¡𝑨𝒅𝒎𝒊𝒕𝒊𝒓!

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Lo que duró su horario escolar no pudo evitar sentirse extraño tras escuchar las palabras de Uzui, era increíble como algo tan simple lo tenía confundido y con el estómago revuelto, pero de manera agradable

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Lo que duró su horario escolar no pudo evitar sentirse extraño tras escuchar las palabras de Uzui, era increíble como algo tan simple lo tenía confundido y con el estómago revuelto, pero de manera agradable.

Aunque todo volvía a perder importancia en cuanto vio al mayor durante el almuerzo con Zenitsu incluso salir con él cuando las clases terminaron; Eso lo hizo volver a su realidad y esperando no ser retenido por Sanemi abandonó la academia con prisa.

Tanjiro ya lo había regañado los suficiente aquel día y casi lo convence de volver a su casa, pero al no lograrlo se encaminó hacia el lugar donde se quedaba actualmente; Aprovecharía los largos minutos de trayecto para buscar otro trabajo de medio tiempo, con suerte encontraría algo.

O no.

Suspiró molesto al solo ver vacantes en sitios donde únicamente necesitaban chicas, cafeterías con temática principalmente. Y aun que estaba seguro de que conseguiría engañar a cualquier imbécil con su aspecto, la idea de llevar falda era todo menos agradable.

Se rindió por esa tarde y se encaminó hasta su nuevo, cómodo y amplio hogar... que claramente resultaba ser todo lo contrario.

Tan pronto tuvo la posibilidad de recostarse encendió el computador frente a él, se colocó los audífonos y puso un poco de música intentando distraerse, al final tenía varias horas para hacerlo; Su mirada se mantenía fija en el escritorio donde desde el día anterior estaba su celular. Tanjiro le había casi ordenado encenderlo porque no se había creído el cuento de que estaba descompuesto y le hizo prometer que se reportaría con él cada tanto para saber que estaba bien, después de todo se preocupaba por él, pero en ese punto no sabía cómo sobrellevar los mensajes de su rubio amigo contando su buena suerte con el profesor de artes.

Aun así y siendo un poco valiente lo hizo, la señal no tardó en llegar y una exagerada cantidad de mensajes comenzaron a inundar su celular, divididos entre el grupo que tenía con sus amigos a los personales de estos mismos principalmente de los dias anteriores cuando lo estaban buscando, solo abrió las conversaciones para deshacerse de las notificaciones, empezando con lo más viejo hasta lo reciente; Y justo cuando llego hasta al principio le sorprendió ver un par de mensajes de un número que no tenía registrado.

El usuario no tenía una foto y era lo que más curiosidad le causaba por lo que sin pensarlo mucho abrió la conversación.

[2:45] —Quiero verte, necesito hablar contigo, ¿Continuas en la escuela?

[3:02] —Bien... supongo que no.

[3:16] —Solo sé que te encuentras en un cibercafé, ¿Puedo saber en dónde?, solo me quiero asegurar de que estas en un buen lugar.

[3:24] —¿Por qué carajo no respondes los mensajes?

[3:31] —Olvídalo, ya me di cuenta de que ni siquiera te llegan

¿Por qué tuviste que ser tu?  ⸢UzuIno⸥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora