Al dia siguiente me levanté y estaba un poco indecisa si ponerme mi pans de siempre o la falda que nunca me ponía.
-Nunca me he puesto la falda con gusto-.me dije
-Pontela-. Me decía mi otro yo, -tenemos que sorprender al chico nuevo-. -¿Qué?-. Grite exasperada... Tenia una lucha interna.
Al final me llevé la falda, algo patético, pero lo hice, al llegar a la escuela, la clase ya estaba empezada, era típico que yo siempre llegará tarde a la escuela, dicen que entre más cerca vivas de la escuela, mas tarde llegas, y era cierto.
Llegue y no había butacas para mi, -maldito nuevo me quito mi lugar-. pensé.
La maestra me dijo: -Ve por una butaca a otro salón-.
-¡No, no es mi responsabilidad!. Dije alterada.
-¡Yo voy!- Dijo Meme.
-No, voy yo- dije, no queria que el, me hiciera un favor.
-¡Perfecto! Van los dos- Dijo la Maestra Asención, un nombre completamente horrible, pero ella estaba peor, chaparra, morena y con un horriblisimo corte de pelo que parecían chinos de cola de cerdo enredadas entre sí, con un color negro muy intenso.
Salimos de salón y nos dirigimos al siguiente salón, yo pregunte que si había una butaca de sobra, y gracias a dios si la había.
-Que se la llevé el galán- Dijo el estúpido profesor.
-Claro, hay que ser caballerosos-. Dijo Meme.
Yo solo hice una mueca, no dije nada. Durante el corto trayecto no dijimos nada, llegamos el la acomodó y yo me senté sin decir nada.
-¡Un momento!-. Dijo el brócoli (la maestra). -¿No vas a decir gracias?-.
