▸ 𝗗𝗼𝘀 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗼𝘀 𝘆 𝘂𝗻𝗮 𝘁𝗮𝗿𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗹𝗱𝗶𝘁𝗮.

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19 años, Jisung ahora tenía 19 años

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19 años, Jisung ahora tenía 19 años. Lágrimas brotaban mientras veía lo que tanto había esperado desde pequeño, esa carta que decía.

"El gobierno de la República sur Coreana, la Fundación de Defensa a los Derechos Humanos y la fundación Sanitaria Internacional lamenta informar sobre el estado clínico de Han Jisung.

Ya no se estará recibiendo el pago anual al internado Han Jisung hacia el hospital; todo esto debido a que el paciente cumplió la mayoría de edad y no se le aceptará más en la clínica, esperamos que tenga un lugar de resguardo temporal ya apartado con anterioridad. Desde el día 15-10 del presente año Han Jisung tendrá que deshabitar el espacio clínico, y si esto no es posible por motivos Sanitarios, se pide que el paciente pague las facturas anuales.

Muchas gracias por entender y si hay alguna queja presente, se le aceptará con mucho gusto al siguiente correo electrónico."

Jisung simplemente acepto lo que por derecho ya era suyo, ya era 14 de octubre... ¿ya que más se podía hacer?

— Já... fueron rápidos...

— ¿Jisung? ¿Qué es esa carta?

— Nada Honnie, solo mi carta de muerte.

— ¡¿QUÉ?!

— Sí... ya la estaba esperando.

— Jisung dame eso.

Minho leyó esa carta unas cuatro veces intentando entender todo, ¿cómo Jisung podía aceptar así como así eso?

— ¡Jisung dame una respuesta a esto!

— Yo estuve esperando por esto desde que terminé aquí. ¿Cómo no lo voy a aceptar? Es mi destino. Yo... yo debería estar muerto.

— JISUNG DEJA DE DECIR ESO, DIOS... D-déjame pensar qué puedo hacer. Dame un minuto.

— Minho, de todas formas voy a morir...

— JODER JISUNG, NO, NO DEJARE QUE MUERAS ASÍ.

— Minho, amor... basta, no sigas intentándolo. Yo estoy condenado a vivir y morir aquí. Mi alma quedará encerrada en este hospital apenas muera, y de lejos si es que existe un cielo a donde ir, estaré viéndote...

— Jisung...

— Minho, te amo tanto. Mañana tan solo... llévame a salir. Llévame a tu casa, y esperamos a mis últimas...

— ¡YA LO SÉ! JISUNG, ERES UN GENIO. 

— ¿Qué dije?

— Puedes quedarte en mi casa, mis padres a veces llevan a su casa algunas cosas de aquí, recuerdo que a veces les regalan balas de oxígeno, por si algo te llega a pasar. Te cuidaré bien, y-...

— Es una idea estupida... no va a servir.

— P-Pero podemos intentarlo...

— No soy un conejillo de Indias, Minho. Sabes que si algo me pasa lo más probable es que me muera ahí mismo, sabes perfectamente que no puedes experimentar conmigo de esa manera. Déjame ir y ya.

. . ⭐️ › 𝖴𝗇 𝖻𝖾𝗌𝗈 𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌 𝖽𝖾 𝗆𝗈𝗋𝗂𝗋. 𖧧 𝖬𝗂𝗇𝖲𝗎𝗇𝗀. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora