Cada vez son más personas que votan por este fic, así que gracias, veo que les está gustando la historia.
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Loid recién llegaba a su casa después de una pesada jornada laboral.
A pesar de estar en la misión más importante de su carrera y posiblemente de la historia de la humanidad, le encomendaban realizar otras misiones ya que la Organización en la que estaba no tenía más personal para eso, o eso es lo que le solían decir a el, ya que la realidad era que simplemente les gustaba ver a loid en acción.
Pero eso no lo debía de saber el.
- buenas tardes. - mencionó el rubio el cual se adentró a su hogar y lo único que observó fue a su "esposa" yor la cual estaba sentada en el sofá mientras tenía una taza de té en su mano. -
Lo curioso aquí era que la mano de yor estaba temblando ligeramente, cosa que llamó la atención de loid el cual sabia que algo no estaba bien.
- yor, esta todo bien?. -
- yo... Yo... Fiesta... Tu casa... Permiso... -
- oye, no te estoy entendiendo nada, que es lo que sucede. -
- loid... ¡Necesito tu ayuda! - exclamó la peli- negra la cual dejó su taza en la mesa de centro y luego salió corriendo hacia loid para abrazarlo. -
- espera, que es lo que sucede? -
- ¡no lo se! De repente estabamos hablando de la fiesta pasada en la que asistimos y ahora me toca a mi armar una fiesta en mi casa... ¡Ayudame! -
- oh, es ese el problema? -
- así es, y yo no sé qué a hacer ya que jamás he realizado una fiesta y tampoco se que es lo que se hace en una ya que nunca fui invitada a ninguna. -
- bien, para empezar, trata de tranquilizarte ya que estando alterada no conseguirás nada.- respondió loid el cual tomó de las manos a yor y la dirigió al sofa nuevamente para estar más tranquilos. -
- bueno, sobre la fiesta, no debes de preocuparte por eso, si tu lo deseas, podemos realizar la fiesta aquí. -
- de verdad?, pero, es tu casa, no me gustaría que mis compañeros la ensucien o que rompan algo por accidente. -
- descuida, quitaremos los jarrones y fotos con Marco para evitar cualquier tipo de accidente. -
- pero, también puede que el lugar sea pequeño y que los demás se molesten por eso. -
- entonces vamos a mover los sofas y la mesa para darle algo mas de profundidad a la casa, después de todo, cuantos compañeros tuyos vendrán? -
- supongo que los mismos que fueron la vez pasada a la casa de camilla-san. -
- entonces no hay ningún problema. -
- pero... No crees que esto es demasiado?, acordamos que yo solo me haría pasar por tu esposa falsa, y creo que esto está de más, así que... -
- esta bien yor, recuerda que no sólo eres mi "esposa", también eres mi amiga, así que te ayudaré siempre que lo necesites. - respondió el rubio el cual le dedicó una sonrisa a yor quien no pudo estar más conmovida con sus palabras. -
Claro que para loid, lo importante siempre era tener una buena imagen en este tipo de casos.
Hacer que tu pareja se sienta cómoda contigo para poder ganarte su confianza y que así no sea un problema en el futuro.
