Lo que nunca fuimos

Capitulo IV

Llegamos al campus haciendo nuestros estiramientos de rutina.

Aun veo de manera alucinógena a las chicas que se encuentran en la gradería, ¿Cómo es que vienen en verano?, me golpeo la frente, Aless lo dijo antes de venir hacia acá "nuestro club de fans" y no las culpo, si no considerara a las integrantes del equipo como familia también les daría. Troto al rededor de la cancha, llevo puestos unos shorts negros con celeste y una camisa de la misma combinación con el numero 10 en mi espalda. Mi pelo castaño se mueve con el viento mientras troto, lo llevo en una coleta pero de igual manera llega hacer bastante molesto. Me concentro el resto del entrenamiento intentando olvidar lo estresante de estos últimos días.

¡Estoy exhausta!

La practica termina, gracias a dios. El cielo retumba con fuertes truenos y sin pre aviso, empieza a llover. Las chicas de la gradería en su mayoría salen corriendo, al igual que mis compañeras de equipo directo a los vestidores. Cuando estoy apunto de tirarme a correr como las demás las gotas dejan de caer sobre mi, miro a mi lado derecho y veo a Alessia con una sombrilla, me sonríe simplemente y nos dirigimos hacia los vestidores. Me ducho lo mas rápido que puedo mientras mi mejor amiga espera afuera, aproximadamente quince minutos después ya me encuentro afuera con ella.

Nos dirigimos al estacionamiento para ir por mi coche, cuando entramos en el, una chica que llevaba un abrigo unas cuantas tallas mas grande que ella se estrella fuertemente contra mi.

- ¡Au! -La chica se toca su nariz, alzando su vista. Abigail, ¿que hacia ella ahí?.

- ¿Estas bien? -Le pregunto de la manera mas amable que puedo. ella asiente con la cabeza.

- ¿Qué estas haciendo ahí tirada?, levántate - para mi parecer Aless uso su voz de "perra", pero luego le extendió la mano a Abigail y le ayudo a ponerse en pie.

- Lo siento no te vi - dirige sus ojos hacia a mi con un poco de pena, donde esta mi vecina insoportable, ahora mismo parece una cachorrita mojada pidiendo ayuda.

- No te preocupes -enserio esta mujer es extraña, ahora mismo parece una persona sumamente diferente.

De nuevo asiente con la cabeza, se aleja de nosotras a un paso muy veloz.

Alessia vuelve su mirada hacia a mi diciendo "enserio, esta mojada". No entiendo por que dice eso hasta que se vuelve por el camino por donde iba Abigail.

- ¡Oye tu!, deja que te llevemos o te podrás refriar - En que esta pesando, de igual manera dudo que acepte, hasta que la veo acercarse, callando mis pensamientos.

- Bien, vamos Dennise, no esperemos que llueva mas fuerte - Aless se engancha de mi brazo obligándome a caminar a su lado.

Esto es extraño, muy extraño. El habiente que se siente en el auto a la hora de ingresar es raro por no decir incomodo, si no fuera por mi amiga que esta hablando ahora mismo con su mamá, esto estaría para salir corriendo. El trafico esta terrible, la tormenta al parecer ha puesto a las personas como locas.

- ¿Segura que quieres ir con nosotras? -dirijo mi mirada al espejo retrovisor para poder verla, de reojo noto la mirada reprochante de Alessia.

- Si, no tengo nada que hacer en casa - en ese caso agarro un viejo abrigo que tengo en mi asiento y se lo paso, ella lo toma y se lo pone, ya esta bastante mojada la pobre y no quiero que se termine de enfermar.

El resto del camino se basa en silencio. cada vez las calles se hacen mas oscuras y nos alejamos de la ciudad, adentrándonos en las calles mas alejas del bosque. En mi cabeza da vueltas la misma frase "fue mal idea traer a la mayor de los Millers". ¿Qué se supone que estamos haciendo?, esto era un lugar especial, no para llevar a cualquier persona.

Abigail no separa sus ojos de la ventana tal vez intentando memorizar el camino en caso de que la dejemos a medio camino, absurdo. Nos desviamos en un pequeño puente de madera adentrándonos en la inmensa oscuridad total que envolvía el bosque, las gotas dejan de caer, por lo que abro las ventanas y la brisa fría golpea nuestras caras. Me acomodo en mi asiento y vuelvo a ver a Aless.

- Me prestas tu abrigo -si exactamente por esta razón llevaba uno extra siempre pero ahora ese lo tiene Abigail. No me queda de otra que quitarme el que llevo y dárselo.

¡Excelente ahora me toca pasar frio, mientras las princesitas tienen mis abrigos!

Manejo hasta llegar al camino de tierra, doblo a la izquierda alumbrando con el coche una pequeña casa, se preguntaran que hace una casa en medio de la nada, Alessa y yo en muchas de nuestras aventuras la encontramos, al darnos cuenta que estaba abandonada la arreglamos y se volvió como nuestro lugar secreto, o al menos lo era hasta hoy.

Bajamos del vehículo mientras alumbramos con nuestros celulares el oscuro camino. Al entrar a al casa no era nada fuera de lo común, la habíamos organizado a nuestro gusto, era estilo rustica, contaba con una pequeña cocina, una sala del mimos tamaño y un cuarto con solo una cama. Aless fue directo a la cocina supuse a hacer la cena, mientras Abigail junto conmigo nos fuimos a ver un poco de televisión.

Mientras pasa el documental de aves que estábamos observando, mi remordimiento no me dejaba en paz, las palabras de esta mañana de Aless tal vez tenían un poco de razón.

- Oye, quería decirte algo -Ella aparto su mirada de la pantalla y su atención se centro en mi.

- Dime -Suspire, no sabia si lo que iba hacer se lo merecía, pero no quiero sentir culpa a causa de ella.

- Creo que no te trate de la mejor manera, ni te di una primera impresión muy buena, así que te ofrezco mis disculpas. Supongo que es nuevo para ti todo esto, así que lo lamento -Se quedo en silencio varios segundos lo que me estaba haciendo dudar si en realidad hice lo correcto.

- Esta bien -Es lo único que dice volviendo su atención al frente. Enserio me esperaba un lo siento de vuelta o algo parecido, sin dudar esta chica es un ser, ni encuentro palabras para describir lo mal que me cae.

Me levanto con destino a la cocina y.

Mierda, mierda, mierda.

Alessia esta en el marco de la sala, viendo fijamente con su cara indescifrable de siempre. Pase a su lado y le susurre al oído para que Abigail no escuchara.

- Sabia que era mala idea traerla -.