THE LAST TIME

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POV LOUIS

No podía parar de dar vueltas en la cama sin parar, no después de lo que había pasado una semana atrás.

Seguía pensando en ello, cada vez más y más.

Estaba tan confundido.

Pero ya no era desolación lo que sentía, era impotencia, era rabia, frustración, aún dolor incluso, y me preguntaba mil cosas.

¿Por qué pasó lo que pasó? ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué hace cosas tan confusas?

Esas preguntas no podían parar de rondar por mi cabeza.

Me acordaba de las paabras que me decía cuando estábamos juntos.

"No importa lo que pase entre nosotros, da igual que tan lejos esté yo, a pesar de las peleas, de todo, este es un recordatorio, de que te querré para siempre y  de que siempre estarás en mi corazón"

¿A caso esas palabras eran validas? ¿Fue verdad todo aquello que me dijo?

Miré mi mesita, el colgante que me regaló reposaba en esta, no lo había tocado todavía, seguía ahí desde hace un tiempo, cuando me mudé aquí lo encontré en una de las cajas, y se quedó ahí, ya que no tenía el suficiente valor para desprenderme de él, de una forma u otra me recordaba a cuando fuí feliz.

Me levanté, y me costó un poco, no quería hacerlo realmente.

Hoy debía ir a su casa a recoger las cosas que me había dejado allí, de cierta forma eso sería el punto y final definitivo, no habrían más entrevistas ni eventos, no más rodajes, no más nada juntos.

Y puede que eso estuviera bien.

Desde lo que pasó en la gala de los Oscar no sabía exactamente que me había pasado, simplemente mi mente se descontroló, ya no sabía que pensar, todo se había vuelto patas arriba.

Me preparé sin ganas y cogí las llaves del coche para poder llevarme todas mis pertenencias de golpe, no me arriegaría a pasar por allí dos veces.

Mientras iba en el coche intenté concentrarme única y exclusivamente en el camino, luego me di cuenta de que la radio no estaba encendida, así que la puse en marcha para crearme una distracción.

Fui cambiando de canal hasta que di con mi programa de radio favorito, siempre solían poner canciones que eran de mi agrado.

"Same lips red, same eyes blue, same white shirt, couple more tattoos, but it's not you and it's not me..."

Apreté el volante con fuerza.

Enseguida reconocí su voz, pero no quise escuchar más... No podía escuchar más, así que opté por apagar la radio y pasarme el resto del camino tratando de no darle un significado erroneo a lo que acababa de oír.

Así que cuando me acerqué a la zona traté de buscar un buen lugar para aparcar, lo más lejos posible de su casa, entraría rápido, no cruzaríamos muchas palabras, simplemente me daría mis cajas y  yo me iría rápidamente.

Me acerqué a su puerta, y dudoso llamé al timbre, esperé unos segundos y ahí estaba él.

Tragué duro, porque no era fácil vernos cara a cara después de lo que pasó en los premios, y aunque me extrañó un poco verle un tanto descuidado, (ya que era mediodía y parecía que no se hubiera levantado de la cama hasta ahora, cuando él siempre madrugaba y estaba listo antes de las 9.30, pero bueno, estaba divagando) y además, tenía los ojos rojizos, como si hubiera llorado, pero está claro, que no iba a preguntar nada.

Me miró durante unos segundos, su expresión detonaba un ápice de cansancio, se me quedó mirando fijamente durante unos instantes, hasta que reaccionó y me hizo pasar hacia dentro, yo le sostuve la mirada, confundido, y dudoso entré mientras mis ojos se separaban de los suyos.

Cuando entré en la primera habitación me encontré con lo que antes era nuestro comedor, solamente que un poco más vacío que antes, mis cosas claramente ya no estaban ahí.

Era raro, pero cada vez era más consciente de que esto estaba pasando, ese momento iba a ser la despedida definitiva.

Esta sería la última vez, sería la última vez que nos mirábamos a los ojos, ya no teníamos un pasado, ni un presente, y mucho menos tendríamos un futuro, ya no había explicaciones, ni motivos para seguir intentando averiguar el porqué de lo que pasó, porque ya no importaba.

Sentí como se acercaba por detrás, así que me giré, nos quedamos a una distancia considerable, me crucé de brazos, no sabía que decir o hacer a continuación, así que lo miré, esperando a que dijese algo.

-Ahora voy a por tus cosas, espera aquí, porfavor.

Aasentí, y vi como desaparecía por el oscuro pasillo.

No pude evitarlo, así que me puse a pasearme por la habitación, principalmente para distraerme, acabé delante de la mesita de las fotos, vi aquella con su madre que vi la primera vez que visité su departamento, desvié la mirada, tratando de disipar recuerdos que no quería rememorar, y acabé posando mi mirada sobre su teléfono, que justamente acababa de encenderse debido a una notificación.

Juro que mi intención no fue mirar, porque quise apartar mis ojos de la pantalla enseguida, pero el mensaje que acababa de llegar no me lo permitió.

"Ahora voy, Hazz"

El mensaje era de su novia.

Noté unos pasos a lo lejos, me alejé lo más que pude de aquella mesita, y traté de verme casual, no iba a permitirme mostrarme molesto por eso.

Apareció en la puerta con dos cajas, una apilada encima de la otra, pero era lo suficiente alto como para que no le taparan la cara, así podía seguir buscando mi contacto visual.

Y yo no sabía porque no estaba apartando mi mirada de sus ojos verdes.

Intentaba sacarle todo el provecho a ese último encuentro, aunque luego me iba a costar el doble olvidarme del tema por no haber puesto ciertos limites, pero supongo que simplemente se trataba de un defecto de la condición humana.

Me acerqué lo suficiente a él para poder coger las cajas por mi propia puerta, y al hacerlo sus dedos rozaron los míos, el problema es que ninguno de los dos se movió por algunos segundos.

Él sacudió la cabeza, y apartó sus manos, pero se quedó en su sitio, estático.

Yo tampoco me moví, y no sabía ni el por qué, pero estaba esperando a que dijese algo, lo que sea, algo que me hiciera cometer una locura, porque yo sabía que si en ese momento me pedía que me quedase, yo lo iba a hacer.

-Supongo que ya está. -Desvió su mirada.

Lo miré sin saber muy bien que responder, porque yo sabía que se le habían quedado más palabras por decir.

-¿Ya está? ¿No piensas decir nada más? -Mi último ápice de esperanza estaba siendo depositado en él, en ese preciso momento.

Me miró sorprendido, se le atascaron las palabras en la garganta, no dijo nada. Simplemente bajo la vista un poco avergonzado, pero sinceramente, ya me daba igual, ya estaba todo dicho.

-Está claro. -Hice una pausa. -Me voy, sé donde está la puerta.

El camino a casa fue rápido, sin tiempo para pensar.

Cuando llegué me apresuré en sacar todas las cosas de las cajas, y ponerlo todo en su sitio, cuando acabé me di cuenta de que una de mis bufandas faltaba, pero la verdad, ya me daba igual, me compraría otra.

Me apoyé contra la pared al lado de las cajas, tratando de no llorar.

Tenía conmigo la libreta donde había apuntado como me sentía, y entonces empecé a escribir, escribí durante toda el día, y me desahogué.

Cuando se hizo de noche tenía media libreta llena y una idea en mente, así que llamé a Taylor y a Niall.

A STAR IS BORNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora