Capítulo quinto - "Consolado en brazos ajenos"

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Si alguien le preguntara a Chifuyu como se sentía, en este momento diría "no lo sé" o "bien", ocultando todo bajo una sonrisa y fingiendo que todo está bien mientras huye de sus problemas.

Después de haber corrido a Baji de su casa, lloró hasta que se cansó y a la mañana de siguiente se encontró en la misma posición en la que había quedado al parecer, su madre, no había llegado a casa, de nuevo.

Estaba acostumbrado y no podía guardarle ningún rencor después de todo ella hacía todo por él y para él.

Sin embargo, a veces realmente desearía que ella estuviera ahí para consolarlo, porque realmente necesitaba un abrazo.

Sin más remedio, se levantó de mala gana del suelo y se metió a bañar, no puede dejar que un pelinegro hormonal le arruine el día ¿o sí?

Limpió un poco la casa, desayuno y salió para comprar la despensa, su comida diaria no debe de ser puras sopas instantáneas, eso le haría mucho daño.

Se paseaba por los pasillos jugando con el carro, esto definitivamente sería más divertido si estuviera Takemichi con él, pero fue a una cita con Draken, y eso terminaría por la noche.

- ¡Chifuyu! - Sintió como alguien lo empujaban por la espalda, y por el impulsó salió patinando con el carrito de compras.

Finalmente, bajo uno de sus pies para poder frenar antes de chocar con algún producto.

- ¡Debiste ver tu cara Matsuno! - Sato tenía la cara completamente roja y unas cuantas lágrimas sobresalían mientras se agarraba el estómago intentando no caerse por la risa.

- ¡No es gracioso Ryūsei! Pude haber chocado con algo y romperlo, no seas estúpido. - Chifuyu responde enojado acercándose al otro chico.

-No te enojes Matsuno, era para que sonrieras. - Claramente Sato tiene maneras extrañas de hacer sonreír a la gente.

Chifuyu, inevitablemente sonríe y se deja llevar, Sato conduce el carrito con el otro chico a su lado y se dirigen a la sección de helado.

- ¿Estas comprando mucho helado, eres una chica en depresión o algo así? - Cuando recibe un golpe en su cabeza, y vuelve a ver a Chifuyu bajar la cabeza, se da cuenta del error que ha cometido. - Perdón, solo era una broma. -

- Tu broma no es nada divertida. - Sato pone su mano en la cabeza del rubio y revuelve suavemente su cabello. -Bueno, cómo disculpa te invito a comer ¿Qué te parece? -

Chifuyu lo duda un poco, pero acepta.

- Te recogeré en tu casa las 2 de la tarde, no olvides mandarme tu dirección. - Y así como apareció, se fue sin dejar rastro.

Sin embargo, una idea tonta pasó por su mente.

¿Sería esto una cita?

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⏰ Última actualización: Aug 05 ⏰

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