Capitulo III

13 1 0
                                    

- ¿Qué tu que? -Alessia, mi mejor amiga desde que llegue a EE.UU, casi escupe su batido de moras en mi cara. Estábamos en nuestra cafetería favorita "CD Café".

- Eso, exactamente lo que escuchaste - suspiró, jugando con un mechón de mi cabello. En su rostro puedo notar una pequeña sonrisa y en sus ojos una pisca de rabia, indescifrable como siempre, sus facciones dicen una cosa y sus ojos otra. Desde que llevo conociéndola siempre a sido así todo un enigma. Su negro y largo pelo cae a los costados de sus hombros, tiene un cuidado y brillo envidiable. Sin dudas es una mujer hermosa que dejaría a cualquiera sin aliento.

Alessia ha estado conmigo desde que llegue a quinto de escuela en california. Recuerdo como inicio todo, yo estaba buscando desesperada mi salón el primer día de clases, era tanta la prisa que sin querer choque de frente con ella, tenia tanta vergüenza, pero ella actuó de una manera amable, me ayudo a llegar a mi salón que era el mismo al que pertenecía, desde entonces somos inseparables, hasta hubo un rumor de que éramos novias, el cual era completamente falso.

Aless mantiene esa pequeña risa y su mirada rabiosa.

- ¿Se puede saber por que trataste a esa pobre joven tan groseramente?, digamos se esta cambiando de ciudad, que buena impresión le has dado -¿enserio? que no ha escuchando lo que hizo ella.

- Pero ¿que no escuchaste las cosas que hizo?.

- Si, pero TÚ mas que nadie debes entender lo complicado que es cambiarse de donde vives, básicamente es como cambiarse de vida.

Bajo la mirada, ella tal vez tiene un poco de razón.

- Lo se, pero no pensé en eso en el momento sabes, tenia rabia dejó su hermano ir a jugar a la casa de una persona desconocida Y pone su música a todo lo que da al frente de MI casa.

- Lo entiendo, pero esa no era la manera de tratarla. Además dijiste que era una acosadora -levanta sus dos cejas en forma de insinuación, no puede ser lo que faltaba.

- ¡No he dicho eso!.

Alessia pone los ojos en blanco y me tira una de sus miraditas de "mentirosa".

- ¿En serio tratas de negármelo a mi? que hace menos de diez minutos lo dijiste muy claramente.

- No, he dicho que pensé que lo era.

- Básicamente lo mismo querida.

- En fin, tienes que ayudarme, posiblemente este en nuestro curso y no quiero que se vuelva algo incomodo.

- No te veías muy incomoda cuando te bailo toda la noche, ¿o si? -Dios que dice, siento el calor arder en todo mi rostro. Al instante escucho su "inocente" risa.

- ¡Alessia!!, estábamos borrachas -Resalto la palabra borracha- No estaba consiente de la estupidez que estaba cometiendo.

- A mi me pareció que lo disfrutaste bastante.

- Oh cállate, ¿me vas a ayudar o no?.

Aless saca su compacto de maquillaje y se ve en el pequeño espejo, acomodando su cabello.

- Cariño no veo como pueda ayudarte. ¿Y si le pides ayuda a Daniel?, esta loquito por ti, definitivamente te ayudara.

- Me estas de broma, ¿no? Y por ultima vez, Alessia, es Danie sin L.

- Es lo mismo -Saca su labial y empieza a pintarse los labios de un tono rojo mate- El siempre hace lo que le pides, por algo te lo digo.

- ¿De verdad te tienes que maquillar aquí?, no estamos en tu casa o la mía -Le comento, aunque se que lo ignorara - Y se que el me ayudara siempre lo hace.

- Ahí lo tienes. - Aless guarda su maquillaje y se levanta - Ves como siempre te consigo soluciones - abro mi boca para hablar, pero ella continua- Es mas ¿Sabes cual es mi consejo para esto?

- ¿Qué no piense tanto?

- Si, te estresas antes de tiempo.

- Es que ella es tan... - suspiro con fastidio- insoportable.

Aless vuelve los ojos y ignora mi declaración.

- Tengo que ir al baño, ya vuelvo.

Se da la vuelta y se dirige al baño a paso lento, se gana la mirada de unos chicos cuando para al lado de sus mesas. Alessia tiene un gran talento para arreglarse, también ayuda que tiene un cuerpo estilizado y que tiene una altura promedio. Puedo afirmar con toda seguridad que mi mejor amiga es una de las chicas mas buenas de mi colegio.

Juego con la envoltura de una pajita, al terminar mi jugo. Hace un calor infernal, pero me júbilo en él. No quiero que el verano termine porque eso sígnica clases, lo que posiblemente también signifique ver a la intolerable Miller y también para ser honesta es mi ultimo año de preparatoria y siento un poco de temor combinado con tristeza.

Abigail invade de nuevo mis pensamientos y me permito recordar su lindo rostro junto con su mirada. Se que no debí tratarla de tal manera, es nueva en la ciudad y se debe de sentir sola o hasta perdida. Pero en realidad no es todo mi culpa sus acciones fueron algo inconscientes y molestas, pero también fue lindo conocer al pequeño Liam gracias a todo esto.

La alarma de mi celular suena y la reviso: Practica de futbol. Una sonrisa se forma en mis labios. Es de conocimiento publico que todos los martes y jueves, a las cinco de la tarde, el equipo femenino de la preparatoria a la cual asisto, tienen practica de futbol, en el mismo campus.

Guardo mi celular en mi bolsillo trasero y pago la cuenta. Me recuesto en la pared frente al baño a esperar a mi lenta amiga, muevo mis dedos impaciente hasta que mi mejor amiga se digna a salir.

Alessa alza una ceja.

- Pensé que me llevarías a cenar.

- Lo iba hacer, pero olvide por completo que tengo practica de futbol.

- ¿ estas diciéndome que me abandonas aquí, por irte a practicar futbol o mejor dicho a que tus fancitas te vean lucirte.

- En realidad ambas razones -Escucho su risa suave- ¿Quieres ir?.

- Cuando vas a cambiar y no acosar chicas no es mío, prefiero a los chicos grandes y sudados - Hago una mueca de asco y ella vuelve a reír, pero esta vez de manera mas fuete.

- Cuando encuentre a la indicada y tu te lo pierdes.

- ¿Perderme que bebé?, no es como que no allá visto tu lindo cuerpo sudado.

- Se que lo quieres ver otra vez -Le guiñe el ojo.

- Tu serás que quieres ver el mío cariño. Adiós bebé suerte en tu practica mejor dicho exhibición para tu club de fans.

- Bien que quisieras que fuera tu fan - me da un beso en la mejilla.

Se acerca a mi oído y susurra.

- Corazón, recuerda quien se dejo seducir aquella noche.

Le respondo en el mismo tono.

- Y tu recuera quien me pedía agritos más y que no parara.

Alessia se echa un risita, se da la media vuelta y se marcha.

Hace como siete meses cuando Alessia termino con su novio me pidió que fuera a su casa, recuerdo llegar abrir su puerta y lo primero que hizo fue lanzarse a mis labios, pongo de excusa a las hormonas y que mi amiga esta terriblemente sexy, pero esa noche hicimos todo lo que se puedan imaginar, después de eso casi no tocamos el tema salvo para molestar. Nunca le pedí una explicación porque sabia que su amor era únicamente como amiga al igual que el mío.

Lo que nunca fuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora