Capítulo 14

356 35 2
                                    

Mara

Llegó a mi departamento agotada, el director me dijo que podía tomar el día de mañana libre pero no, mis pacientes me necesitan, por qué soy médico de emergencia, pero también de citas de operaciones planificadas, amo mi trabajo y para estar encerrada pensando y atormentando mi mente prefiero estar alla, ayudando a las personas.

Dios me quito toda la ropa y solo queda la en ropa interior, y me tiró en mi sofá.

— Mi Niña tardaste demasiado, hiciste turnos extras—

— Si nana estoy agotada, cuando ya me venía, llamaron por un accidente de tránsito donde había una niña implicada, que era la que más mal estaba, así que me quedé atenderla y gracias a Dios por qué tuvimos que extirpar el bazo que estaba afectado, y la cirujana que me tenía que suplantar tuvo una emergencia—

— Gracias al cielo hija no te habías venido, y como salió la operación—

— Salió perfecta, ya la niña se está recuperando—

— Bueno mi niña hay te guarde comida, tengo que ir a la casa de tu madre que quiere planear un menú para una gala benéfica que van a realizar—

— Tranquila Nana ve, yo dormiré y en la noche voy con Paula hablar con Mauricio de un negocio que quiero realizar—

Se despide con un beso y como puedo me levanto solo tengo 2 horas para dormir pero serán suficientes—

Me acuesto en mi cama y cuando cierro los ojos solo puedo verlo a el, no puede ser, pensé no volverlo a ver cómo es posible que viva aquí o tenga negocios ya que toda su familia estaba aquí menos su hermano.

Será casualidades de la vida, o destino.

Tocó mi estómago, tengo una dura decisión que tomar.

Piccolo será que le decimos de tu existencia a tu papá.

Que decisión más difícil.

*******

Me levanto cuando tocan el timbre, me coloco una bata de seda.

Camino hasta la puerta y abro, mi amiga está del otro lado y cuando me ve que no estoy lista, pone mala cara.

— Mara tavarez por qué no estás lista,  me dijiste que íbamos al hotel para hablar con Mauricio y mira en que fachas estás— Yo solo la miró.

— Pau no me regañes no sabes que día he tenido, hice doble turno, me encontré con un fantasma y ti ahijado no deja de tenerme con el estómago revuelto y con un sueño horrible—

— Ya, ya vete arreglar—

Camino a mi habitación y abro mi clóset, voy a la parte donde guardo mis vestidos, me coloco uno blanco que no había estrenado, debo empezar a ponerme la ropa que tiene etiqueta por qué dentro de poco nada me entrará.

Sonríe de a poco me estoy haciendo la idea que tengo un pequeño dentro de mi.

Me hago una cola alta y me maquillo natural, pero me veo hermosa, resalta mis ojos verdes.

Cuando salgo mi amiga chifla— Amiga que guapa estás, si no me gustaran tanto los hombres te daría— Suelta una carcajadas.

— Levanta ese trasero, que mau me está esperando y cuando volvamos te quedarás conmigo tengo mucho que contarte—

Bajamos por el ascensor y saludo al portero.

— Vamos en mi auto, para que no saques el tuyo—

— Por mi perfecto, no me apetece manejar, toda la vida con chofer pega estar detrás del volante— Ella suspira.

El error más hermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora