Cuando La familia Hwang fue bendecida con dos hijos el rey y la reina no podían ser mas felices, pero eso término convirtiéndose en su decepción cuando se dieron cuenta que Félix y Hyunjin eran destinados.
Cuando un alfa le pidió la mano de su herma...
Los dos pequeños Hwang corrían felices por los enormes jardines del palacio mientras su manos estaban enlazadas, el mayor Hyunjin tenia en ese entonces apenas 5 años mientras que Félix apenas 2 años, pero era un niño con mucha energía. Que podía correr todo el día. Ambos niños pasaban mucho tiempo juntos y eso alegro a los reyes, porque en un principio Hyunjin estaba enojado por el nacimiento de su hermano pero después se hicieron muy cercanos y eso era lindo de ver, siendo probablemente un alfa y omega en un futuro.
Muy pocas veces la amistad entre hermanos alfa y omega no eran las mejores, pero ellos se llevaban bien.
Aunque no les gustaban mucho los extraños, jugaban con los cachorros de algunos sirvientes de palacio y eso no les molestaba pero cuando llegaba un niño/niña de visita de reinos vecinos eso le incomodaba mucho a Félix por lo que Hyunjin solo se apresuraba a proteger a Félix de cualquier extraño porque ese era su deber como hermano mayor que era.
Una familia del reino vecino viajó a al del sur para hacer futuros negocios y con ellos llego una niña pequeña de cabello castaño y ojos grandes que quiso hacerse amiga de Félix pero no pudo porque el menor empezó a llorar y Hyunjin se lo llevó de inmediato a otro lado lejos de Ryujin.
Junto con los padres de la pequeña princesa llegó una hechicera: Jennie que tenia el don de ver a los destinados y otras cosas que no cualquiera puede ver. Cuando se presentó con los reyes vio un lazo rojo que los unía, brillante y perfectamente unido por un nudo. Que se sella con la mordida.
-Ella es la hechicera, Kim Jennie, y mi sobrina Jisoo- La reina Rose presento a su hermana con una sonrisa, estaba muy orgullosa de ser hermana de ella. Porque ella era muy fuerte y valiente y pudo superar la muerta de su alfa.
-Mucho gusto, alteza-- la castaña hizo una reverencia y su hija también -me alegro de estar aquí frente a ustedes el día de hoy, que la reina luna bendiga su hogar y a sus hijos-. Hizo un movimiento con la mano y una brisa cálida soplo todo el palacio.
Los pequeños entraron corriendo con Ryujin detrás de ellos con un puchero y el ceño fruncido. Por lo que Rose cargo a su hija y le susurro algo al oído y la niña solo asintió.
-¿Ellos son sus cachorros?- El rey asintió al igual que la reina, se puso a la altura de ambos niños y un lazo empezó a brillar alrededor de sus muñecas, rojo, rojo como la sangre y brillante como un diamante. Trago con dificultad y luego sonrió, después de todo la diosa Selene sabia porque hacia esas cosas. ,-Debes cuidar de el, como si fuera un tesoro. Félix es alguien que necesita ser protegido - les dedico un pequeña sonrisa a ambos pequeños.
Félix sonrió mostrando sus tierna e inocente sonrisa y Hyunjin hizo una corta reverencia. Ambos niños se miraron y su lazo brillo aun mas. Definitivamente era un lazo muy fuerte que se fortalecía con cada segundo que pasaba.
-El destino los enlazó, ellos están enlazados- Todos se quedaron atónitos, menos los niños que se habían ido cuando Ryujin empezó a perseguirlos con una canasta llena de galletas y dulces.
El rey Hwang apretó la mandíbula mientras que la reina Olivia fruncía los labios y miraba a sus dos hijos sentándose bajo la mesa mientras Ryujin les repartía dulces.
-.Eso no puede ser posible son....-. La voz de la reina se quedo trabada en su garganta.
-Su lazo brilla incluso mas que el de ustedes dos, mas que el las demás parejas aquí, incluso mas que el de mi hermana.- dijo mientras Jisoo también iba con su prima y los niños. -nadie podrá romper su lazo... Porque es muy fuerte-
Ambos se miraron entre si, y su mirada se diario a sus hijos que estaban escuchando a Ryujin.
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,-Jinnie~-Hyunjin lo miro -e-estella..- señalo el cielo completamente despejado. Además de la luna -tu, tu mía- señalo con su pequeño dedo el cielo.
-.Bonitas,- abrazo a su hermanito por la cintura para luego poner a Félix en medio de sus piernas mientras miraban las estrellas. sentados juntos en el césped -como tus pecas.- Sonrió mostrando sus dientes y el menor se sonrojo mientras su corazón golpeaba sus costillas con mucha fuerza.
Jennie a lo lejos los observó con ternura, aunque sabia que las cosas no serian fáciles, el futuro de ambos estaría rodeado de problemas. Aunque quisiera intervenir no podía, era el destino de ambos superar cada obstáculo ellos solos.
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