Cansado, eso es lo que estaba, no entendía la gran "maravilla" (nótese el sarcasmo) de ver demasiadas manos alzadas al mismo tiempo, en la espera de ser seleccionadas para hablar.
Joder, sí, los malditos cerebritos de su clase, su presencia siempre notada sólo gracias a su inteligencia y habilidad para exponer de manera fácil en clase.
Esperó impaciente a que el timbre sonara, pero éste parecía querer ir más lento que de costumbre, ¿de verdad tenía que aguantar vivir todo eso a la vez?
El irritante sonido se hizo escuchar y junto con sus cosas, salió de salón con destino a la cafetería, donde sus amigos lo estarían esperando.
Otro inicio de clases y otros niños nerd a quienes molestar, algo bastante común en su grupo, donde recién era un integrante nuevo.
Podría pasar por el baño, a la biblioteca por unos libros, a la cafetería para ir a bromear con sus amigos, o... ir a saludar a esa bella criatura que se encontraba debajo de un árbol leyendo una revista o algo parecido.
Escogió –por supuesto– la última opción y había llegado su hora de conquistar, acomodó de manera correcta su uniforme y se dirigió con una gran sonrisa, al lindo chico castaño.
—¿Llevas mucho tiempo acá? —aplicó la estrategia de comenzar tranquilo.
El chico bonito levantó la vista de la página que leía y sus ojos enfocaron al peliazul frente a él —No mucho, unos diez minutos tal vez, ¿por qué?
—¿Estás muy entretenido? ¿O prefieres saltarte un poco el aburrimiento y venir conmigo por una malteada? —se agachó a su altura y le apartó suavemente la revista de las manos para luego acomodarla a un lado —¿Qué me dices, bonito?
El castaño sonrió por lo que dijo el peliazul y se levantó de su lugar cuando el mismo le había ofrecido su mano. Suspiró, pero aún así, asintió con la cabeza mostrando una respuesta positiva a su oferta. Ese chico llamaba mucho la atención —Me gustaría, sí, pero tengo clases en unos... —miró la pantalla de su celular —Veinte minutos.
Christopher mordió su labio y miró a detalle al chico frente a él. Bonito rostro, ojos brillantes con mirada inocente, labios llamativos, cabello perfectamente peinado. Definitivamente como le gustaban los chicos.
—Okey, negociemos, ¿Qué tal si vamos, te compro una malteada lo más rápido posible, te traigo de regreso y a cambio de eso, me das tu número? ¿Qué tal suena eso, bonito? ¿Está bien para ti?
El castaño fingió pensarlo unos momentos pero al final terminó aceptando.
Chris enseñó una sonrisa triunfal y se acercó un poco al castaño —¿Puedo saber tu nombre? Seguro es hermoso, casi como tú.
El peliazul pudo apreciar como las mejillas del menor se sonrojaban un poco, casi sin notarse. Quedó maravillado con ello.
—Kim Seungmin, un gusto —estiró su mano esperando estrecharla con la del mayor.
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¡𝗦𝗲𝘂𝗻𝗴𝗺𝗶𝗻, 𝘀𝗮𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗺𝗶𝗴𝗼! | 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐌𝐈𝐍
Fiksi Penggemar❝𝖢𝗁𝗋𝗂𝗌𝗍𝗈𝗉𝗁𝖾𝗋 𝗅𝗅𝖾𝗏𝖺 𝗎𝗇𝖺 𝗏𝗂𝖽𝖺 𝖾𝗌𝖼𝗈𝗅𝖺𝗋 𝖻𝖺𝗌𝗍𝖺𝗇𝗍𝖾 𝗉𝗈𝗉𝗎𝗅𝖺𝗋 𝗒 𝗅𝗅𝖾𝗇𝖺 𝖽𝖾 𝖺𝗍𝖾𝗇𝖼𝗂𝗈́𝗇. 𝖠𝗆𝖺 𝗆𝗈𝗅𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋 𝖼𝗁𝗂𝖼𝗈𝗌 '𝖭𝖾𝗋𝖽𝗌', 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾 𝗎𝗇𝖺 𝖿𝗂𝗃𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇 𝖼𝗈𝗇 𝗎𝗇𝗈 𝖽�...