El canto de los pájaros y el sol en su ojos la fueron despertando poco a poco. Se sentía aún agotada y su cuerpo se negaba a responder. No era la primera vez que intentaba abrir los ojos pero esta parecía ser la buena ya que su cuerpo comenzaba a sentir frío y algo en lo profundo se su ser le decía que tenia que levantarse.
Sus dedos podían sentir el pasto suave bajo su cuerpo y su nariz el olor a tierra mojada. No recordaba nada aún pero estaba segura que no estaba en su casa, que ni siquiera había llegado a dormir. Entonces... ¿Donde estaba?
Se estrujó el cerebro con esa pregunta por varios segundos mientras veía las ramas de los árboles danzar por el leve viento de una mañana normal. ¿Que estaba haciendo allí? Podía escuchar a lo lejos la cascada de un río. Estaba confundida y no hallaba respuesta a sus preguntas. Respiro profundamente y se lleno los pulmones de aire fresco con una aroma que podía oler sin necesidad de soñar. Un aroma a bosque, a tierra mojada y a Sasuke.
Entonces su corazón comenzó a latir fuerte y se sentó. Sus sentidos no se equivocaban, estaba en medio de un bosque muy cerca del río. Sus manos estaban llenas de tierra al igual que su ropa. Su cabello era una maraña rosa con hojas secas de muchos tipos. Ni siquiera en las misiones recordaba haberse ensuciado tanto. Destornudo y se llevó las manos a los hombros.
Segura que no podía regresar con ese aspecto a la aldea, camino a donde se escuchaba el río y cuando lo encontró un primer recuerdo la asalto. Su propia voz mezclada con los increíbles ojos negros de un animal.
—¡No te atreverias!—Le dijo en un tono amenazante al ver el río a unos escasos metros de ellos. El lobo la miró y hasta podía jurar que el lobo estaba sonriendo. —¡No!—Grito una última vez pero al estar sentada en su lomo no tuvo oportunidad de que el se detuviera y los lanzó a ambos al agua.
Sakura se quedó estática, comenzaba a enloquecer si le daba crédito a lo que sus recuerdos le decían. Ni de cerca podía estar con un lobo y menos juguetear con el. Se apresuró a desnudarse, intentando alejar lo que quería creer, solo eran pedazos de un sueño. Sin embargo cuando el agua tocó su piel pudo recordar como se sentía de suave el pelaje de aquel animal mientras nadaba a su alrededor. Como ella le tiraba agua y como el animal no dejaba de observarla como queriendo decirle muchas cosas.
De nuevo intento alejar esos pensamientos mientras se lavaba la tierra del cuerpo y se desenredar su cabello. Entonces recordó como el lobo metía su hocico en su cuello para oler su cabello. Como su lengua recogía las gotas que caían por su cuello hasta su hombros y perdió el aliento.
Rápidamente se salió del agua y tomó su vestido e intento sacudirlo un poco. Hasta que otro recuerdo la asalto. Uno en el que salía molesta del agua, estrujado la falda de su vestido que goteaba agua.
—¡Así que te parece muy chistoso!... primero me das el susto de mi vida, tratas de comerme, luego me invitas a dar un paseo por tu lomo y me tiras al agua. Que por cierto está muy fria. Ya no se si quieres matarme del susto o de un resfriado.
El lobo se sacudió y luego se restrego en su piernas con cariño.
—¡No creas que voy a perdonarte tan facil!
El lobo se inclino y volvió a ofrecerle su lomo con los ojos más tiernos que nunca había visto. Era imposible decirle que no a pesar del miedo que sentía en su presencia. Comenzaba a preguntarse si a caso no está a jugando con su cena.
—¡Ni lo sueñes!
El lobo chillo y Sakura suspiro fuerte.
—¡Tu ganas!
Se subió a su lomo y se engancho a su cuello sintiendo que a lo que menos olía ese lobo era a perro mojado si no más bien a una fragancia que recordaba en la ropa de su amado pero era imposible. Debía recordar que no había un jutsu del clan Uchiha para convertirse en un lobo y menos que el con su propia voluntad quisiera estar a su alrededor, eso ya se lo había dejado muy claro mientras cenaban. Sasuke parecia deterstarla. El lobo emprendió camino, esta vez no fue lento, si no que comenzó a correr sorteado los árboles y saltando las malezas. Cualquiera cerraría los ojos pero Sakura se obligó a mantenerlos abiertos. La belleza que podía observar sobre su lomo jamás la tendría de nuevo, no sabía como había pasado, ni como había terminado en el lomo de un lobo pero estaba segura que jamás olvidaría la experiencia. El lobo al final llegó a la cima de una colina y ahuyo como el lobo que era. Sakura entonces miró el mar frente a sus ojos y la luna que pintaba de plata las olas del mar. Era increíble y ña mejor noche de Haloween que pudo haber tenido luego que Sasuke rechazar un paseo como equipo
—¡Gracias!
Sakura se puso el vestido y comenzó a caminar para salir del bosque. El sueño que había tenido era tan real que dudaba en ese punto que fuera un sueño. Su ropa estaba sucia de tierra, su cabello estaba hecho una maraña y también podía recordar como al final de la noche. Se había recostado en la yerba, cansada de el paseo largo he intenso que se había tomado con una animal salvaje. Recordaba también como el lobo se había acurrucado a su lado para darle calor y como por largos segundos estuvo acariciando su pelo negro y sedoso hasta que el sueño la venció.
Pensó que allí terminaba todo pero también recordó lo que vio cuando despertó en el momento que comenzaba a amanecer. El lobo había desaparecido de su lado pero el calor aún seguía. Así que sus ojos se abrieron cuando tocó piel desnuda en vez de un suave pelaje. Estuvo a punto de gritar de no ser porque un par de perfectos ojos negros la miraban y eran los de Sasuke.
—¡Sasuke-kun!
Sasuke le sonrió con amabilidad mientras acariciaba un mechón de cabello rosa.
—Sigue durmiendo
Y ella le había hecho caso hipnotiza por sus maravillosos ojos....
....
¡Hola mariposas!
Regrese y espero que esta vez por un largo tiempo. Espero terminar muchas cosas que tengo pendientes y terminar con esta novela corta que invadió mis pensamientos desde el año pasado.
Espero la disfruten y gracias por seguir aquí.
Nos vemos pronto
Besos y abrazos
Lia Diso 🦋
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Maldición de Halloween
Fanfic//Sasusaku// Le había rechazado incontables veces y ahora que estaba bajo una maldición por fin se daba cuenta que había estado cometiendo un grave error. Ahora en forma de un lindo cachorro de lobo, disfrutaba del calor de sus brazos y de consolarl...