Capitulo 11: Torre

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Hola, bueno pasó así rápido porque es tarde y porque estoy teniendo problemas con mi celular y está app.

Advertencia: esta es el última parte de esta mini historia. No porque las demás no tengan relación, pues sigo usando algunos detallitos, situaciones de las que ya he escrito, he hecho mención o lo haré en un futuro. Estos 3 últimos capítulos si llevan una secuencia directa además que las palabras están relacionadas (lemuria, Tíbet, Torre)

Bueno espero les guste☺️

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Mu había dejado que su pequeño aprendiz saliera a jugar, mientras él se encargaban de organizar las herramientas y componentes que sirven para reparar armadura que estaban regados por el suelo. Después de eso fue al lugar donde estaba la biblioteca y trata de organizar los libros lo mejor que puede. Era su hogar y quería tener la Torre de Jamir lo más organizada posible, ya que su regreso al Santuario por ahora parecía imposible.

La presencia de Kiki le había cambiado la vida sin duda. Se notaba su presencia, en una esquina de la que fuera su habitación había ropa tirada, lo mismo que aquellos juguetes que Mu le había construido para que no se aburriera. En la cocina todo estaba organizado de a dos y bueno a pesar de que Kiki había tratado de esconderlos Mu encontró algunos dulces —Ay, contigo no se puede — se soba la sien. El lemuriano no es que fuera permisivo siempre, pero cuando se molestaba, el asunto no pasaba de un pequeño regaño y al momento ya quedaba en el olvido.

En lo que el Ariano estaba adentro organizando todo, Kiki andaba feliz brindando de un lado a otro mientras hacía levitar algunas piedras para luego lanzarlas con toda la fuerza que podía. Acababa de aprender la telequinesis con pequeños objetos y estaba tratando de perfeccionar su técnica. Siendo un niño tan enérgico y travieso podía durar todo el día jugando o entrenando.

Aquél rubio caballero que siempre se había mostrado tan serio e imperturbable, estaba deshecho por no saber cómo manejar lo que sentía. ¡No!, así no podía volver a Santuario, se había permitido tanto, que vergonzoso.

Necesitaba de un espacio para concentrar su atención y eliminar esa serie de pensamientos confusos que le estaban haciendo perder el control. Entre los acantilados que tan caracterizaban esa región, en ese oasis de calma, se dispone a meditar o lo intenta, pues un roca de mediano tamaño es lanzada sin intensión contra él, aunque es desintegrada antes de tocarlo.

—¿Eh?— el pequeño niño se sorprende — ¿qué fue eso?—lanza otro proyectil pero no logra hacerlo chocar contra nada. Sin dudar se dirige a ese lugar, pero no logra encontrar ver a nadie —¿Ah?

El hindú observa al niño de lejos — eso estuvo cerca... —se limpia un poco la ropa.

—Así que no me estaba equivocado...—la voz de Mu se escucha, justo detrás.

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—¿Señor Mu, es su amigo?— pregunta al ver a aquel rubio adentro del que consideraba su hogar.

El lemuriano como pocas veces permanecía con una expresión que indicaba molestía —Kiki, por favor retirarte — dice sin apartar su mirada del caballero de Virgo.

—Pero se suponía que íbamos a...

—¡Kiki hazme caso! ¡Sal de aquí! —levanta su voz, haciendo que inmediatamente los dejara solos.

Momentos  (ShakaxMu) ShaMutober2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora