Bulto

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En un universo donde los héroes y villanos existen sin tener que andarse dando de a putasos. Se encuentra nuestro alado amigo, que quien después de un largo día de trabajo decidió ir a su departamento, donde lo esperaba su querido (notese el sarcasmo) "novio".

—Touya-chan~ —Llamó a su compañero de apartamento, quien estaba tirado en el sofá, aparentemente  sin siquiera inmutarse ante la llegada del rubio.

Touya, a diferencia de lo que Keigo creía, estaba rezandole a todos los dioses que se ocurren para tener paciencia y no reventarle la cara a su "novio", sabiendo lo que el rubio diría acontinuacion.

—¿Que hiciste para cenar esta vez? —Pregunto mientras se dirigía a la cocina. —Espero que esta vez si sea algo comestible.

Y a la mierda el plan de estar en paz.

—No soy tu puta sirvienta, así que si no te gusta lo que cocino, puedes largarte a un jodido restaurante. — Dijo viendo que Hawks miraba dentro de la olla. —Puto héroe de mierda. —Murmuró entre dientes.

—Yo también te amo. —Rio para luego acercarse a su novio. —Ya, amor, tu sabes que amo tus papas quemadas.

—Sigue burlándote de ellas y lo siguiente quemado van a ser tus alas.

El menor se quedó quieto y detuvo su risa, sabiendo que su novio si era capaz de eso.

—Si bueno... que tal unas copitas para desestresarnos, vi que perdiste contra Shoto-chan otra vez.

Touya fruncido el seño cuando escucho el apodo que le puso a su hermano. —No me cambies el tema y no vuelvas a llamar al imbecil de mi hermano "Shoto-chan".

—Uhh celoso, sabes que mi corazón te pertenece, amor.— El mayor puso cara de asco ante lo meloso que sonó su pareja.— Bueno, ¿entonces aceptas lo anterior? O ¿tienes miedo a que te gane también en eso?

—Te recuerdo que la última vez que tomaste terminaste haciendo un nido, con mi ropa, en el techo. —Sonrió maliciosamente, sabiendo que ese recuerda avergonzaba al rubio.— Aceptaré solo si quieres humillarte más.

—¡Podemos olvidar ese día! Por favor. —Se sonrojo al ver la sonrisa triunfante de Touya. —Estoy seguro que eso no volverá a pasar.

—Bueno entonces aceptó ¿preparado para perder?

—Nunca pierdo cariño.

●●●

Despertó adolorido y con el sol en su cara.

«Maldito bastardo, a mi también se me va a olvidar 'accidentalmente' cerrar la ventana»

Rendido, abrió los ojos y trató de sentarse hasta que sintió un pinchazo en la espalda baja, recordó que después de beber tanto tuvo una sesión de sexo en la ducha, así que lo único que hizo fue maldecir internamente a su novio por segunda vez en el día.

Todo hubiera seguido como una mañana normal, hasta que vio un pequeño bulto entre sus piernas, su vista aún adormilada, pudo compararlo con el de una pelota de tenis; confundido ignoro el dolor y se incorporo en la cama para levantar las sábanas y descubrir al extraño objeto. Grande fue su sorpresa al ver justo ahí un pequeño huevo.

Huevo SorpresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora