𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒 | ❝ Estas venas, mi placer es su dolor. Me encanta ver arder los castillos. Estas cenizas doradas se vuelven tierra. Siempre me ha gustado jugar con fuego ❞
𝐃𝐀𝐄𝐍𝐄𝐑𝐘𝐒 primera hija de Viserys Targaryen, hereder...
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───── ❝ No me gustan los hipócritas ❞ ─────
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VARIOS MESES HABÍAN PASADO DÓNDE Daenerys había visto cambios en aquel reino, una disputa se había producido por culpa de su tío, y ahora mismo su padre enviaría a Otto Hightower a buscarlo en Rocadragón, sitio donde él se ubicaba junto con algunos de la guardia.
A un lado de ella Sir Richard Stone venían, un guardia que la acompañaba desde que había nacido, no era un hombre mayor y viejo, era como tres años mayor que ella ya que; por pedido de su madre quería que ambos se criaran juntos para poder fortalecer la lealtad, es así como el padre de Richard fue guardia real de Aemma Targaryen, ahora a él le tocaba ser su guardia real.
-¿En serio haremos esto? -bufa la platinada, viendo a dos guardias a punto de abrir la gigantesca puerta que los llevarían al patio interno del castillo.
-Su padre confía en usted, princesa -dice el Sir, sonriendo levemente al ver la frustración de la mujer.
-Sé que disfrutas de mi impaciencia, Richard -murmura y justo luego de eso, colándose con buena postura cuando las puertas fueron abiertas.
Pudo apreciar rápidamente como más de ocho hombres estaban formados en fila mirando hacia un balcón, lugar donde Rhaenyra estaba apoyada sobre la baranda para poder verlos mejor, detrás de ella el guardia mayor y a un lado Otto Hightower.
-¿Algún caballero aquí presente ha luchado en batallas? -pregunta la chica desde lo alto.
-Yo, princesa. -Las miradas se posan en ella cuando habló por lo alto, caminando de forma lenta en el centro del lugar.
Rhaenyra sonrió levemente.-Mil disculpas, hermana mía, pero hablaba con los caballeros -quiso reír ante la mueca de su hermana mayor-. Pero si gustas puedes acompañarme a designar a un guardia que irá a Rocadragón.
Fue escoltada hasta el balcón por Richard, quien no dudó ni un solo segundo en darles miradas filosas a aquellos guardias que miraban intensamente a la princesa.
