¡𝑨𝒃𝒂𝒕𝒊𝒅𝒐!

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Tenía que admitir que los primeros dias se sintió como un simple objeto utilizado; Gracias a su madre y los comentarios con poco tacto de Douma lograron hacerle entender que Tengen se había aprovechado de él

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Tenía que admitir que los primeros dias se sintió como un simple objeto utilizado; Gracias a su madre y los comentarios con poco tacto de Douma lograron hacerle entender que Tengen se había aprovechado de él.

Dejó de sentirse especial y recordar las palabras que en algún momento le parecían lindas viniendo del de ojos granate ahora lo atormentaban incluso cuando intentaba concentrarse en otra cosa aun si no le interesaba nada. No estaba seguro de si era por haberse mudado, pero juraba que aquel lugar tenía un clima más helado que percibía más por las noches; Eso, o se había desacostumbrado a dormir solo. Por que recordaba la cálida sensación de acurrucarse sobre Uzui todas las noches y dejarse abrazar por él. Y aunque en un inicio le resultaba incomodo se fue acostumbrando a ello, tanto que a pesar de que llevaba dos meses ahí, no conseguía conciliar el sueño al sentirse libre sobre su colchón.

Su actitud jamás había sido la mejor, pero ahora sentía que tenía menos control de sí mismo, perdió la cuenta después del noveno reporte en dos semanas, entre ellos haber golpeado a dos chicos, saltarse las clases, insultar a los profesores, romper mobiliario escolar entre otros problemas que causo a propósito en un intento de que lo expulsaran de ese lugar, pero su suerte no hacia competencia contra el dinero de Douma, que con tal de mantener al chico en aquel sitio, se encargaba de pagar por los daños e inconvenientes que estaba causando.

Lo único que quería era que lo sacaran de aquel lugar que parecía más una prisión que una maldita academia, porque sí, su madre había accedido a que se quedara en los dormitorios toda la semana con tal de evitar que no escapara y lo odiaba. Le habían quitado su celular y cualquier otro aparato con el que pudiera tener comunicación con el mundo exterior, y justo en ese momento necesitaba de sus amigos... de los que le quedaban al menos.

Por qué intentar superar todo por su cuenta era bastante difícil.

Justo cuando su tercer mes en ese sitio estaba iniciando se decidió a dejar todo de lado para no desgastarse y hacerse más daño, se comportaría y solo dejaría pasar el tiempo aun si era una tortura soportar veinticuatro horas por día. Esperaría a cumplir la mayoría de edad y se marcharía a cualquier lugar que le causara calma solo así podría mantenerse alejado principalmente de su madre y el estúpido de Douma.

No era como que se hubiera prometido concentrarse en sus estudios, todo lo contrario, faltaba a las clases siempre que le daba la gana, y si llegaba a tiempo aprovechaba para dormir sin importarle el odio que ya le tenían los profesores. Solo intentaba mantenerse alejado del resto, si lo habían aislado, entonces lo haría todo lo posible por permanecer de ese modo.

Era como un animal enjaulado que moría de a poco pues le habían arrebatado la libertad y las ganas de sentir.

De a poco comenzó a creer que el tema de Tengen había quedado de lado y superado, o intentaba engañarse con eso porque en realidad y aun que no quisiera admitirlo ni para sí mismo despertaba con una sonrisa en su rostro cada vez que el albino se hacía presente en sus sueños.

¿Por qué tuviste que ser tu?  ⸢UzuIno⸥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora