Distintos, pero ¿iguales? [PI #2] ✔️

V-E-I-N-T-I-O-C-H-O

—No debías ser tan dura con él.

Abro la boca en mera indignación cuando escucho a mamá decir eso.

—¿Cómo puedes decir eso, ma? —le pregunto con incredulidad—. Lo último que recuerdo es caer por unas escaleras, resulta, pasa y acontece que pude haber despertado antes si él y el tarupido de mi novio no hubieran peleado. Lo siento, mamá, yo lo quiero, pero por su bien y por el mío es mejor que no lo tenga cerca.

Mamá se acerca más a mí, acariciando mi cabello y limpiando las líneas ya un poco secas de las lágrimas que derramé después de haber despertado y entendido todo lo que había pasado.

—Cometió unos errores, lo sé.

—Mami —la llamo en un susurro confidente, sacándole una sonrisa—, fue como si reunieras todos sus errores desde que era pequeño hasta ahora y los multipliques por tres. ¡Error masivo!

Mi mamá ríe después de soltar un fuerte grito y yo sonrío suave viéndola así. No me imagino por lo que mis padres han de haber pasado conmigo en coma, pero verla a ella más relajada me da algo de tranquilidad.

—Estoy muy a gusto sabiendo que no has perdido tu sentido del humor —admite con una sonrisa y ojos llorosos.

—Te quiero, mami.

—Yo también, mi vida.

Se acerca a mí y planta un beso en mi sien, tal y como a veces suele hacer cierto chico de ojos marrones que tanto adoro. Suelto un bostezo.

—¿Cómo es que pasé dormida tanto tiempo, pero igualmente me siento cansada?

—No lo sé, pero así es como funciona. —Mamá acomoda las sábanas sobre mi cuerpo y me sonríe—. Descansa. Y no te preocupes, aquí estaremos.

Le regreso la sonrisa y me acomodo en la camilla cerrando los ojos. No obstante, aunque tanto mi cuerpo como mente se sienten cansados no soy capaz de quedarme dormida, me muevo de un lado al otro sin conseguir nada. Paso mis manos por mis codos, sintiendo los cascarones secos de los raspones que me gané en la caída por las escaleras, pienso en ese día, siendo unas partes un borrón y otras nítidas como si fuese ayer. Alzo mi mano a la parte posterior de mi cabeza, siento la venda bajo mi cabello y mis ojos vuelven a cristalizarse. Bajo la mano de inmediato y me obligo a pensar en otra cosa.

Después de media hora, me rindo. Estiro mi brazo hacia la mesa que hay a un costado y tomo mi celular, reviso todos los mensajes que tengo, los cuales, por alguna extraña razón, son muchos. Algunos son del día del accidente cuando no sabían lo que me había pasado, luego están de cuando ya se han enterado y se sienten mal por mi situación y luego están los de Becca que como señora chismosa me cuenta todo lo que pasa. Extraño, pues ella no suele ser de las chicas que se andan pasando los chismes. Así que decido responderle.

Para: Castaña Directa :3

¿Quién crees que ya despertó y está asombrada de ver tanto chisme de la escuela de la castaña que poco le importa lo que pase? Jajaja te adoro

Miro la hora y son las 6:35 de un sábado, totalmente difícil que me vaya a responder a esta hora. Reviso los demás chats y encuentro que Sebas solo ha puesto unos mensajes y hay uno que me saca una sonrisa enorme.

Chocolatito <3:

No encontrarás muchos mensajes míos, pero quiero dejar constancia que sí he estado visitándote, ¿de acuerdo? Luego no digas que soy un mal amigo.

Dylan:

¡Eres un pésimo amigo! ¿Cómo es posible que no estés justo aquí cuando despierto?