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Seonghwa había vuelto una semana después al hospital, ese día había llegado un poco tarde al trabajo debido al tráfico, su turno había empezado de noche y había estado dormido toda la tarde gracias a los efectos de su nueva pastilla, esperaba que se acabaran pronto porque se negaba rotundamente a seguir con el tratamiento, se negaba a que él estuviera enfermo y no quería aceptarlo ya que solo quería conservar su trabajo, su licencia. Caminó por los pasillos sintiendo distintos olores al pasar hasta llegar a su oficina, allí se sentó y colocó sus manos en su rostro cansado, no estaba mentalmente preparado para toparse con sus residentes de nuevo porque apenas los viera sería capaz de decirles cualquier barbaridad en vez de un hola. Respiró profundo y exhaló varias tratando de mantener la calma antes de seguir con su trabajo y salió en busca de sus residentes a los que encontró junto a San riendo en los pasillos.

— Buenas noches—habló con seriedad parándose en frente del grupo.

Las risas pararon y las voces se volvieron murmullos entre el grupo al verlo, no era algo nuevo y tampoco estaba sorprendido, era más común de lo que le gustaba.

— Y bien, veo que se divierten con el doctor Choi—dirigió su mirada a San que al verlo sonrió en grande yendo a abrazarlo, la semana anterior no había tenido la oportunidad de visitarlo y después de un mes entero había vuelto a ver a su mejor amigo. Park correspondió el abrazo y ocultó su rostro en la curvatura del cuello de San, Choi era más alto que él y eso le permitía hacer esas poses cómodas al abrazarlo.

— Hwa—lo apretó sobando su espalda.

— Sannie—sonrió levemente sorprendiendo a los residentes, nunca habían visto a Seonghwa sonreír.

Los murmullos se hicieron presentes de nuevo y uno de ellos había borrado la sonrisa de Seonghwa, se trataba de un murmullo que casualmente había salido de la boca de Hongjoong, él residente había dicho: "realmente me sorprende que si tenga sentimientos, creí que era un insensible o en un caso extremo un psicópata", ese comentario había hecho que Seonghwa se tensara y eso San lo había notado por lo que empezó a sobar su espalda y a hacer unos leves "shh" para que se calmara cosa que logró, con unas simples caricias y unos susurros había calmado a Seonghwa.

— Supongo que deben seguir con su trabajo, debo irme, tengo unos pacientes que atender—Choi se retiró y se sintió mal por su amigo al escuchar como los chicos se quejaban al quedarse con Seonghwa y no con él.

Seonghwa miró a los jóvenes con seriedad y siguió con su camino haciendo como que nunca los hubiera visto, necesitaba hacer cosas importantes y no podía perder su tiempo viendo como su equipo perdía su tiempo hablando y no trabajando.

Caminó por los largos pasillos y se topó con un hombre que conocía bastante bien, un hombre que le había comido la cabeza por días e incluso meses hasta hacerlo enloquecer, ese hombre era el doctor que en ese tiempo había sido su encargado en su época de residencia, aquel hombre que diez años atrás aparentaba ser joven ahora estaba viejo y arrugado con apariencia enferma.

El hombre volteó a verlo y sonrió al reconocerlo, ahí estaba a quien tanto buscaba.

— Mírate, ahora eres uno de los mejores—halagó yendo a abrazarlo— dije que me dieran a los mejores doctores del hospital y tú estabas en los primeros, no puedo creerlo, el distraído y torpe Park es uno de los mejores—felicitó con una gran sonrisa sobando su espalda.

"El distraído y torpe Park", al escuchar eso trató de alejarlo y jadeo bajito, odiaba ese mote, odiaba que lo llamaran "el distraído y torpe Park", lo hacía sentir estúpido e inútil, él ya no era como era hace diez años atrás, ya no era distraído ni torpe, él había mejorado, él ya no era así.

𝘿𝙊𝘾𝙏𝙊𝙍 𝙋𝘼𝙍𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora