⚓Capitulo VIII⚓

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No recuerdo muy bien que ha pasado, no sé cuántos días, semana o meses llevamos aquí, esta oscuro.

El alimento es poco, los maltratos constantes y no hay luz del sol, extraño mi cama, el suelo es duro, extraño a Lucio debe estar preocupado porque no le respondo las cartas, espero que el abuelo haya descubierto el comercio de esclavo que funcionaba en el restaurante.

Escucho los gritos lejanos de los hombres que nos mantenían cautivas, una explosión, otra y otra más, tapé mis oídos por el pitido que comencé a escuchar.

La reja fue absorbida o desintegrada, no se muy bien que paso, la figura de una mujer alta entra por mis retina, varios hombres entraron seguido de ella, comenzaron a sacarnos los grilletes y a levantarnos para sacarnos.

Me levanté con ayuda de la mujer y a paso lent salimos de donde sea que estábamos, subimos unas largas escaleras hasta que un rayo de sol golpeó mi brazo, la sensación es agradable.

Abrió la puerta y salimos, acostumbre mi vista después de unos minutos, veo por el rabillo del ojo a un gran Marine, mis ojos se llenaron de lágrimas y comencé a llorar llamándolo.

—Ab-abuelo... ¡abuelo!— dije con la voz rota y ronca.

El se giró rápidamente al escucharme y vino lo más rápido que pudo, me zafó de los brazos de la mujer y caminó para llegar a él, di dos paso cuando mis piernas fallaron pero no caí al suelo, me atrapó y levantó.

—Abuelo...— dije para comenzar a llorar a moco tendido mojando su uniforme y manchandolo de moco.

El me abrazo mientras me pedía perdón por el tiempo que tomo encontrarme, una mano toca mi cabeza y miro al dueño.

—¿L-lucio?— pregunté.

—Nee-san— me dijo casi al borde del llanto, acaricie su mejilla con mi pálida mano y el me sonrió triste.

Me desmaye después de eso.

▪︎▪︎▪︎

Me desperté en una cómoda cama con sábanas blancas y vendas por todo mi cuerpo.

Mire a mi alrededor y Lucio estaba tomando mi mano, crecio bastante espero que este comiendo bien y no entrene de más.

Suspire, nuevamente estoy preocupandome por alguien más en vez de mi que estuve secuestrada por quien sabe cuanto tiempo. Mi garganta se siente seca así que me senté como pude y me estire para agarrar el agua, un dolor recorrio mi espalda baja y solté el vaso que cayó rompiéndose en pedazos y despertando a Lucio.

—Ah Nee-san no te muevas, tienes heridas profundas, deja que te ayude— me dijo rápidamente

Yo me recoste nuevamente y el me dio otro vaso con agua, tome un sorbo largo y respire nuevamente.

—¿Cuanto tiempo ha pasado?— pregunte aún con la voz ronca.

—Un año desde tu secuestro y dos semanas desde que te encontramos— dijo triste.

¡Un año!. Mierda que fue mucho.

—El abuelo se puso como loco cuando le mandaste la carta, hostigo hasta el cansancio a Tensei-san para encontrar el paradero de esclavos. Con lo que paso hace unos meses y tu desaparición las cosas en la Marina se pusieron complicadas—.

—Eh, ¿qué pasó?— pregunté preocupada y con miedo de la respuesta, conozco el mundo y ya no se que esperar de él. Esta caja de pandora comienza fastidiarme.

Vaciló si decirme o no, no me estaba mirando y mordía su labio inferior.

—Lucio— dije seria.

Me dio varios periódicos para leer, agarre el primero y la primera plana me dejo en shock.

Te esperaré. [Luffy x tu].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora