Me miré al espejo...
Con el alma desnuda, Y las ventanas abiertas en plena lluvia.
mientras las cortinas eran rasgadas, pedazo por pedazo caían al suelo. La puerta abierta dió paso a la verdad, y un arrepentimiento genuino despertó en mí.Habló el corazón a gritos, sin embargo nadie escuchaba nada.
Cantó el alma a susurros, y todo mi cuerpo respondió a la cercanía de su presencia.- "Todavía hay salvación.
Ya empezó el cambio.
Ten paciencia, y verás el resultado."Llegue a pensar que lo que veía a través de mi espejo era justo quién era; pedazos rotos de un enorme rompecabezas.
Pero aquella ráfaga de viento que se colaba por mi ventana,
aquella estruendosa voz que desde el cielo resonaba,
No buscaba darse a conocer...
Porque mi espíritu respondía a su llamar.
¡El me estaba dando a conocer a mi misma!
Me estaba mostrando lo que había dentro de mí.Las cortinas no caían por causa de la lluvia,
Y la lluvia no traía inundación y desorden.
Las cortinas caían porque tapaban la claridad, y la lluvia venía para limpiar y renovar un viejo odre.Desde afuera podía percibirse confuso, inconcluso, desastroso y hasta roto. Pero el exterior solo es la imagen...
El tesoro está en el interior; La esencia.Ten paciencia...
Todo obra para bien.
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CARTAS DE UNA JOVEN CREYENTE
Diversos"Dios quiere sanar aquello que te cuesta hablar". Espero comprendas que solo soy un joven humano que emprende su propia búsqueda sobre quién o cómo debería ser; y redactaré los altos - medios - y bajos del camino de una joven creyente ante la expect...