Parte 8

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Dieciséis semanas pasaron volando. Hanzo ya se sorprendía mirando al espejo y notando cómo su barriga estaba creciendo tan rápido.

Era un día de cita con el médico y ambos estaban lo más nerviosos posible. Estaban a punto de averiguar qué sexo tenía su bebé.

Después de una espera muy larga, finalmente los llamaron y el médico pudo ver el nerviosismo en sus ojos y no tardó mucho en preparar a Hanzo para el ultrasonido y darles la respuesta que estaban tan impacientes por escuchar.

"Sí, 100% seguro de que es un niño", por fin.

"Bueno, de cierta manera, no importaría. Chico o chica, los criaré lo mejor que pueda", exclamó McCree.

El médico les dio algunos consejos para las próximas semanas y salieron de la oficina.

Hanzo tenía ganas de comer helado, así que simplemente lo hicieron. Ordenaron y se sentaron en el balcón del café contemplando el hermoso día cálido. Entonces Hanzo recordó:

"Lo criaré lo mejor que pueda".

"¿Qué?"

"Dijiste 'lo criare'... ¿No se suponía que íbamos a darle en adopción?", Hanzo puso su mano en su vientre.

"Oh... no creo que pueda hacerlo... Cuanto más lo pienso, menos creo que tendré las agallas de regalar a mi propio bebé. Seguro que no estaba planeado y era fruto de una tentación de feromonas, pero ¿qué tiene de malo? Sigue siendo mi... nuestro bebé... nuestro hijo".

"Supongo que si..."

Hanzo lo considero durante mucho tiempo después de lo que dijo McCree. Tenía razón. Este bebé merecía estar con sus padres biológicos, los que realmente los trajeron a este mundo. Luego se imaginó, una vez más, qué será sostener a ese pequeño ser en sus brazos y verlo crecer. Pensándolo bien, ahora realmente se sentía cerca de McCree, ya que siempre vivió con él, como si ellos... estuvieran destinados a estar con el otro.

McHanzo-Omegaverse AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora