Todo comenzó un sábado en la noche.
Si, pensamos que seria una noche de finde semana común y corriente, baile y un poco le alcohol, lo común hoy en día para los adolescentes o en el caso de las personas mas sociales, por que para las que no se les facilitan relacionarse con los demás jovenes prefieren quedarse en sus casas jugando algún video juego o hablando con sus amistades virtuales o simplemente prefieren dormir sus amadas ocho horas para conservar su "belleza", pueden poner cualquier excusa para no salir de su tan amada y cómoda casa.
Para apoyar la importancia de las salidas los fines de semana les vengo a contar mi historia que inicio un sábado en la noche de abril: Las salidas, una simple palabra que mi madre odiaba. A pesar de que acostumbro a salir casi todos lo sábados en la noche para ella era algo irresponsable, peligroso y muy adelantado para mi edad, aunque en parte tenia algo de razón ya que me faltaba un año para cumplir la mayoría de edad, lo peor era que al vivir en una residencia tan pequeña, las personas se daban el derecho de opinar y cuestionar como mis padres educaban a mis hermanos y a mi, lo que hacia a mi madre cuestionar sus decisiones.
Nuestro núcleo familiar constaba de Rosalie Lennox mi madre, Louis mi padre y mis dos hermanos: Charlotte y Frédéric. Mis padres tenían una seria obsesión con nuestras raíces francesas. Ya se imaginaran como nos la pasamos cuando cursamos la escuela, porque si, no es común que en California hayan nombres tan peculiares. Pero ¿Éramos una familia que pasa desapercibida? Pues la respuesta es no, "Lennox" no era solo nuestro apellido, si no que también era un legado de cadena de vinos mas importante de Francia.
Suspiro y recuerdo cuando vivíamos en Borgoña.
A pesar de que hace aproximadamente siete años que vivimos en California, aun no lograba acostumbrarme al cien porciento a este lugar, extrañaba mi familia, amigos y sobre todo extrañaba todas las mañanas salir a recorrer el viñedo.
Una de las cosas que amaba hacer era jugar al futbol, desde que tengo uso de razón es uno de mis pasatiempos favoritos. La mayoría de las tardes después de regresar del colegio juego un largo tiempo con Frédéric, le enseño varios trucos con el balón y le enseño algunas jugadas del partido, le encanta aprender para impresionar a sus amigos de la escuela y a la niña que le gusta. Tiene un gran futuro como futbolista y aunque le falta un gran camino por recorrer el siempre podría contar con todo mi apoyo para lograr su objetivo.
En fin, según mi madre los molestos vecinos estaban por marcharse, por que se rumoreaba que uno de sus hijos se endeudo millonariamente en un casino, así que su padre tuvo que vender sus acciones de la empresa a la que pertenecía, técnicamente se quedaron sin dinero para pagar el alquiler, y no es por desearle el mal a las personas pero me alegro que se vayan, lo único que hacían por acá era inventar cosas sobre nuestra familia para ponerla en mal.
Morat suena en todo mi amplio cuarto mientras canto y termino de quitarme la blusa para ponerme un top deportivo. Acabo de llegar de mis clases de canto y estoy exhausta; según mi madre con diecisiete años debería tener energía para recorrer todo un estado del país. Ella dice que a mi edad tenia mucha energía que yo y en realidad creo que tiene razón, por que a sus cuarenta y tres años sale a hacer ejercidos todas las mañanas antes de partir para su trabajo. Me tiro en mi cama y bostezo mi perrita Kira, una Golden Retriever, se lanza a mi lado. Dicen que los perros se parecen a sus dueños; Bueno, creo que en nuestro caso se equivoco por que, ella se pasa todo el día durmiendo, a veces pienso que es mitad oso se pasa todo el día invernando, si mal no recuerdo se mueve solo para saludar a quienes llegan a nuestra casa, para comer, salir hacer sus necesidades y cuando la saco a caminar al parque. Paso lentamente mis ojos por mi habitación visualizo unos poster de futbol algunos y otros de cantantes, recuerdo que son mis dos grandes sueños debutar en uno de los mejores equipos de futbol y ser una gran cantautora.
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Lo que nunca fuimos
RomanceEl problema inicio esa noche sin darme cuenta surgiría en mi un amado problema con nombre y apellidos Abigail Miller, desde que llego a la residencia no a dejado de causar problemas (En mi), me cuesta admitir pero en ella encuentro algo interesante...