Cap. 26

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Días después.

¡Sean todos bienvenidos a la academia Lanling Jin! Es un honor contar con la presencia de los representantes de cada una de las mejores instituciones del país, esperamos que su estadía el día de hoy sea de su agrado.

A pesar del grato recibimiento de todos y la cortesía que emanaba la cuarta mejor academia del país, ninguno de los invitados presentes parecía contento con estar ahí.

La tensión era palpable en el ambiente, más que nada entre todos los directores, quienes le dirigían su peor mirada a Jin Guangshan.

"Si no fuera por ese imbecil, no estaríamos aquí"

"Ese idiota ¿Acaso cree que no tenemos mejores cosas por hacer?"

"Qué desperdicio de tiempo y esfuerzo, los alumnos no están para complacer a este viejo fracasado"

Había bastantes pensamientos así, todos en contra del director Jin, quien sabiendo el pensamiento de sus compañeros respondía con una hipócrita sonrisa.

No le importaba lo que los demás pensarán, su único objetivo se encontraba en frente de él, vestido de rojo, blanco y verde.

"Wen Ruohan, Lan QingHeng-Jun, Shen QingQiu, muy pronto acabaré con ustedes"

Sonrió amablemente y habló con falsa cortesía.

—Amigos míos, sean bienvenidos.

Ninguno dijo nada, permanecieron quietos en su lugar.

Y a pesar de que Ruohan y Shen tenían un montón de cosas por decirle a ese idiota, decidieron unirse al plan de su compañero y dejar que las cosas avanzaran sin contratiempos.

Ante la nula respuesta de los adultos, Jin Guangshan dirigió su vista a los jóvenes que se encontraban detrás de ellos.

—Espero que sus alumnos tengan un poco más de educación y contesten a mi saludo.

La burla en su voz era obvia y la sonrisa que formó su boca al identificar a los representantes de sus compañeros, no la disimuló ni un poco.

—Veo que trajeron a sus alumnos élite, bueno no esperaba menos de ustedes, estas competencias son sólo para los mejores, aunque opino que pudieron variar en las opciones, estoy empezando a aburrirme de ver las mismas caras.

—Si ya termino director Jin, háganos el favor de retirarse, su alumno lo debe estar esperando.

Con toda la elegancia que lo caracterizaba QingHeng-Jun avanzó hacia el centro del colegio, donde todos estaban esperando a que la ridícula competencia iniciara.

Sus compañeros lo siguieron sin decir una palabra, siendo seguidos de sus alumnos estrellas.

Wen Xu, Luo Binghe y por supuesto...

Jiang WanYin.

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