Cuando La familia Hwang fue bendecida con dos hijos el rey y la reina no podían ser mas felices, pero eso término convirtiéndose en su decepción cuando se dieron cuenta que Félix y Hyunjin eran destinados.
Cuando un alfa le pidió la mano de su herma...
Jennie les dijo fue que solo era cuestión de tiempo para que Félix se sintiera bien y su omega también, aunque Hyunjin debía poner mucho de su parte para recuperar el amor y confianza de el omega de Félix.
Debía cortejarlo y llenarlo de detalles, y así lo hizo. Todos los días le enviaba una docena de rosas, que se preocupaba por que se alimentará bien por sus cachorros que crecían dentro de su omega. Pronto la marca empezó a recuperar su color rosado, aunque era casi blanca habían pasado dos semanas desde que Félix se entero que estaba embarazado y no podía ser mas feliz.
Aunque aveces perdía la paciencia porque Félix cambiaba mucho de humor y sobre todo era que desde el incidente de los omegas cada vez que algún omega intentaba acercarse a su alfa se ponía agresivo y gruñía. Las hormonas del embarazo lo estaban volviendo loco.
Aunque era comprensible porque se sentía amenazado con cualquier omega. Y Hyunjin no era diferente, pues los únicos que podían acercarse a su omega eran solo betas y omegas. Su relación no era romántica, mas bien posesiva pero aún así ellos querían estar juntos.
Ambos estaban recostados en la cama mientras se dában mimos y besándolo de vez en cuando, acompañados de ronroneos y gruñidos por parte del menor que estaba acostado sobre el pecho el mayor, con su abdomen descubierto. Donde también recibía mimos y algunos besitos.
Ya que eran tres bebes su pansita empezaba anotarse apenas un poquito abultada. Sin siquiera tener tres meses.
Siendo un ambiente acogedor que de pronto se empezó a tornar de a uno aun mas intenso. A cuando Félix empezó a besar la mandíbula de su alfa sin nada de vergüenza, liberando feromanas dulces que llenaron el ambiente.
—¿Felix... que haces?— gruño sosteniendo la cintura de Félix entre sus manos acercándolo mas a el. —los bebes...— dijo mayo entras apretaba la mandíbula y hacia puños sus manos para no caer ante la tentación.
Sin embargo se estaba embriagando con el dulce aroma de Félix inundando sus fosas nasales.
—Hasme tuyo...— gimió subiendo a el regazo de Hyunjin. Quitándose la camisa con lentitud hasta dejar su torso desnudó.
Sus piernas empezaron a ser recorridas con las palmas frías del mayor hasta sus muslos, apretando hasta sus nalgas. Al ver a Félix todo sonrojado y excitado, con sus labios húmedos y las pupilas dilatadas. Sin importar su voluntad su lobo no podía resistirse a el. Eso era como hacer llorar a un bebé.
Uniendo sus labios con cuidado, sin ser brusco sin embargo Félix gimió y correspondió bruscamente mordiéndole los labios mientras su lengua exploraba la cavidad vocal del otro sin pudor, sus lenguas se enredaron formando un húmedo beso.
Hasta dejarlo debajo de el, sin llegar a aplastarlo por sus cachorros. Buscando mas contacto por parte de Hyunjin las pequeñas manos de Félix empezaron a arañar la espalda del mayor, tratando de levantarle la camisa frotándose contra su muslo. Haciendo una pequeña fricción mientras se su entrada se lubricaba.
Félix gimió cuando Hyunjin libero su longitud y rozo su entrada, apretándose alrededor de la nada cuando la húmeda y gruesa punta lo penetró. Haciendolo jadear.
Cuando Hyunjin empujó sus caderas contra las suyas lo hizo soltar un grito, casi cierra las piernas de no ser porque le separo las piernas y Félix las enredo en su cintura acercándolo mas a el. Sin embargo el mayor no se movió esperando que el menor se acostumbrar a la intromisión.
—Hyunjin... más —. Gimió moviendo sus caderas contra las de Hyunjin. —por favor...
Lo empezó a embestirlo sin ser demasiado brusco solo se contuvo por un pequeño lapso de tiempo cuando Félix le mordió el hombro. provocándole pequeños gritos a el pecoso. Por otro lado Félix arqueo la espalda mientras sus piernas temblaban y su orgasmo lo atravesaba. Recibió un par de embestidas mas, mientras golpeaban su próstata haciendo que tiemble por la oleada de excitación que lo atraviesa, cuando Hyunjin tomo eyaculó dentro de el expuso su cuello, y con un susurro jadeante murmuro.
—.Marcame...— gimió mirándolo con ojos de cachorro.
Hyunjin lo beso en los labios antes de besar su antigua marca, y clavar sus colmillos de nuevo en su lechosa piel tierna, Haciéndole gemir y jadear y el nudo crecía dentro de el, expandiéndose contándolos.
La luna pereció brillar mas, cuando sus labios se volvieron a unir.
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Meses después
—¿Como están mis cachorros, Jennie?— preguntó Félix mientras acariciaba su vientre ya de ocho meses y medio. —se mueven demasiado cuando quiero dormir—
Las ultimas horas estuvo teniendo contracciones y sus cachorros se movían inquietos dentro de el, lastimándolo en algunas ocasiones.
Jennie le dio un te de hojas doradas y los dolores pasaron por un tiempo hasta ahora que ya no pasaba el dolor con nada. Aun faltaba para que sus cachorros nacieran y eso lo tenia muy preocupado pues lo que menos quería era que algo les pasara a sus hijos.
—Ya van a nacer— Le dijo con una pequeña sonrisa, haciendo que los ojos de Félix se llenaban de lágrimas.
—Por fin....
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