Capitulo III. La convivencia

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Había pasado la noche y yo no podía dormir pensando en lo buena que estaba Antonia María con mi camiseta de cuando estaba gordo, joder me he puesto como una moto, estoy a mil, mejor dejo de contenerme las ganas y me hago una paja en mi propia cama, me rodeo con cariño y suavidad la polla y empiezo de arriba a abajo y así mas de unas treinta repeticiones, no podía dejar de pensar en qué habrá debajo de las sabanas en la cama donde dormía Antonia María pensando, que habrá dado más de una vuelta, tampoco me imaginaría el en que le pueda bajar las bragas. Dios que paja tan tan......... no se cómo describirlo, cada paja que me hago desde que me conocí a la Antonia María es mejor que la anterior y cuando me quise dar cuenta ya había echo estropicio por mis ganas salvajes de sexo. Me fui a la cocina como si fuera un ladrón que entraba a robar solo para que Antonia María no se despierte y me pille, tampoco quiero que vea mi habitación, cogí mis cosas de limpieza y rápidamente fui a limpiar mi habitación en la parte donde estaba el semen y mis sabanas las tenía que echar a lavar por la mañana así que regresé a la cocina para soltar las cosas de limpieza y, Antonia María estaba despierta algo asustada y me pilló terminando de soltar las cosas de limpieza. Ella me dijo que tenía sueños recurrentes de lo que le pasó y yo le dije que necesitaba dormir con alguien, que alguien la cuidara mientras dormía durante unos días, ella me se acercó y me comió la boca, ostias me estoy besando a esta gran chica, yo prolongué mi beso poniendo mi brazo en su cintura y metiéndole la lengua.

Yo la guié hasta mi cuarto y ambos seguimos con nuestros besos prolongados, como hacía frio nos pusimos las mantas pero antes de eso pude hacer lo que más quería que era bajarle las bragas, le besé el cuello y acto seguido le dejé un pequeño chupetón, también le chupe las tetas. Nos restregamos como si no hubiera un mañana acompañado con unas caricias y un apretón en el culo, yo fui a comerle el coño de manera muy pasional, se lo hice con tanta pasión que creo que disfrutó porque esos gemidos no eran unos gemidos de pega, no pude contenerlo más y se la metí (pero con mucho cuidado y no a lo bestia a lo animal), estaba tan caliente que las sábanas me hacían sudar asi que cogí a Antonia María y la puse contra la pared mientras la seguía penetrando bien duro y bien rico, acto seguido procedí a tumbarla en mi cama mientras la penetraba estando de pie y terminamos a cuatro patas, tanta fue mi excitación que me corrí en su interior y los dos llegamos al orgasmo, estábamos tan cansados que lo único que hicimos fue tumbarnos y yo me fui a arroparnos, dejando la cabeza de Antonia María en mi pecho y rodeando su cuerpo con mis brazos y dandole su beso de buenas noches.

Cuando era por la mañana yo me levanté bastante alegre, incluso risueño, no estuve tan alegre desde que Maya me dejó. Fui a mi cocina para prepararme el café pero cuando me quise dar cuenta Antonia María ya tenía el desayuno listo en el salón con su tostada y todo, que chica tan mona, ¿porque mierda le han echo lo que le han echo?
Joder, sexo a las tres de la madrugada y el desayuno, esto es un chollo.

Fui a trabajar con los mejores ánimos del mundo pensando en que a lo mejor entre Antonia María y yo podría haber algo porque después de aquella noche tan caliente ella estaba con la mayor confianza conmigo refugiada entre mis brazos mientras yo acariciaba su pelo, su cabeza, su precioso rostro y con la otra mano entrelazaba mis dedos con los suyos, haciendo que tenga la mejor noche de mi vida. Me pillaron mis compañeros de trabajo estando risueño y como en la empresa en la que yo trabajo somos todos unos cachondos, cotillas y salidos yo comenté lo justo pero dos dijeron las peores de las cochinadas esas que dices joder que gente tan guarra, ¿es enserio en esta empresa contratan a pervertidos para pensar y decir guarrerías en horas de trabajo?

Terminé la jornada laboral del día y regresé a mi casa con ganas de poner mirando a la Antonia María para San Antonio, deseaba poder acariciar su cara mientras la besaba y también poder acariciar cualquier parte de su cuerpo, me tiene loco, se me está poniendo dura. Pero antes de regresar decidí ir a la farmacia a coger prestada la píldora del día después porque Antonia María me pidió que la pillase o por lo contrario me dejaba a dos velas, cosa que aunque quisiera tener hijos con esa diosa pues no podría porque en donde trabajo no cobro lo suficiente para mantener a nuestros hijos y darles el mejor futuro para que no termine de contable con a penas llegaba a fin de mes, cogí "prestado" la píldora del día después y regresé a mi casa para dárselo a la Antonia María y de paso pillar un test de embarazo por si la píldora no funcionaba y recurrir a otras soluciones.

Regresé a mi casa con el mandado y unas flores que le mangué a mi vecino que es aficionado a la jardinería para mostrarle mi amor y dar por culo, así mato a dos pájaros de un tiro, abrí la puerta y solté las cosas en una mesa deseando poder rodear la cintura de Antonia María con mis brazos y que ella rodee mis hombros con sus brazos para que termine en un tierno beso prolongado y poder hacerle la cena para que ella pruebe las cosas tan deliciosas que cocino pero también quiero que se sienta como en casa pese a mis repetidas veces que le dije que no hacía falta que limpiara la casa porque puedo encargarme yo, quiero mantenerla como reina.

Fuego de noche nieve de díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora