1

30 0 0
                                    

Empieza a bastante oler mal, en realidad no se si es mi cuerpo o el cuerpo del piso de abajo o el cuerpo del piso de arriba o el de las escaleras o el de la puerta, no he tenido el valor de abrirla tengo miedo, se que se van si no hago ruido así que debo esperar para mover todo, no dormí en la cama porque use el colchón para tapar las ventanas no quiero ver nada afuera, ni tampoco quiero que me miren además el paisaje no es muy esperanzador así que es mejor no ver nada, solo dejo que pase un pequeño hilo para diferenciar entre el día y la noche, todo es terrible, parece sacado de una pelicular de terror de los ochenta, demasiada sangre y nada de CGI, han pasado más o menos dos días desde que estoy encerrado no planee estar aquí, mi idea era ir a las afuera de la ciudad, encontrar un reten y estar seguro pero apenas y pudimos salir del hospital unos cuantos, luego a mitad del camino el grupo se separó luego quedamos solo cinco y  los que huyeron a este apartamento conmigo están en la puerta, muertos y pudriéndose.

siento mucha sed, solo tengo una botella de agua a la mitad y un par de galletas y no es que quiera morir de hambre así que tengo que irme, con el tiempo que ha pasado ya debieron bajar la guardia los que estaban cerca así que decido abrir un poco la puerta, y el olor lo inunda todo, y me pega una cachetada, el aire es agrio, abro mas la puerta y puedo ver los cuerpos, la sangre ya está compactada en el piso negra, me subo mi camisa para taparme la nariz y salgo de ahí, el de la puerta, el de la entrada ya estaba muerto pero caminaba y no hizo difícil entrar hasta que termino mordiendo al muchacho que iba a mi lado y el de las escaleras ya no había señas de que tenia una cara, tenia unos hermosos ojos azules una nariz puntuda y con una giba y una bonita sonrisa, pero ya ni quedaba nada, donde debía ir una cara solo había un montón de carne con un par de moscas, estaba desfigurado, irreconocible, seguí bajando estaba en el piso 10, habían un montón de escalera aun así que decidí darme un respiro, tomar agua, cuando me  estaba dando el segundo sorbo escuché un jadeo seguido de un gruñido medio gritado, sonaba lejos así pero no podía volver y encerrarme así que guardé mi botella y bajé las escaleras tan rápido como pude, salí y el sol me golpea el cuerpo y entrecierro los ojos, y algo se abalanza sobre mi, era uno de ellos, probablemente el que estaba jadeando, sigue en el piso y le clavo un puñal por la parte lateral de la cabeza, el escandalo llamó a otro que estaba cerca, casi no me dio tiempo de sacar el puñal y subí corriendo las escaleras, cada vez lo sentía mas cerca , mi frente suda, mi pecho suda, diablos mi culo suda, mi saliva se vuelve espesa y mis pupilas se dilatan como cuando fumaba mariguana, y estoy llorando un poco cada segundo siento que mi corazón bombea dos litros de sangre a todo mi cuerpo me empiezo a volver más lento, empiezo a cansarme quiero llegar a la terraza pero me al intentar agarrarme me empuja, quedo frente a el y por fin lo veo, un fisicoculturista de unos treinta años, un metro con ochenta, tiene el cuello desgarrado y un ojo salido, grita y va atacarme, logro hacerme un poco para atrás y levantarme, me empuja de nuevo, caigo unas escaleras y me rompo la frente, sangre, mucha, no alcancé a levantarme, se sube sobre mi, su aliento está en mi cara, es frío, y huele al sexto infierno, y mientras mis ojos se llenan de sangre pierdo la vista por un momento pienso en todo lo que he vivido estoy llorando ahora mas y grito tratando de pedir ayuda, no quiero morir así y el momento se vuelve más lento más sutil.

Into Dust Donde viven las historias. Descúbrelo ahora