GOOD MORNING TAEHYUNG • KookV

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[Jungkook]

Al día siguiente, el motor de un automóvil me hizo despertar y el timbre de mi casa sonó cuando quise volver a conciliar el sueño , me asomé por la ventana de mi habitación: ¡era TaeHyung! Llegaba con algunas maletas que el taxista bajaba de su auto, me miro y sonrió; de pronto....

Otro timbre chilló:

El despertador.

Me lamenté, había sido un sueño pero por lo menos amanecía con los latidos de mi corazón acelerados por él.

Me desperecé con algo de nostalgia, una ducha tibia me relajó, me quedé bajo el chorro de agua por un buen tiempo, pensativo,recordando lo vivido con TaeHyung, interrumpi mis ideas para apurarme, pues tenía que ir a trabajar.

Ya en mi oficina, los mensajes que nos enviábamos eran cada uno más hermoso que el otro.

—Te amo —me dijo.

—¡Yo más!—respondi. —Quiero verte...

—Claro que sí.

—¿Te parece si cenamos hoy?

—Me encantaria.

Así, mil ideas de tener otra noche mágica pasaban por mi cabeza mientras revisaba unos contratos que me habían dejado sobre el escritorio.

¿Un restaurante? ¿Un bar? ¿Rosas? ¿Vino?

No.

Quería algo más personal, más intimo.

Llegó la noche y manejé hasta la vieja pileta otra vez. Estuve fumando un cigarrillo a la par que lo esperaba, mis ansias habían hecho que llegara temprano, en eso se me acercó una lindo niño de no más de tres años —es más, se parecía a TaeHyung— me miró y me habló

—¡Hola!—dijo sonriendo con su sonrisa de cajita.

—Hola...—sonrei y le seguí el juego. —¿Cómo estás?

—¡Bien!

Su madre se acercó, me sonrió y se dirigió a la niña: —TaeHyung, vamos, ¿ya?

Me quedé petrificado.

Hasta antes de TaeHyung no había conocido a nadie que se llamara así. ¿Sería una señal del destino? ¡Fue increíble!

Al rato llegó mi TaeHyung. Le conté la anécdota y se sorprendió, cogió mi brazo, apoyó su cabeza en mi hombro y sin pensar ya en que alguien nos podía ver, caminó junto a mi hasta el auto. Esa pequeña señal era grande para mi, cada vez nuestro mundo paralelo se volvía más real.

Ya en el auto me preguntó a dónde iríamos; «sorpresa», le respondi

Mientras manejaba, cogia mi mano y sonreía, sin darnos cuenta ya estábamos estacionados en la puerta de mi casa, por un instante, una mirada pícara de él insinuaba que yo no había preparado nada especial y que queria que se repitiera lo sucedido el día anterior, pero no era así, en parte.

Entramos a mi sala y en la mesa había una botella con vino, una rosa y unas velas. ¡Le encantaron! Saqué del horno una lasaña, todo era perfecto, retiré la silla para que se sentara y ahí lo tenia, frente a mi, cogiendo su rosa y apreciando su perfume.

Por un instante eterno vi cómo la rosa apreciaba con envidia el perfume natural de TaeHyung; las velas se sorprendían al iluminar con su luz un rostro tan bello; y el vino quería llegar a sus labios para probarlos.

Ese instante fue interrumpido por un "Gracias!», un beso y un "te amo!", estaba haciendo feliz al amor de mi vida.

Como siempre, empezamos a conversar y a tomar vino, eran esas pláticas entretenidas que solíamos tener y en las que escuchaba cada cosa que me decía como si fueran melodía, queriendo detener el tiempo de su mirada.