En la estela del viento

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Ese día Shinobu había salido a caminar un rato.

El trabajo la tenía muy estresada, sobre todo por las exigencias sin sentido de su jefa.

Esa vieja me odia por ser guapa.

No tenía pruebas, pero tampoco dudas.

Había trabajado durante medio año en una empresa de diseño gráfico, encargados principamente de la publicidad de empresas medianas-grandes, pero la "perra vieja de anteojos" que lideraba su grupo de trabajo no hacía más que dejarle todo el trabajo.

Estudié diseño gráfico para ser mangaka, y ahora estoy sufriendo por una perra vieja de gafas. Maldita sea.

Suspiró y llevó sus manos a los bolsillos del abrigo acolchado que usaba.

Ya se acerca navidad y esa estúpida no quiere dejarnos descansar ¿o será porque estamos cerca de navidad que no quiere dejarnos descansar?

Con una mano apretó un poco más la bufanda morada que estaba alrededor de su cuello.

¿Debería renunciar? Al final la paga tampoco es la mejor, aunque Nee-san me regañará si lo hago —pensó para luego ver al cielo—. Quiero dibujar algo que me guste...

Sacó su teléfono y entró a una biblioteca de su galería.

Todos los dibujos propios que había hecho durante toda su vida estaban allí.

Al notar que la gente delante de ella se detenía, también se detiene sin dejar de ver sus dibujos.

¿Y si me inscribo a algún concurso? Podría encontrar a un escritor que quiera un manga para su historia o algo así...

Dejó de ver su teléfono un momento para ver al frente, y se detiene.

Giró lentamente su cabeza y se quedó viendo hacia un hombre de pelo largo que caminaba hacia el lado contrario hacia ella.

—?

Lo ignoró y dio un paso adelante para seguir, pero se detuvo.

Se dio la vuelta y caminó rápidamente hacia él.

Sabía que por hacerlo tendría que esperar un tiempo para volver a cruzar la carretera, caminar por Tokio en diciembre era bastante abarrotado.

Pero ella quería seguirlo, le parecía... conocido.

[ . . . ]

Quiero morirme.

Giyuu Tomioka había perdido la oportunidad para que su historia se viera impresa en un manga.

Solo debería de haber aceptado, al final ya gano suficiente con la novela impresa...

Él era escritor.

Aunque lo había tomado como un hobby mientras estaba en el ejército, su historia había tomado la fuerza suficiente como para ser impresa y tener una página de fans que anotaban toda la información de sus personajes, como una wiki.

O tal vez debí quedarme más tiempo en el ejército, tal vez me mataban en Afganistán...

Él había servido al ejército Americano desde que cumplió mayoría de edad hasta hace un par de meses en los que cumplió cinco años de servicio y fue enviado a casa bajo la excusa de servir a la fuerza de autodefensa de su nación.

Sargento primero Tomioka Giyuu, yo quería que me mataran, no ascender.

No tenía problemas económicos gracias al buen sueldo que había recibido, pero ahora no sabía qué hacer con su vida.

Las fuerzas de autodefensa no están en ninguna guerra. ¿Y si me uno a la legión extranjera? Aunque tuve que abandonar la ciudadanía americana...

Un fracaso y ya estaba pensando en irse del paìs.

Pero el destino no lo quería allá.

—Disculpe.

Cuando sintió un leve tirón en su abrigo, miró hacia atrás y hacia abajo.

Una joven de pequeña estatura lo miraba hacia arriba. Era bajita, de pelo negro y ojos de tonalidades violetas; sin duda guapa.

—¿Qué? —Giyuu se puso tenso.

—Yo... ¿nos hemos visto antes?

Giyuu la miró extrañado.

Estaba seguro que nunca, nunca la había visto.

—Que sepa... no.

Fue sincero.

—Oh, entiendo.

—Sí.

Un silencio incomodo se interpuso entre ambos.

—Giyuu Tomioka —habló él para presentarse—.

—Eh, claro. Soy Shinobu Kochou, mucho gusto.

Ambos compartieron una reverencia.

Ninguno sabía qué hacer. Giyuu estaba hablando con una desconocida que empezó a hablarle primero, Shinobu había empezado a hablarle a un hombre que creía haber visto en algún lado.

—Y... ¿tiene planes para más tarde? —pregunta ella.

Morirme. Ninguno —responde.

—¿Gustaría de tomar algo? Quizá pueda recordar dónde lo habré visto.

El más alto la observó con cierta duda, pero terminó accediendo.

[ · · · ]

¿Dónde lo he visto?

Shinobu toma de su chocolate mientras mira al hombre que le echaba azúcar al café y revolvía con una cuchara, emitiendo un suave tintineo al chocarla con el vaso cerámico.

—¿En qué trabaja?

Giyuu la observó, dudando en si decir que era militar o escritor, pero por si acaso...

—Soy escritor.

—¿Escritor? ¿Alguna obra conocida?

Él asiente antes de buscar en su teléfono una imagen y mostrarle orgullo:

—El protagonista quiere morirse, se llama.

Shinobu miró la portada.

Miró el nombre.

Miró la portada.

—¡Ah!

El grito repentino asustó a Giyuu, quien la miró rebuscar en su teléfono.

—¡De aquí te conocía!

Ella le mostró una imagen, la cual era literalmente un retrato de él mismo.

—¿Eh...?

—Este es el protagonista de "El protagonista quiere morirse", hace un par de años lo dibujé —ríe—. ¿Se inspiró en usted mismo para hacer el personaje?

Cualquiera habría enrojecido de vergüenza en esos momentos, es decir, alguien había caído en cuenta que el protagonista de su propia obra, era él mismo. Pero Giyuu para nada se sintió así.

—Así fue. Claro que quiero morirme.

—Ohhh eso es bastante interesante. ¿No ha pensado publicar un manga de la obra?

La Shinobu de negocios asaltó inmediatamente. Esto debía ser una señal del cielo para que abandonara su trabajo.

Giyuu sonrió amargo antes de responder: —Lo hice, pero fui rechazado.

—Permítame trabajar para usted, señor.

Y en la estela, en aquellos residuos que dejó el viento al pasar, un 20 de diciembre Shinobu Kochou empezó a trabajar para un ex-militar.

[ F I N ]

En la estela del viento - GiyuuShinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora