlo como se debía.

Bastarda.

Y nunca podría llamarlo como se lo merecía.

Papá.

AEMMA | HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora