Cartas Para Mugsy

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El sol comenzaba a salir indicando que ya había llegado un nuevo día en el hogar de las tazas no había movimiento alguno solo se escuchaban algunos ronquidos pertenecientes al mayor de ellos todo estaba en calma hasta que la alarma del despertador comenzó a sonar al escucharlo la taza menor comenzó a despertar abriendo los ojos con pesadez levanto una de sus manos y con ella apagó el aparato sentando se a la orilla de su cama acostumbrándose un poco a la luz que entraba por la ventana

Pasado un rato se levantó de su cama y camino despacio para no despertar a su hermano quien seguía en un profundo sueño hasta llegar a la puerta abandonando la habitación encaminando se a la parte de abajo de su casa, una vez abajo se fue directo a la cocina dispuesto a comenzar a preparar el desayuno sin embargo un golpe en la puerta detuvo su acción se volteo extraño mirando la entrada de su casa ¿Quien venía a visitarlos tan temprano? Se preguntaba la porcelana azul al escuchar otro golpe fue a abrir la puerta para aclarar sus dudas

— Si que..... –abrio la puerta sin embargo no había nadie– ....... Necesita?

Mugman cerro la puerta aún se encontraba confundido iba a volver a la cocina pero volvieron a golpear la puerta sin perder tiempo la abrió pero otra vez nadie estaba al otro lado de ella, volvió a cerrarla pero esta vez se quedó con una mano justo en el picaporte y otra vez golpearon la puerta abrió rápidamente la puerta de un tiró

— Te tengo!!......... –exclamo con energía sin embargo se dió cuenta que no había nadie– ...... Cáliz acaso me estás jugando una broma porque si es así no es divertido

De seguro era eso su amiga era capaz de transformarse en fantasma y cuando lo hacía podía volverse invisible con eso en mente entro a su casa cerrando la puerta detrás de el y se fue a la cocina al entrar de forma inmediata noto algo encima de la mesa, se acercó hasta poder darse cuenta de que era una hoja la agarro entre sus manos y comenzó a leerla

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Para Mugsy

Verte ilumina mis mañanas, tu sonrisa es aún más cálida que el sol y aunque te enojes tu belleza no se pierde

¿Cómo puedes ser tan bello siendo tan pequeño?

Hasta la flor más hermosa
Envidia tu belleza ♡

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Sin darse cuenta las mejillas de la taza azul se tornaron de un ligero color rojo aparte de que las sentía un poco calientes comenzó a pensar que quién había tocado la puerta no pudo haber Sido su amiga mitad fantasma quien quiera que fuera lo hizo para poder dejar la carta en la mesa sabiendo que el la encontraría se preguntaba quién sería la persona que le deja las cartas y le dedica tan poéticas palabras

Se escuchó como alguien venía bajando las escaleras eso hizo que la taza azul reaccionara y buscará corriendo un escondite para guardar la carta de ninguna manera dejaría que su hermano la viera aparte de molestarlo con que tiene una admiradora comenzaría a interrogar lo por respuesta, abrió uno de los cajones y la metió allí teniendo cuidado de no maltratarla no quería romperla en ese momento Cuphead entro a la cocina

— Ahg~ .... Buenos días Mugsy –saludo con pereza mientras se sentaba en una de las sillas de la mesa–

— B-Buenos días Cuppy –devolvio el saludo un poco nervioso agradeciendo que su hermano no estuviera en sus 5 sentidos para notarlo– ¿Cómo dormiste?

— De maravilla y veo que te quedaste dormido eso sí que es nuevo hermanito –comenzo a tallarse los ojos con sus manos con suavidad–

— ¿Dormido? Porque lo dices –lo miro algo confundido lo que decía no era verdad–

— Pues siempre que me levanto ya tienes listo el desayuno y ahora nisiquiera los frijoles haz puesto al fuego –sonrio mirando divertido como su hermano parecía avergonzado–

— Oh eso es que no había queso así que tuve que salir a comprar –se excuso Mugman–

— Bueno eso explica porque escuché que abriste y cerraste la puerta más de una vez

— Si es que había olvidado las llaves

— Entonces cómo entraste la primera vez si las habías dejado adentro ¿Entraste como Santa Claus acaso?

Mugman se maldecia internamente no podía creer que fuera tan malo mintiendo además de que su hermano fuera tan preguntón no lo ayudaba así que decidió mejor intentar desviar la atención de su hermano cosa que nunca le resultaba difícil

— Sabes porque no vas a ver televisión te avisaré cuando la comida esté lista te parece –sonrio mientras abría el refrigerador y sacaba algunas cosas de el–

— Oye aún no respondes –fue interrumpido por su hermano–

— Haré waffles

— WAFFLES MIS FAVORITOS!! –Su sonrisa se hizo más grande mientras se levantó de un salto de su silla–

— (Siempre funciona) bueno entonces ve te avisó

y como si fuera un rayo La taza roja ya no estaba en la cocina eso le saco una pequeña risita a Mugman quien comenzó a preparar el desayuno sin embargo miraba el cajón donde había guardado la carta preguntándose quién era la persona que se las mandaba

— Lo vez el plan funcionó –hablo mientras estaba detrás de un árbol mirando a su compañero–

— Si pero es porque yo hice el trabajo difícil que fue distraerlo –se quejó hacia el otro–

— No comiencen par de idiotas almenos logramos entregar la carta del Rey a su príncipe –se rio ligeramente mientras agitaba su cola–

— Y no solo eso se pondrá feliz al saber que se ve interesado en recibir más cartas –comento bajando de la cima de un árbol–

— Si pero creo que es mejor entregarlas fuera de su casa

— cómo dices en dónde –pregunto con intriga uno de sus compañeros diablillos–

— Aún no lo sé pero en su casa nos arriesgamos mucho

— bueno vamos con el ya quiere saber cómo nos fue

— Me alegra que la respuesta va a ser positiva –abrio un portal–

— claro que sí Tik –salto al portal–

— Espera yo quería ir primero maldita! –salto deprisa queriendo golpear a la diablilla–

El último diablillo solo sonrió mientras miraba una última vez la casa de las tazas sabía que debían regresar luego con otra carta para el más joven de sus habitantes

— Quien diría que hasta el Rey del infierno puede llegar a enamorar se de un mortal –salto al portal el cual se cerró de forma inmediata–

∆ Continuará ∆