Capítulo 13

137 18 1
                                    

Veamos si soy buena manteniendo el misterio :v


A leer ^_^


————————————————————————————————————————————————-


Japón, Osaka

Eran más de la una de la mañana de aquel domingo y aun no terminaban con las fotos... Jung Min ya llevaba una semana en Japón, como dijo la primera noche que estuvo en Japón, sus días se volvieron pesados, pero no creyó que serían tanto.

El acuerdo eran fotos para un calendario, pero al llegar se enteró él tanto como Minwoo, que serían 4 distintos calendarios que tendría que hacer. Eso lo molesto mucho, llamo quejándose e insultando al CEO de la agencia, pero este muy fresco le dijo que no tenia de otra que cumplir con el contrato, que ya habían hecho mucho con ayudarlo a ganar la demanda contra la antigua agencia a la que había demandado por explotación. Pero cuando llegue a Corea conocerían a Park Jung Min, nadie se aprovecharía de él, nadie... nunca más.

Corea del Sur, Seúl 2004

Un joven de cabellos castaños claros corría lo más rápido que podía, era su primer día he iba tarde... tardísimo para ser sinceros. Se había quedado dormido, ¿COMO SE PUDO QUEDAR DORMIDO? Sería ¿qué la fiesta de anoche lo desvelo? Nunca aprendía, siempre era la misma historia. Llegaba ya 5 minutos tarde, no eran muchos, pero eran "tarde", ¿qué pensarían de él los demás al llegar el primer día, EL PRIMER DÍA TARDE?

Desde niño soñó con ser un gran cantante, a los 13 estaba más seguro de querer ser alguien famoso, como los miembros de SHINHWA, el grupo Leyenda de Corea... tenían apenas 2 años en el mundo del espectáculo, pero hasta un niño de 13 años sabía que ellos llegarían a ser grandes estrellas.

A los 14 convenció a sus padres y estos lo apoyaron con sus sueños, ingresando a una escuela de canto, baile y actuación. Fue donde conoció a un chico un poco particular, era algo raro, muy serio para ser solo una año mayor que él, se llamaba Heo Young Saeng. Con el trascurrir de los días, semanas y meses se volvieron buenos amigos, pero... quien poder ignorar al chico extrovertido del grupo, aunque según él mismo, era alguien que solo dejaba libre su energía, que decía lo que pensaba y le importaba un pepino si lo aceptaban o no... fue por esto que llamo la atención de Heo, alguien sin pelos en la lengua y diciéndole lo que pensaba de él, y le gustó mucho... porque nunca en su vida había conocido a alguien tan sincero como ese chico castaño. Siempre estuvo rodeado de "amigos" que le decían muchas, muchas cosas buenas de él, pero nunca las malas... pero siempre eran los primeros rumores que se oían de él en el colegio.

Jung Min ya había llegado a la agencia a la que hace unas semanas atrás había ido a presentarse, cantando y bailando... Young Saeng también se presentó a la misma agencia que su amigo, aunque tuvo la oportunidad de debutar en una de las mejores agencias del espectáculo, pero no, Saeng prefirió estar con su amigo, con el único y mejor amigo, a quien en verdad llego a querer en esos dos últimos años que compartieron.

Los padres de Saeng siempre lo apoyaron con sus sueños, no solo lo matricularon en una escuela de canto y baile, en la cual conoció a su mejor amigo, sino que también hicieron lo posible para que pueda ser un aprendiz de la SM Entertainment, una de las más prestigiosas del país. Pero como no serlo si entre sus grupos formados estaban HOT y SHINHWA, aunque uno se haya disuelto y el otro haya firmado con otra empresa, habían nacido en la SM y nadie lo podía negar, eran un de los mayores grupos en toda Asia. Pero esto no le importa a Saeng, él quería estar al lado de su amigo, de su único y mejor amigo, habían sido solo dos años, pero eran como si se conocieran de toda la vida. Min era un libro abierto con un montón de sorpresas en la siguiente página, era un de las razones porque le agradaba, pero lo que más apreciaba de él, le gusta, agradecía y celaba a la vez era su sinceridad... gracias a él supo ver la vida con otros colores, dejar de lado los prejuicios y las burlas del colegio, los cuales lo deprimían cada vez más cuando los escuchaba. Saeng era un chico aplicado, con muy buenas notas, alegre, amable e inocente... no supo escoger amigos y se juntó a uno de los grupos más despreciables que podía haber en su instituto, el equipo de futbol. Le encantaba aquel deporte, estos chicos se aprovecharon de su amabilidad, diciéndole que dejarían que entrara y jugara con ellos en el equipo, a cambio de ayudarlos a ellos con algunas tareas, ya que Saeng era conocido en casi todo el instituto por sus buenas notas y desempeño. Entro al equipo, tenía una camiseta, iba a los entrenamientos, a los partidos, pero no como jugador... sino como el chico de las aguas, el que llevaba los equipos de entrenamiento, el que se quedaba arreglando la cancha de futbol después de un entrenamiento, el que en los partidos les alcanzaba el agua cada que le pedían, y si esto no era suficiente... era quien hacia las tareas y trabajos de los 16 integrantes del grupo, sin contar con sus propios deberes.


Ya iba dos años aguantando todo eso, pero no tenía el valor suficiente para negarse a lo que le pedían hacer y menos desde aquella vez que intento salirse sin decir nada... eran 16 mientras que él solo era... él, no tenía más amigos en ese lugar, nadie más que esos 16, que lo explotaban y lo humillaban cuantas veces pueda. Siempre había sido un chico cerrado, no se juntaba con sus amigos en el jardín, siempre prefirió jugar solo, en la escuela primaria era el número uno de la clase... nadie se quería juntar con el "sábelo todo" del salón, en el instituto no fue diferente. Pero todo esto cambio cuando Park entro a su vida, este no solo lo ayudo a salirse del equipo de futbol sin que los miembros le hagan nada, claro... quien creería que Jung Min gravaría una de las humillación y maltratos del equipo completo hacia Saeng y amenazarlos con no solo en mostrárselo a los padres de Saeng y a los suyos propios, sino mostrárselo al directo y para cosas del destino... un directo que era tío y padrino de Jung Min, este no iba a la misma escuela que Young, pero sí conocía muy bien los principios de su buen padrino. Fue de esta forma como esos chicos dejaron de molestar a Saeng. Por eso y por muchas cosas más, Saeng agradecía a los cielos y a la vida por poner en su camino a Jung Min, aquel que se convirtió en su mejor amigo, en el hermano menor que quiso, pero que jamás tuvo.

Heo Young Saeng y Park Jung Min se conocieron en el 2002, ensañaban juntos, practicaban juntos, se presentaron en la misma agencia a la cual ingresaron, y si el destino sería tan amable con ellos, aunque más con Saeng, estarían en el mismo grupo, porque si le hubieran dicho a Saeng que debutaría en solitario, hubiera pedido ser un dúo con su amigo. Algo auto dependiente de Jung Min, sabía muy bien que eso no le gustaba al castaño, pero que podía hacer, por primera vez había encontrado a alguien en confiar, en quien poner su confianza total, alguien que le enseño a divertirse, a valorarse, a reír y ver la vida de una mejor manera.

Jung Min subió por el elevador al 5 piso, que Saeng le había dicho por un mensaje de texto, toco la puerta y alguien dijo que pasará... 10 minutos, eran 10 minutos tarde, que vergüenza.


Ingreso y lo primero que hizo fue hacer una reverencia disculpándose por la tardanza y que no se volvería a repetir y disculpándose ¿por mmm décima vez en menos de 1 minutos? Al levantar el rostro se encontró con 5 caras, dos conocidas ya que una era de su amigo y la otra del señor que le había dicho que lo llamaría si era escogido, a los otros 3 no los conocía... pero hubo uno que hizo que tanto su corazón como cuerpo temblarán al verlo, era un chico alto, delgado que llevaba una gorra, una chompa negra y pantalones gastados. Se estaba riendo con uno de los chicos que no conocía, cuando levanto el rostro y lo vio a los ojos se quedó impregnado de ellos, Jung Min siempre supo que le gustaban los chicos, eran un tema que su familia acepto no de buena manera, pero lo aceptaban, que su amigo Saeng no sabía, por vergüenza no porque no confiara en él. En ese mismo momento, Jung Min sintió una agradable sensación de mariposas aleteando en su estómago y su corazón acelerarse al ver aquella sonrisa, fue cuando supo que aquel chico pelinegro lo había enamorado. Se enamoró a primera vista, se enamoró de alguien de quien no sabía nada, solo sabía que aquel chico se había ganado su corazón con aquella sonrisa. Se había enamorado y haría lo que pudiese, para que aquel chico se enamorara de él también.

...Pero nunca lo sabras...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora