Capitulo 25

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Mara

Despierto mejor que nunca, descanse como hace días no lo hacía, me encanta estar en estos brazos fuertes que tenía días sin poder sentir, sonrió por qué no fue un sueño y el está aquí.

Me suelto como puedo para admirarlo  anoche mi euforia me cegó, sentí una emoción incontrolable que me deje llevar, no pude preguntarle absolutamente nada, tenía y tengo tantas preguntas que hacerle.

Su rostro está golpeado y su cuerpo llenos de morados, sospeche que su aspecto no vendría de la misma manera pero verlo es distinto me duele ver sus ojeras, su cansancio y sus golpes.

Le acarició su rostro y hace una mueca, cuando abre sus ojos esos pozos negros que tanto me gustan, sonríe de lado, es inevitable no sonreír con el.

— Se que soy irresistible pero déjame de comer cuando estoy dormido— Sonríe.

— No seas Idiota, solo admiraba todo lo que hicieron contigo, por poco traen tu cadáver—

— Era necesario muñeca, además no has visto como deje a los tipos, te aseguro que no podrán comer en semanas, no dejaré que nadie dañe a mi familia, y más si es a ti o a mi hijo, hice lo que debí, no hablemos más del tema, solo quiero estar así contigo abrazados y tengamos fe que esto pronto va a terminar— Yo asiento abrazando su torso.

Quiero creer en sus palabras, la verdad quiero hacerlo pero si lo poco que me a contado de ese hombre no tiene escrúpulos y no creo que nada de lo que haga Darek lo pueda detener, pero la esperanza es lo único que se pierde.

— Esperemos que ese psicópata nos deje en paz, no quiero que mi hijo nazca y tenga una cruz en su cabeza—

— Tranquila no permitiré que nada le pase a ustedes dos— Nos besamos y pasamos el día en la cama, hablando, o mejor dicho, yo preguntando por el lugar que me donde estába y tratando de averiguar algo pero él no daba su brazo a torcer—

— Preciosa ya hable con mi hermana nada más llegar a españa, la fiesta será este mismo fin de semana, mi familia no quiere esperar más y me imagino que tú familia tampoco quiere esperar— Sonrió pensando en Mau.

— Mis padres no me han presionado, ellos entienden que no quiero decirlo todavía pero Mauricio está siendo un dolor en el trasero—

— Diles que el sábado los esperamos en la casa de campo de mis padres, está solo a una hora y media de la ciudad, te enviaré la dirección para que le avises a tus invitados— Besa la punta de mi nariz.

— Esperemos que esto no termine como un desastre—

— Lo único que puede pasar es que llueva ya que la fiesta será al aire libre — Me guiña un ojo.

— Tengo hambre, quiero un pastel con fresas—

— Ya es casi hora de almuerzo, salgamos a comer a un restaurante—

Yo asiento pero estoy demasiado acomoda con su calor, pero mi panza gruñe y yo resopló.

Me levanto para bañarme, entro al baño mientras veo a Darek en la cámara con un nuevo teléfono celular, me imagino que el otro ya no existe.

Me lavo mi cabello, se siente tan relajante, tenemos tantos problemas encima pero por instantes podemos olvidarnos de ellos.

Entro a mi armario y elijo un vestido poco alistado pero deja ver mi vientre de casi 5 meses, me gusta como se ve mi yo embarazada, me encanta tocar mi vientre y sentir golpes leves,  no le he dicho al italiano que nuestro bebé ya ha dado señales quiero que él lo sienta.

— Ya estoy lista, nos vamos— Lo veo parado en el medio de la sala y se ve grandioso con un pantalón de mezclilla y una camisa azul oscuro, dios este hombre lo sacaron de una revista.

El error más hermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora