3. Consolando.

118 1 0
                                    

Después de sollozar por unos cinco minutos mi madre y yo nos abesinamos a la casa a ver si habrían mas heridos y si habría alguna manera de saber donde estaba Miranda,entramos y lo primero que vimos fue que no estaba ni el televisor ni el computador de escritorio, después revisamos el cuarto de Miranda,vacío y patas arriba, después el cuarto de la madre de Miranda, cuando mi madre y yo lo vimos quedamos tan horrorizadas que los ojos se nos pusieron como platos a las dos, fue tan horroroso que tuve que cerrar los ojos y escapar de allí, era horripilante, lo que vimos fue tal vez algo que nos atormentaría de aquí en mas, encontramos a la mamá de Miranda muerta en el suelo, había mucha sangre en el tapete lo que alcancé a ver fue que le dispararon en la cabeza justo en el centro de la frente había muerto con los ojos abiertos, fue tal vez lo que menos me esperaba al entrar a la habitación, me senté en el muro cerca a al apartamento mi madre salió corriendo de allí y me dijo:

-Tranquilízate cariño, todo estará bien, encontraremos a Miranda, pero primero tendremos que llamar a la policía.-me dijo mientras me recostaba sobre su hombro.

-No mamá, primero busquemos a Miranda, le diremos al portero que llamé a la policía.-dije con la voz entrecortada sollozando como si mi propia madre hubiera muerto.

-Tendremos que hacerlo nosotras mismas, cariño,¿si estas de acuerdo?

-No mamá, quiero llamar primero a Miranda a ver si responde...y si no lo hace....estaré perdida es...como una hermana para mi, por favor mamá la llamaré y si no contesta después de tres llamadas llamas a la policía de inmediato, ¿si mamá?...po-po-por favor.-le dije suplicándole, tenia que llamar a Miranda, así no me contestara sabría que lo intenté, tenía que intentarlo, era una de mis mejores amigas, tenía que ayudarla.

-Esta bien cariño pero hazlo ahora, antes de que a Miranda pueda pesarle algo que no queremos.

Cogí mi teléfono de inmediato y busqué a Miranda entre mis contactos la encontré y llamé, sonaron los tres timbres para contestar y me mandaban a buzón de voz, volví a llamar y de nuevo no contestó, suspiré,llamé por ultima vez y escuche que contestaron que alguien respiraba en la otra linea, era Miranda, o pues eso era lo que creía.

-¿Miranda?-dije apresurada mente.

-¿Si?-dijo Miranda de nuevo entré sollozos.

-¿Donde estas?- le dije tan apresurada mente que me asustó que no haya entendido.

-N-n-no lo se, estoy confundida, solo recuerdo que te llamé y...-se quedó pensando y luego dijo- no recuerdo mas.

-Descríbeme donde estas.

-Estoy en una carretera, me duele mucho la cabeza creo que me esta sangrando, espera intentare buscar un cartel.-me dijo con un tonó confundido y adolorido nada parecido a su voz dulce.

-Ten cuidado.-le dije de corazón la quería demasiado, no soportaría perderle.

-Esta bien, no encontré ningún cartel pero apuesto a que no estoy lejos de la ciudad, espera veo algo- al decir aquello se escucharon sus pisadas- ya, estoy a unos cinco kilómetros de "La granja feliz", ¿lo recuerdas?, fuimos allí una vez, yo estoy justo antes de llegar allí pues ya sabes, lo dice el cartel.

-Espera no me cuelgues.-toquetee la pierna de mi madre mientras le decía con mímica el lugar.

-Ya vamos para allá no te muevas de ese cartel, ¿bueno?

-Esta bien, ven pronto.

-Llámame si necesitas algo.

El recorrido de quince minutos se me hizo eterno para mi fueron como cinco horas, al llegar paramos en el cartel y allí estaba Miranda, se veía fatal, tenía morados en todas partes y su frente sangraba le dije a mi madre antes de bajar que llamara una ambulancia y una patrulla a la casa de Miranda y otra ambulancia donde nos encontrábamos, baje corriendo y le dije:

Los prejuicios de Emily [ DETENIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora