Cap. 6

1.5K 204 25
                                    

Después de un tiempo sus discusiones aumentaron, terminando siempre con Jiang Cheng desesperado y Xichen insistente en mejorar su relación.

Ambos inconscientemente empezaron a convivir más, conociendo así sus gustos y disgustos.

Además, al ser los únicos buenos estudiantes en su clase, los profesores preferían ponerlos juntos.

Xichen aprovechaba de esa situación para poder acercarse al joven que solo lo ignoraba.

Justamente como ahora, Xichen llevaba siguiendo a Jiang Cheng por más o menos veinticinco minutos, acabando rápidamente con su paciencia.

¿Quieres dejar de seguirme? Pareces una maldita mosca pegada a mí.

La sonrisa en el rostro de Xichen empezaba a darle escalofríos, nunca conoció a alguien con una sonrisa tan psicótica como la de él y menos tan insistente.

Puedo ser peor que una mosca si no me escuchas

—¿Qué quieres? Tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo contigo.

Jiang WanYin por favor ¿Qué tal si terminamos con esta absurda rivalidad? Estos pleitos no nos están llevando a nada ¿Qué te parece si hacemos las paces? Hay que empezar de nuevo no como amigos, si no quieres, pero ¿Qué tal una relación de compañerismo? ¿Qué dices?

Jiang Cheng levanto ambas cejas, respondiendo sin pensar.

Jamás, ya lo sabes detesto a la gente farsante y...

Mentirosa que fingen ser algo que no son —con un suspiro contestó —Sí ya sé.

Que bueno —se dio la media vuelta —Ahora piérdete.

Xichen era un ser con mucha paciencia, así que sin quitar el dedo del renglón decidió insistir.

—Está bien, no importa cuánto tarde, pero algún día tú y yo seremos amigos, no me rendiré, lo prometo.

Sonrió confiado en sus palabras, causando en Jiang Cheng un extraño revoltijo en su estómago.

—Toma asiento y ponte cómodo, porque no pienso ceder.

Jiang Cheng empezó a caminar ignorando a Xichen que con su ánimo nuevamente roto dijo lo primero que se le vino a la cabeza.

—Ah... Es peor que un gato huraño.

Su cara en serio quería tocar el piso el día de hoy.

Xichen sintió un escalofrío recorrer su espalda, no contó con que Jiang Cheng lo escuchó a la perfección.

No lo notó hasta que lo vio acercarse a él con un aura amenazante, él mismo se dio una bofetada mental al ver lo irrespetuoso que había sido, pero ya no pudo disculparse.

Es más no pudo pronunciar ni una sola palabra, ya que Jiang Cheng le propinó un buen golpe en la mejilla derribándolo al instante.

Yo También Lo QuieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora