Ahí estaban otra vez los dos.
Compartiendo un beso como si fueran verdaderos amantes.
Delante de la gente que pasaba por el parque, ambos compartían un beso de pareja, cosa que para algunos parecía adorable, para otros desagradable, y para otros les era indiferente.
Pero para loid y para yor, esto era diferente.
Para yor era claramente el mayor de los deleites.
Estaba besando al chico de sus sueños, así que no era capaz de pedir nada más ya que esto era todo lo que quería.
Quería siempre estar besando a Loid, decirle siempre lo mucho que lo quería y lo agradecida que estaba con el por llenar su vida de felicidad.
Ya que sólo así fue que ella logró tener el valor para demostrarle su afecto.
Ese era el pensamiento de yor, mientras que por el lado de Loid, era algo distinto.
El tenía sentimientos encontrados por culpa de las muestras de afecto de yor.
Claro que el ya estuvo con otras mujeres en el pasado, pero en serio era todo tan diferente con su amiga que eso lo podía llegar a asustar.
Un beso podría ser insignificante para el, puesto que no había mejor manera de verlo que del lado profesional.
Pero ahora, no estaba pensando en eso realmente.
Lo único que su mente dictaba ahora era seguir sintiendo la suavidad y calidez que desprendían los labios de su amiga.
Ese tinte rojo que adornaba sus labios seguramente quedarían marcados en los suyos como una muestra de amor en su Union como dos amantes primerizos.
En verdad estaba embelezado con seguir con esto, aunque su lado racional le estaba diciendo que se detuviera.
No podía perder la cordura, por mucho que lo este disfrutando.
Debía de mantener la compostura y no dejarse llevar por los encantos de una mujer.
Así que el fue el primero en dar un paso atrás, alejándose así, lentamente de yor.
Aunque posiblemente no fue la mejor acción de todas ya que ahora podía visualizar el rostro resplandeciente de su amiga.
Ella poseía la más dulce de las sonrisas.
El podía ver en sus ojos, ese enorme cariño que ella sentía por el.
Ya no era una muestra de afecto solo por el trato que ambos habían hecho. Ahora era diferente.
Amor puro se veía reflejado en yor, señal de que ella se había enamorado de el.
Esto en verdad era una verdadera pena para loid, ya que el deseaba mantener todo de manera profesional, pero al parecer, eso ya no era posible.
Y más por el hecho de que el, poco a poco iba sintiendo el mismo sentimiento de amor hacia yor.
Y eso se podía ver reflejado en sus mejillas las cuales estaban algo ruborizadas, cosa que jamás le pasó en el pasado.
- te quiero mucho loid. - fue lo que dijo yor la cual había recostado su cabeza en el hombro del rubio mientras abrazaba con cariño el brazo de este. -
- si... Yo también te quiero yor. - fue la respuesta de Twilight. -
Ahora todo se tornaría diferente en su relación, pero tal vez, no era tan malo como el creía que podía ser.
Tal vez el no a perdido por completo su humanidad.
Después de todo, tenía una hija adoptiva y una esposa falsa que lo querían genuinamente.
