III: El color de la destrucción 2

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—Todo el mundo, tome asiento —ordenó la imponente voz del juez —El día de hoy, en esta ubicación protegida se llevará a cabo el juicio de Douglas Tobías Butcher. Debido a la naturaleza de sus crímenes es imperativo reiterar que toda evidencia presentada durante el juicio es de carácter confidencial. Realizar cualquier tipo de divulgación fuera de estas 4 paredes supondrá castigos que van desde años de cárcel hasta la pena capital.

El público guardó silencio:

—A petición del acusado, No contará con abogados, queda en su absoluta responsabilidad la defensa. Ahora, señor fiscal, puede presentar su caso.

Un hombre al otro extremo de la habitación con registros en su mano se pone de pie para hablar.

—Entre los años 2038 y el 2045, varios niños de edades de entre 1 y 6 años fueron abducidos a lo largo del país. Durante ese periodo de tiempo fueron expuestos a experimentos que podrían catalogarse como inhumanos y mortales. Gracias a un testimonio anónimo y la incursión exitosa por parte de los oficiales de policía a sus instalaciones en la ciudad de Toronto, Canadá, fueron recuperados 52 de los 150 niños desaparecidos. Tras una investigación y seguimiento no se ha logrado encontrar a ninguno de los científicos involucrados. Aun así, fuimos capaces de deducir sus propósitos, lo que ellos hacían era... —intentó decir, pero el acusado se levantó repentinamente de su lugar e interrumpió.

—Su señoría, con todo respeto, ¿me permitiría decir algo antes de que continúe? —declara Douglas, el juez se miró con el fiscal y con desconfianza respondió.

—Está bien, se lo concedo.

—Muchas gracias —dijo haciendo una pequeña reverencia con la cabeza —No pido que mis actos sean expiados, tampoco busco perdón, sólo quiero decirles a mis niños que el mundo es cruel e injusto. No quería que lo descubrieran de esta forma.

Una fría aguja se incrustó en el corazón de AJ al escucharlo hablar así. El doctor Butcher ni siquiera hablaba con él directamente, pero ya sentía sus ojos sobre él. Agachaba la cabeza como si quisiera disculparse, no le creía nada su actuación y su falsa empatía.

—Pero..., no puedo permitirme perder este juicio, descuiden, esto solo durará 10 minutos.

Tras finalizar, los jóvenes y sus familiares que habían sufrido por su culpa empezaron a alborotarse. Los guardias de seguridad tuvieron que intervenir, pero de igual forma a él no le importó estar rodeado de personas que le deseaban el peor de los destinos, Butcher permanecía confiado.

—¿Ha terminado ya, señor Butcher? —pregunta el juez —Le advierto que incitar al caos sólo aumentará la gravedad de los cargos en su contra.

—Sí, su señoría —responde sin dejarse intimidar.

—En ese caso —sentencia el juez —señor fiscal, por favor prosiga con los acontecimientos.

—Sin demora su señoría —asiente gentilmente evitando mirar al imputado —Retomando el caso, después de una larga investigación se pudo determinar que el propósito de las instalaciones era el de la formulación de tratamientos para maximizar la resonancia de los usuarios con la energía del espectro del Aura.

Al finalizar, tanto los acompañantes como las víctimas quedaron consternados. Los tratamientos declarados no describen en absoluto lo que les había hecho sufrir.

Las resonancias de espectro eran muy comunes entre los usuarios, eran usadas tanto por los agentes de la alianza como por ciudadanos, además de su uso en la medicina como terapia de recuperación y diagnóstico.

—Señor Butcher, ¿algo que decir sobre ese testimonio? —dice el juez otorgándole la palabra. La balanza sobre Douglas empezaba a moverse —Le recuerdo, tenga en cuenta que sabremos cuando esté mintiendo, por su propio bien, absténgase de hacerlo.

Order Volumen 1 (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora