Epílogo

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Corta exitosamente la última rebanada de melón y la coloca en el compartimento de fruta dentro de la caja bento de EunJi, formando así una flor de melón adornada de miel y trocitos de mango en el centro

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Corta exitosamente la última rebanada de melón y la coloca en el compartimento de fruta dentro de la caja bento de EunJi, formando así una flor de melón adornada de miel y trocitos de mango en el centro. YoonGi observa con orgullo su obra maestra, con las manos en las caderas y una sonrisa orgullosa en los labios.

Desde atrás y con elegancia, TaeHyung lo abraza sutilmente, rodeando la cintura de su esposo mientras recarga la frente en su espalda. YoonGi lo recibe con una sonrisa a pesar de que no le está viendo la cara, entrelazando sus dedos sobre su estómago.

— Buenos días, señor Min.

— Buenos días, señor Kim — responde TaeHyung, dejando un suave beso en el cuello del mayor.— ¿Desayunó algo?

— Nop...— continúa el juego YoonGi, dando media vuelta para encarar al pelinegro.— Estoy esperando que despierte mi esposo.

— ¿Y va a tardar mucho?— con sutiles caricias en el cabello, TaeHyung se acerca hasta que sus pechos se rozan.

— Tenemos tiempo...— finaliza YoonGi, antes de besar al menor y sujetar firmemente su cadera para alzarlo sobre el espacio libre de la barra en la cocina.

El departamento de TaeHyung pasó a ser el nuevo hogar de la familia después del matrimonio, TaeHyung recibió un ascenso siendo director del colegio donde trabajaba y YoonGi se dedica a ayudar en la florería mientras su madre viaja junto a Yuri. Los momentos a solas desde que tienen dos hijos han sido escasos, pero siempre encuentran el tiempo para dedicarlo al otro, antes de dormir, en llamadas telefónicas donde solo se dicen que se extrañan y se aman, una vez al mes cuando TaeYeon cuida a EunJi y JiHang y pueden tener una noche de pareja o en pequeños espacios por las mañanas antes de ir a trabajar, como en ese momento.

Los besos de YoonGi bajan por su cuello, recorriendo sus hombros mientras le acaricia la espalda y ambos gimen bajito, solamente lo suficiente alto para que el otro escuche. Las piernas del menor rodean la cadera del más alto, quien baja con cuidado, pero prisa el short que lleva puesto para dormir.

— No vayas hoy al trabajo.— le ruega YoonGi, mordiendo suavemente su clavícula.— Quédate aquí, cariño...

— Mmah... Si sigues haciendo eso...— se acomoda, para que YoonGi tenga total acceso a su cadera y baje la prenda.— Voy a quedarme...

Lo sujeta desde abajo, uniendo sus frentes.— Entonces ve pensando en una excusa.

Y con esa última promesa lo besa de nuevo, con fuerza, con ansias, sintiendo a TaeHyung como la tela se desliza por sus muslos y YoonGi se apodera de su cuerpo, acariciando justamente como le gusta por sus piernas, por sus glúteos subiendo por la espalda.

— ¡Papá Tae!— grita una seguramente molesta EunJi desde el baño.

El matrimonio se separa de golpe al escuchar gritar a su hija, agitados y mal vestidos. TaeHyung apenas tiene tiempo de poner un pie en el suelo y subirse el short de golpe cuando el llamado se repite.— ¡JiHang tomó mi toalla!

Un novio para papá ✧ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora