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Había pasando un tiempo ya desde que Mugman y The Devil se encontraban conversando de algunos temas no tan relevantes

la pequeña taza azul no pensó que su miedo desaparecería después de un tiempo hablando con el demonio aún no se relajaba por completo pues podría ser una trampa por lo que se mantenía atento a cualquier movimiento extraño que podría hacer el Rey del infierno por otro lado Devil seguía contando sus historias sin despegar la vista de la taza quien solo asentía, negaba o incluso alzaba en ocasiones su voz para que el otro lo escuchará todo parecía estar bien hasta que un Diablillo tocó la puerta informándole a Devil que tenía que  encontrar se con alguien en 15 minutos la mirada amenazante del demonio sobre el pequeño de cuernos lo hizo tragar grueso pero su cara se espanto aún más cuando vio a la taza sentada en el escritorio del mayor sabía que lo iba a torturar por haberlo interrumpido sin más salió huyendo

— Creo que ya debes irte –se levanto mirando al mayor–

— Si olvide que no cancele mis planes –Lo mira de forma sería aunque por dentro estaba molesto por haber Sido interrumpido–

— Bueno entonces si no es mucho pedir podrías bajarme es que está muy alto –se asomó un poco al borde del escritorio para mirar hacia abajo–

— Súbete

puso su mano cerca de el esperando a que subiera no tardó demasiado en hacerlo así que una vez que lo tuviera en la palma de su mano lo llevo al suelo donde de un salto el bajo de ella

— Gracias –le sonrió levemente al mayor mirando como solo rodó los ojos en respuesta–

— Bien ya puedes irte tengo asuntos que atender –se levanto de la silla y camino hacia la puerta–

— Espera no se te olvida algo importante –lo miro algo preocupado–

— La verdad no que se supone que olvidó

— Quiero que me regreses a mi hermano ya hablamos como querías así que solo has que regrese

— Estás seguro que quieres eso –pregunto alzando una ceja mirando como la taza se cruza de brazos–

— Claro que sí es mi hermano lo quiero de vuelta Devil –Se puso serio intentado hacerle ver al otro que habla encerio–

— Cómo quieras pudiste haberme dado las gracias por hacerlo desaparecer y quitarle una molestia al mundo

convoco de nuevo su tridente y hizo aparecer un gran agujero justo encima de Mugman de dónde comenzaron a caer Cuphead y King Dice, Mugman cerro los ojos con fuerza esperando que lo aplastaran pero eso nunca pasó en cambio sintió un agarre en sus caderas acompañado de un fuerte tirón abrió los ojos notando que Devil había enrollado su cola al rededor de su cintura quitando lo del camino

— ¡Quítate Perdedor! –hablo Cuphead al haber quedó abajo del dado siendo aplastado–

— ¡Mocoso impertinente! –Intento levantarse pero sintió un peso en la espalda que no lo dejaba enderezar se–

— Esto si que me entretiene –Devil tenía uno de sus pies encima de la espalda de King Dice haciendo presión para escuchar como se quejaba la taza roja–

— ¡Fuera de encima no puedo respirar imbécil! –comenzaba a desesperarse mientras de movía buscando liberarse de quién lo aplastó–

— Devil ya fue suficiente no tenías que ir a ver a alguien –Mugman se atrevió a hablar notando como el diablo volteo a verlo–

— Bueno ya que

hizo una mueca y bajo despacio a la taza mientras desenrolla va su cola de la cintura del menor aunque aprovechaba para tocar ligeramente otras partes de este mismo como su tracero, pecho y espalda causando que el otro se sonrojara ligeramente

— Al fin libre! –Cuphead se levantó rápidamente del suelo y miro molesto al dado–

— Yo estoy feliz porque ya no tendré que escucharte Mocoso del demonio –se quejó el dado mirando que estaba todo sucio quería irse a cambiar de inmediato–

— Demonio el que te va llevar a las profundidades del infierno si no te largas de mi vista –su voz se distorsionó ligeramente haciendo que el dado sintiera un escalofrío–

— B-Bueno ya nos vamos –hablo con algo de miedo ver al diablo molesto le causaba ese sentimiento de timidez por lo agarro la muñeca de su hermano y se lo llevó de allí–

— Espera Mugsy yo no e terminado con ese –tomo aire y grito para asegurarse de que el otro lo escuchará– ¡Dado mal pagado!

Con eso dicho ambos hermanos salieron del casino con intenciones de regresar a su casa en su camino El mayor insistía en regresar pues no había tenido la oportunidad de hablar con el diablo Mugman le explicó que este iba a salir y que no serviría de nada regresar además también le comento que el no era del todo malo pues después de que lo allá enviado a otra parte ambos habían hablado de forma muy normal incluso dijo que hacía siglos no tenía una conversación así, Cuphead no podía creerse eso el diablo era un ser malvado esa era su naturaleza buscando siempre el caos, destrucción y desgracias para divertirse advirtiéndole a su hermanito que no debía creerle ni una sola palabra de lo que le dijera

— El sigue ofreciendo contratos Mugsy ese tipo no va a cambiar te aseguro que por su retorcida mente esa idea nisiquiera se asoma –entro a la casa dirigiéndose a sentarse en el sofá–

— Pero Cuppy la gente es la que va al casino y firma no puedes echarle la culpa completamente a The Devil –siguio a su hermano mirando como de un salto se acostó en el Sofá–

— Porque te pones de su lado algo me dice que mientras no estuve te hizo algo ¿Te sientes bien? –lo miro con algo de preocupación pensando que le habían echo algo–

— no me hizo nada malo simplemente me dijo como el miraba las cosas y me duele decirlo pero.... –hizo una pausa desviando su mirada– ...... Tiene razón

— Mugsy nosotros no somos los malos de la historia no dejes que te haga sentir culpable por haber echo lo correcto

— Cuphead piensa en esto todos en las islas tintero fueron al casino porque querían o deseaban algo que no podían conseguir por su cuenta o de forma rápida y optaron por una salida fácil

— Aún así el se aprovecho de sus situaciones

— Y que me dices de nosotros en especial tú –señalo a la taza roja mirándolo de forma acusadora– Si mal me acuerdo por tu avaricia y amor al dinero casi perdemos nuestras almas lo sabías y aún así lo hiciste nisiquiera me preguntaste si estaba de acuerdo Típico de Cuphead

— Igual eso ya pasó y estaba seguro que iba a ganar además parte del dinero lo iba a compartir contigo

— ya habías ganado más que suficiente dinero ese día ¡pero no! tú querías más –dejo de hablar soltando un suspiro pesado y dándose la vuelta–

— Mugs? A dónde vas –miro cómo su hermano iba a la cocina y se perdía de su vista–

— Solo voy a preparar la cena y de paso me calmo creo que Sido algo grosero –se asomó un poco dejando ver qué traía un delantal de color rosa con blanco además su mirada estaba algo decaída–

— Está bien entonces esperaré y no has Sido grosero hermano solo has dicho lo que piensas y eso está bien –sonrio cálidamente mirando a la taza menor–

— Gracias Cuppy te digo cuando la comida esté lista –sin más volvió a perderse de vista y comenzó a cocinar–

Mientras esto pasaba afuera de la casa un pequeño diablillo miraba a una distancia segura perdido en la oscuridad de la noche a las tazas especialmente a la de color azul mientras que en su cola se podía apreciar un trozo de papel esperando con paciencia a qué los hermanos se fueran a dormir tenía órdenes de dejar dicho papel en un lugar donde el más joven de las tazas fuera el que lo encontrará si caía en las manos del otro sabía que su vida en el infierno sería aún peor por lo que con cuidado pensaba como hacer para que la carta fuera encontrada con éxito y sin poner en riesgo a qué alguien más la encontrará hasta que se le ocurrió una idea que podría funcionar




























∆ Continuará ∆



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