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Algo que el cirujano odiaba con su vida era el rostro del doctor Jeong, sin embargo, para sentirse bien quizás no estaba tan mal tenerlo a su lado un rato.

— ¿Cómo vas con la reconstrucción facial?—preguntó Yunho sentándose en la silla en frente del escritorio, la silla era una cómoda silla pero elegante con rueditas con la que fácilmente podía deslizarse por toda la oficina como si se tratara de un niño pequeño en un carro de lujo jugando mientras sus padres trabajaban.

— Horrible, no he podido concentrarme bien en esto...dios—suspiró agotado y miró la hora— ¿Qué haces acá? Tu turno terminó hace dos horas.

— Solo quería hacerte compañía...nos no veremos en un buen tiempo—sonrió un poco desanimado, se sentía un poco triste de dejar por un tiempo el hospital.

— ¿De nuevo tu madre?—alzó la mirada de las hojas y miró por primera vez a Yunho desde que había entrado a su oficina.

— Debo cuidarla, está delicada de nuevo y mi padre se niega a cuidarla, su cuerpo rechazó los nuevos riñones.

— Que mal, espero que se recupere pronto—dijo devolviendo su mirada a la pantalla, la reconstrucción era en un día y se sentía bastante agotado e incapaz de seguir.

— Gracias...—sonrió levemente jugando con sus dedos— ¿Cuándo termina tu turno?

— Aproximadamente en una hora, creí que lo sabías—lo observó de nuevo pero esta vez fijamente para analizarlo, Jeong se veía agotado pero no tanto como seguramente se veía él según el propio Yunho aunque el no lo creyera mucho, los pertenecientes a la Dermatologia quirúrgica debían estar muy agotados y Yunho al ser el jefe de esa área más.

— Lo sé, solo que quiero escucharte hablar, quizás así te distraigas un poco de el estrés—sonrió Yunho acercándose a él notando el movimiento rápido en la pierna del menor, iba de abajo hacia arriba velozmente así que solo colocó su mano sobre esta y la acarició un poco así haciendo que parara— cálmate.

— ¿No vas a irte? Me distraes.

— No me iré hasta que tú vengas conmigo ¿Bien? Okay, me parece bien—le sonrió aún sabiendo que no le había dicho nada y que lo miraba con molestia.

— Oh dios, el grandioso doctor valiente Jeong Yunho quiere que lo acompañe a su casa porque tiene miedo de ir solo, dios, esto es grandioso y una completa humillación.

— ¿Lo crees?

— Lo creo—sonrió con burla y luego miró al reloj de la pared— dicen que cuando te diviertes el tiempo pasa rápido.

— ¿Te estás divirtiendo?

— Quizás—se encogió de hombros.

Yunho sonrió y estampó a Song contra la pared y presionó sus labios contra los del menor sintiendo como este enrredaba sus casi huesudos dedos en su cabello y sonrió al escucharlo gemir bajo para no ser escuchado. Yunho se deshizo de la bata de Song y fue bajando sus besos hacia sus clavículas hasta que este lo detuvo nervioso.

— Pueden descubrirnos—lo separó de él y fue por sus cosas.

— Oh vamos, sabes perfectamente que quieres que todo el hospital nos escuche, quieres que todos escuchen como te follo—murmuró cerca de su oído causándole un escalofrío.

— Eres un estúpido—lo empujó y luego de eso abandonó la pequeña oficina dejando a Jeong solo y si no salía en los próximos cinco minutos lo dejaría encerrado allí hasta el día siguiente.

Si esa tarde fue pesada no se había imaginado que la siguiente sería muchísimo peor. El día de Song había empezado bastante mal mientras que el de Jeong había empezado de maravilla y eso frustraba al menor ¿Por qué a Jeong le tenía que ir mejor en la vida? ¡No lo entendía! Él no había hecho nada malo. Durante la mañana en su llegada al hospital durante el desayuno Wooyoung había tirado accidentalmente su café sobre él y había tenido que estar encerrado en el baño durante aproximadamente unos treinta minutos, luego la cercanía de Jeon y Jeong no lo había puesto muy feliz, era lo que realmente faltaba para cagar su mañana y como si fuera poco ese día era la reconstrucción y estaba demasiado estresado y ansioso ¿Y si algo salía mal? Sería acusado de negligencia médica y lo demandarían así terminando de hundir su carrera, sin embargo, afortunadamente había salido con buenas noticias para la familia de la mujer que anteriormente había sufrido un accidente que destruyó su rostro completamente, ahora estaba como nueva o así le había asegurado Seonghwa que se había encargado de estar con él luego de la operación y hacerle un poco de compañía en su solitaria y monótona oficina.

𝘿𝙊𝘾𝙏𝙊𝙍 𝙋𝘼𝙍𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora