Los prejuicios de Emily [ DETENIDA ]

10. El error.

Salí del baño, el baño estaba continuo a la habitación de mi madre donde estábamos viendo los realities, vi de reojo a Finn y a... ¿Peter?,claro que era el, por eso me había escrito aquel mensaje, estaban en la sala, mas allá se veía la puerta cerrada y al lado la cocina, Peter al verme sonrió, o eso me pareció, yo seguí de largo, a la habitación al llegar allí Tessa se volvió a advertir mi presencia.

-¿Quien llegó?- me formulo esa pregunta mientras volvía su cabeza distraída mente hacia el televisor.

-Peter.- dije sin emoción mientras me daba cuenta de su reacción: volteó, con la boca totalmente abierta luego la cerro, pero aún tenia cara de que le habían dado una bofetada.

-¿Y por que no vas con el?

-¿Debería?- le dije mientras de nuevo cogía mi móvil, apareció un nuevo mensaje de texto, de Miranda lo ignore mientras pude, bloquee la pantalla.

-Si, entiendo, hace días que no hablan pero al menos deberías saludar, no creo que este aquí por Finn o por mi, es mas, creo que ni sabía, igual en todo caso es tu casa y el esta aquí, hazlo siquiera por educación- lo ultimo lo dijo con reproche, eso me hizo sentir un poco incomoda- vayas o no, yo iré, es un buen tipo.

Tessa me dejo sola; antes de ir a "saludar" a Peter decidí ver el mensaje de Miranda.

*Perdón, sucedió algo con papá, no puede ir, enserio lo siento, espero vernos otro día, te quiero*

Al terminar de leerlo me quede muy quieta, era mentira lo sabia mas que nadie en el mundo, al señor Pierce no le había sucedido nada, o bueno si el señor Pierce se apodaba "Peter" tal vez si. Bloquee de nuevo mi celular y lo guarde en mi bolsillo salí de la habitación y como si todos me estuvieran esperando, giraron sus cabezas hacía donde yo me encontraba, en el marco de la puerta, eso solo hizo que me pusiera aun mas nerviosa.

-Hola.-dijo Peter tímidamente mientras se ponía de pie.

-Hola.- di unos cuatro pasos hasta llegar a mas o menos un metro o menos de distancia de la sala, donde se encontraban, estaba nerviosa, tensa, todos lo estaban, Tessa estaba muy rígida, Finn nos observaba con atención y se notaba que tenía la mandíbula tensa, Peter a través de su camisa azul básica se marcaban sus biceps y su espalda esta rígida, mientras yo me mordía el labio inferior nerviosamente.

-Pensé que no saldrías de la habitación.-dijo relajando sus músculos un poco.

-¿Que clase de persona crees que soy?- dije con sarcasmo- ¿así de mala persona crees que soy?-note que la cara de Peter cambiaba, era como una oleada de aflicion y confusión.

-Yo no quería...

-Ya sé,  ya se, ni lo intentes.- lo interrumpí, lo dije con furia, el ambiente era cada vez mas tenso. El en cambio dio unos pasos hacia mi dirección, se quedo justo en frente dedicándome una mirada que no logré identificar,  estaba inescrutable, pensé que solo pasaría por mi lado con remordimiento y se iría pero lo que hizo me dejo totalmente confundida, sin advertirlo el estaba encima mio, abrazándome, yo me quede inmóvil, no me lo esperaba, mire a Tessa en buscar de ayuda pero ella y yo estábamos igual, pasmadas de sorpresa pero reacciono e agito las manos como si estuviera espantando una mosca, confundida lo rodee a el por la cintura, volví a mirar a Finn que estaba tan sorprendió como Tessa y yo.

-Perdón,  se que ha pasado tiempo... días desde que... perdón, solo sentía que aun no debía...-susurro suavemente- solo necesitaba esto...-después de haber dicho esto me apretó aun mas, me atrajo mas hacia el. Sin pensarlo, sin advertirlo las palabras brotaron de mi boca:

-¿Si?, ¿igual que con Miranda?-escuche una exclamación de sorpresa, no identifique si fue de Finn o de Tessa y no quería saber, suficiente tenia con sentir el peso de sus miradas《sorprendidas》, imagine, sentí como los músculos de la espalda de Peter se aflojaban, sus manos pasaron de estar en mi cintura hacia mis hombros, me aparto, no lo hizo con brusquedad pero tampoco con su característica delicadeza, me miro atónito con sus hermosos ojos azules que parecían estar vacíos,  y luego opte por tratar de cambiar la barrera que había creado yo misma, parecían kilómetros que nos separaban sabiendo que solo estábamos a unos pocos centímetros.