chemical love ♡ sherlock holmes ❜ ✔️

chapter twenty one

✶ 🧪 ⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO VEINTIUNO˚.*ೃ
giro de los acontecimientos

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Ella besó tu mejilla?

Sherlock rodó los ojos y miró hacia la puerta, donde estaba parada su casera.

—Señora Hudson, deje de meter la nariz en cosas que no le interesan para luego esparcir el chisme —el hombre se levantó de su sillón, caminando hacia la puerta y cerrandola en la cara de la mujer—. ¡Gracias! —canturreó el rizado y se volvió a sentar en la misma posición anterior, solo que esta vez cerro los ojos y puso sus manos bajo la barbilla.

—¿Eso es un sí? —preguntó el médico un tanto emocionado.

—John, Irene me besó la mejilla, Molly me ha besado la mejilla, tu esposa ha besado mi mejilla y tu hija la ha babeado, ¿Qué diferencia hace? —inquirió el hombre cansado de aquel interrogatorio.

Watson suspiró y se tiró en su sofá rojo, tomando el periódico para solamente ver los titulares

—Ambos se estaban riendo... —comentó.

—Sus ordinarios chistes químicos me hicieron gracia.

—Rara vez te ríes con desconocidos —explicó el ex militar, bajando el periódico y mirando a su amigo—. Creo que Skyler te gusta.

El sociópata se rió de manera sarcástica—. Por favor John, ¿Realmente crees eso?

—Absolutamente.

—John, te he dicho hasta el cansancio que estoy casado con mi trabajo y que los sentimientos no priman en mi, prefiero mil veces la razón y la lógica. Así que espero que entiendas, no me gusta aquella chica —la voz de Sherlock sonaba seria y rotunda, aunque por dentro esa seriedad no era muy creíble.

El médico levanto la ceja—. ¿Estás completamente seguro?

El detective asintió.

—No te creo —aseguró el hombre cruzandose de brazos—. Creo que lo dices para convencerte a ti mismo.

—No me gusta esa chica John, ya te lo he dicho, es simplemente una buena conocida con la cual interactuo por redes sociales.

Sherlock se levantó rápidamente de su asiento y fue a la cocina, sentándose frente al microscópio, analizando un poco se sangre.

—Pero Sherlock... Necesitas compañía, Mary y yo no podemos estar siempre contigo, Molly y Lestrade trabajan 24/7, Mycroft también... Necesitas a alguien —trató de convencer el médico, quien estaba parado frente al rizado.

—Estoy bien solo. Antes de conocerte estaba solo, no sería la primera vez, tampoco sería la última... —comentó en voz baja, tratando de concentrarse en sus observaciones.

—Antes de conocerme eras un hombre que resolvía casos para no drogarse. Eres mi mejor amigo Sherlock, no quiero que vuelvas a lo mismo.

—No te pongas sentimental—se quejó el rizado.

—Sherlock...

El detective dejó de mirar por el microscópio para cambiar la atención a su amigo—. John, mirame, has estado casado por más de un año y no he hecho nada.

—Magnussen —tosió Watson.

—Esa es una excepción, fue por un caso —se defendió el sociópata.

—¿Realmente no te gusta Skyler? —preguntó nuevamente John, un poco esperanzado.

—El amor y las relaciones románticas no son lo mío. Ella es simplemente una buena conocida, tenemos cosas en común y nos llevamos bien, nada más, ni nada menos... Nada más —explicó por enésima vez el menor de los Holmes.

—Como tu mejor amigo sé que me estás ocultando algo, pero no te obligaré a decirlo, simplemente esperaré a que lo admitas o vengas desesperado a mi por no saber cómo lidiar con tus sentimientos —el hombre sonrió con satisfacción al ver la cara de confusión de su amigo, y lo dejó ahí para volver al sillón y leer el periódico por un momento más antes de volver a su hogar.

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En la farmacia todo se encontraba relativamente normal. Skyler, como siempre, estaba detrás del mostrador atendiendo clientes, mientras el señor Castle estaba en el laboratorio haciendo Odín sabe qué.

Las horas pasaron de manera lenta para la mujer, pues hoy habían entrado al lugar varias mujeres y hombres de cabeza dura que pensaban que ella era médico y que podía recetar medicamentos, y como siempre, ella tan alegremente les tuvo que explicar que era una farmacéutica y nada más. Un par entendió, el resto simplemente comenzó a reclamar.

Ya era hora de salir y Sky debía avisarle a su jefe que había acabado, por lo que se acercó a una puerta que estaba bastante escondida del público y tocó.

—Señor Castle, ya terminé —avisó la mujer, recibiendo silencio—, ¿Señor Castle?

La farmacéutica abrió lentamente la puerta, haciendo girar aquella vieja perilla, encontrándose con un laboratorio oscuro y tetricamente silencioso.

—¿Señor Castle? ¿Fred? —llamó nuevamente la mujer. Al volver a recibir silencio se adentró más al lugar, encontrándose a su jefe tirado en el suelo con un corte en el cuello y con un fuerte olor a químicos a su alrededor, pero en su mayoría era sulfato de potasio y cloruro de sodio. Como única reacción la mujer gritó y se acercó al cuerpo inerte del señor Castle. Bueno, aunque esa escena fue interrumpida por el sonido de sirenas y patrullas policiales.

Pero si ella recién se había enterado de ésto ¿Quién llamó?

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ENCUENTRAN AL DUEÑO DE FARMACIAS CASTLE ASESINADO DENTRO DE SU LABORATORIO.

Todas las puebas culpan a su fiel trabajadora Skyler Byrne, hermana de la famosa actriz Jessie Byrne.

La noche del miércoles fue encontrado el dueño de una de las farmacias populares más frecuentadas de Londres muerto dentro de su laboratorio.

Frederick Castle, Fred para sus cercanos, de 67 años, fue hallado en el suelo de su laboratorio rodeado de químicos, tales como cloruro de sodio, sulfato de potasio, Nitrato de sodio, entre otros.

Según la médico forense, el hombre habría ingerido Cianuro. Aunque en su cuello había un corte profundo, el policía encargado de la investigación ha informado que fue hecho post mortem.

Todas las pruebas del asesinato apuntan a que Skyler Byrne, hermana de la famosa actriz Jessie Byrne, es la principal sospechosa del asesinato, debido a que sus huellas digitales se encontraban en varias de las muestras.

La mujer fue formalizada esa misma tarde y puesta en presión preventiva en espera de un abogado. El juicio se realizará en 4 días más.

Byrne asegura ser completamente inocente.